"Plan 50" o el eterno retorno de lo mismo

Hoy se establecen 50 rubros con precios controlados, "Plan 50", y se ordena a los ministros de economía que salgan a la calle para que vigilen que se cumpla el control. Esto recuerda mucho los gobiernos de la cuarta, hasta que se quitaron la máscara y los políticos cedieron su espacio a los empresarios. Pero, antes que esto pasara, gobernaron sobre su pedazo de renta petrolera para financiar su base electoral, el clientelismo, el populismo y la demagogia.

El Plan 50 se suma a todas las listas de precios regulados desde López Contreras hasta Caldera II. El modelo de Maduro realmente nació con Eleazar López Contreras, hace 79 u 80 años. Es el mismo mecanismo de control de la actividad económica privada de entonces, pero mucho menos eficiente y creativo. Todo los mecanismos de control, los ministerios, Oficinas, Superintendencias etc. que ha creado Maduro, ya fueron inventados por López Contreras primero, y copiados, consecutivamente por los gobiernos adecos y copeyanos. Nada varió en años; ni los ministerios creados por el general, ni los mecanismos, hasta que los empresarios asumieron el control directo del gobierno, en los diez últimos años de la cuarta, mediante sus agentes, muchos de ellos viejos dirigentes de izquierda.

Maduro está consolidando este "modelo" socialdemócrata, haciendo lo que todos sus antecesores: cambiándole el nombre a "lo mismo", llamando nuevo a lo viejo, fundando lo que ha sido requeté fundado ya; redactando las mismas leyes que nunca se cumplen o no sirven. Y todo esto lo hace cuando más "radical" parece el gobierno ante la anarquía capitalista.

Pero, parece olvidar que ha decretado leyes y más leyes que contradicen toda su "mano dura" sobre la anarquía capitalista. La "Ley del Plan de la Patria" es una, el decreto con rango de ley de las Zonas Especiales de Desarrollo Económico, es otra, los famosos Motores para la economía productiva y todos los acuerdos firmados con exportadores e importadores, y ahora la Ley de Promoción y Protección de Inversiones Extranjeras (para dinamizar la atracción de las divisas extranjeras...). Es el mismo juego demagógico; por un lado regañas y amenazas, y por el otro, bajo cuerda, eres permisivo con el capitalista, en nombre de la paz, en nombre del pacto social. Es el mismo despelote administrativo, donde nadie gobierna o todos gobiernan a la vez su parcelita como les da la perra gana.

No hay nada nuevo en esto, el eterno retorno de lo mismo, pareciera que los venezolanos, además de despertar con Bolívar cada cien años, estamos condenados al adequismo político, a la demagogia y al populismo, reencauchado hoy por Nicolás Maduro, quien arrugó frente al reto de cambiar la sociedad; cuando ha debido escuchar a Chávez y avanzar hacia el socialismo. En el camino trazado por Chávez se hubiera evitado tantas humillaciones e indignidades.

La economía rentista se fortalece. Ahora también viviremos de explotar nuestros recursos naturales y de acabar con nuestro futuro por un plato de lentejas; por unas toneladas de Oro, por unos quilates de diamantes nos quedaremos sin futuro y sin nada. Maduro es el único presidente que habla de superación de la Venezuela rentista vendiendo los mejores negocios a las petroleras del mundo, el único bombero que apaga el fuego con gasolina. Que quiere superar la economía rentista financiando a los mismos parásitos incorregibles de la renta. Desde que Maduro gobierna, estos mismos parásitos se han chupado casi toda la renta petrolera (Julio Chávez dixi); acabaron con nuestras reservas en divisas y nos hemos endeudado por ellos hasta los tequeteque. Quizás esto marque la diferencia con los planes de Carlos Andrés y Caldera, los cuales llamaron todo con sus nombres liberales, confiando en ver la luz al final del tunel del sistema liberal. Maduro lo disimula, al mejor estilo del romulismo clásico: jugando con Dios y negociando con el Diablo.

Los controles de precio existen en el capitalismo, porque el estado no controla la economía, solo pretende controlar los precios que inciden en la opinión pública, aspecto muy sensible dentro de una democracia burguesa como la nuestra: en ella se vive de sus electores. Los controles de precio son un síntoma de una economía sin dirección, maltrecha.

Controlar precios no es controlar los procesos económicos, como en una economía socialista. Y era en esa dirección a donde nos conducía el Plan de la Patria de Chávez, no el chimbo de Maduro y su "nuevo modelo económico".

Los controles de precio son un mecanismo que finge el control, hasta que se desaparecen los rubros controlados (todos los 50). El chantaje funciona perfecto para una economía que pretende ser mixta, sin verdadero control y altamente especulativa, donde los únicos que ganan son los villanos y los ricos de siempre.

Maduro y su "socialismo creativo", mixto e integrador, es otra forma irónica de llamar a la socialdemocracia venezolana, la clásica, la romulera, que gobierna en secreto con los capitalistas – que hace circular a todos sus amigos y aleados por todas las direcciones y ministerios como clientes de las prácticas electoreras, que decreta todo lo que desea, para que no se cumpla jamás- Pero con la particularidad coyuntural de encontrarnos al borde del abismo y del fascismo, porque aun lleva el estigma socialista de Chávez grabado en su rostro y no se ha podido lavar las llagas con el agua bendita del capitalismo.

O construimos un nuevo país sobre la ruina del capitalismo, con bases sólidas de trabajo y una economía socialista verdadera, de propiedad social y de consciencia del deber social,… o que gobiernen los capitalistas francamente, con toda su maldad, sus miradas torvas y sin disimulos; es más sano para la salud y el futuro de la revolución y los revolucionarios; hablar con la verdad, sin eufemismos, sin trampas lingüísticas, sin tanta teatralidad.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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