Ya basta de rezar...

A cuantos por allí habrá enviado al otro mundo la enfermerita esa, esa misma, la que salió por la redes sociales, mandándole a inyectar no sé qué cosa para joder a los chavistas, de seguro que de ahora en adelante le estarán lloviendo las ofertas de trabajo.

Válgame Dios, las cosas que se ven y están por verse en este convulsionado mundo, donde las mentes de algunas personas están inundadas por el vil odio y la maldad. 

En si yo no entiendo, que solo se le haya despedido de su trabajo a este engendro humano, que desea o que ya haya ocasionado, quien sabe, la muerte a otras personas, deberían de una vez de meterla de cabeza en la cárcel..

Es que en este país prevalece la impunidad, por eso que estamos como estamos y aquí todo el que quiera joder jode, como estos especuladores que hacen y deshacen con los bienes de consumo.

A aquí en nuestro país el código procesal penal es muy papita, este debe modificarse, deberían imponer para estos malandrines penas más drásticas y yo vuelvo a repetir, como lo dije antes por este mismo portal, hay que implantar como es la pena de muerte.

Ya basta, que a estos degenerados delincuentes, que son apresados, se les impongan condenas endebles y además en cárceles acondicionadas con todas las comodidades, para después, como se han dado muchos casos, salgan favorecidos por cuestiones humanitarias.

Y lo repito, aquí lo que hay que imponer y digan lo que digan o me cataloguen de lo que quieran, es la lex Talionis o ley del talión, del ojo por ojo y diente por diente, así como hagas te lo harán a ti, con la vara que mides serás medido y punto, para así acabar de una buena vez con tanta maldad.. Ya basta de rezar hermano…



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1378 veces.



Marcelino Torres

Trabajador Petrolero de PDVSA en el Zulia

 torresms@pdvsa.com

Visite el perfil de Marcelino Torres para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Marcelino Torres

Marcelino Torres

Más artículos de este autor