El gérmen de la administración pública y las FFAA

La administración pública no deja de ser un reservorio de un pasado cuarto republicano que está muy lejos de desaparecer, su estructura burocrática es uno de los principales frenos en el avance de la Revolución bolivariana. Aun no se ha podido adecentar la hipertrofia a la que fue expuesta por los partidos Acción democrática y Copey.

Al triunfo del presidente Chávez comienza un nuevo proceso de gerencia de la cosa pública en el cual se inserta una capa del sector militar en su administración, es así como por ejemplo, la otrora PDVSA fue dirigida por un General que participó en el golpe militar de abril del 2002 de manera activa. Los programas sociales fueron incluso dirigidos por ofíciales de nuestras Fuerzas armadas, algunos con éxito, otros menos exitosos. En todo caso, nuestro Presidente inicia un proceso de inserción de las FFAA en la dirección y ejecución de los planes y programas del Gobierno.

Este viraje ha traído como consecuencia que podamos ver a las FFAA como un elemento integrador en la sociedad en conjunción con el pueblo, y no como órgano de carácter represivo y de la derecha, al servicio de la oligarquía criolla y del Imperialismo norteamericano. Más sin embargo, se está creando una brecha, una falencia entre algunas capas del estamento militar y de la población civil.

Para nadie es un secreto que muchos compañeros de las FFAA hacen lo imposible por engranarse en la estructura administrativa del Estado venezolano, son muchas las interpretaciones que darían origen a este inusitado deseo de ser miembro de la burocracia administrativa. En su mayoría logran entrar los edecanes de algún alto miembro de las FFAA que pasó a ejercer funciones públicas en algún ministerio o instituto autónomo y después de probar las mieles que da la administración pública, el tener que regresar a los cuarteles puede transformarse en un serio dolor de cabeza.

En otro lado de la acera encontramos a los que nunca han salido del cuartel y dependen de un salario, que por lo general, no les alcanza para llegar a feliz término a final del mes y al regresar sus compañeros de promoción, en algunos casos con escepticismo o algo de envidia, ven con estupor, el mejor posicionamiento económico que han obtenido y las preguntas comienzan a surgir de manera inmediata, todo está tácito. En otras ocasiones, la baja es la mejor fórmula para disfrutar su nuevo estatus económico y de vida.

Hoy la Revolución bolivariana ha dado la posibilidad de que el sector militar se involucre políticamente en la sociedad, muchos, después de haber obtenido su pase ha retiro, han incursionado de manera abierta, en la política, y esto ha dado como resultado que la Revolución haya parido gobernadores, alcaldes, representantes a la Asamblea nacional, legislativa y concejos municipales. ¿Han sido buenos administradores los miembros de las FFAA?

Sin temor a equivocarme, creo que hay una total despreocupación y un desinterés hacia las FFAA por parte de los partidos que conforman la unidad revolucionaria, en especial por parte del PSUV, no hay una política militar de orden doctrinaria en el PSUV dirigida hacia el sector en cuestión.

Las aberraciones en el ámbito de la corrupción no son propiedad exclusiva de los civiles, son muchos los entes involucrados en esta depravada y malsana práctica encaminada al deterioro progresivo de la institucionalidad y por ende, de la Revolución bolivariana. La formación política e ideológica a favor del desarrollo consciente, progresivo y continuo, es la garantía de prevalecencia de la Revolución bolivariana al margen de los sectores o estamentos de la sociedad que se involucren en su evolución. Llamarse institucionales o constitucionalistas en los cuarteles y seguidores del proceso, saboreando las mieles del poder en la administración pública, es una contradicción que nos obliga a reflexionar sobre el rol de las FFAA en la Revolución bolivariana, no se puede ser revolucionario por conveniencia.

La eficiencia de la administración de la cosa pública debe pasar por un proceso de reingeniería total, adaptar toda su estructura a los nuevos paradigmas del momento histórico que nos toca vivir, no pretender buscar la honestidad o la responsabilidad en sectores que no poseen formación política de clase y conocimiento del manejo burocrático, más aun, entendiendo que siguen penetradas todas las estructuras de la sociedad por los vicios de un pasado al cual le seguimos negando cristiana sepultura. Contribuimos, de manera irracional, a seguir subvencionando un estado de corrupción y putrefacción que no nos permite avanzar y corregir los errores que tanto quisimos corregir. Hoy teniendo el teatro lleno, la orquesta, la batuta en la mano, no tenemos la voluntad política para hacerlo y dar un buen concierto.

Se hace necesario revisar, de manera acuciosa, el funcionamiento de algunos ministerios, sobre todo aquellos que se encuentran íntimamente ligados al sector productivo y social, elefantes blancos, en los cuales estudiantes de contaduría tendrían material para sus tesis de pregrado y postgrado.

El Seniat y los órganos de inteligencia se deleitarían ante la revisión superficial de los cambios en hábitos de vida de muchos “compañeritos revolucionarios”, esos de camisita roja que persiguen a diestra y siniestra la infidelidad revolucionaria, sin mencionar a todos aquellos del ámbito castrense que se regodean y vanaglorian de haber sido, en un pasado no muy lejano, hombre y mujeres de a pié, hoy hombres de la Revolución.

Sin a lugar a dudas, no podemos seguir permitiendo que hayan saltos de talanquera para sacar todos los trapos sucios al sol, es absurdo. Los órganos de inteligencia saben quienes están robando y enriqueciéndose de manera grosera e ilegal, no se debe esperar a que salten la talanquera para desprestigiarlos en un acto antirrevolucionario. Actuar a tiempo y con decoro y meter presos a aquellos que están cometiendo delitos, es un acto de justicia, en la cual todos nos veremos reivindicados.

No hay nada más excluyente que ser pobre.

Patria, Socialismo o Muerte…

Venceremos

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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

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