El siguiente escrito es un documento que especifica el reclamo que le hago al Banco De Venezuela, por tercera vez consecutiva, ante el traspaso ejecutado por ésta entidad desde mi cuenta a la presunta ciudadana Marinella Salazar portadora de la C.I. 15.423.288, información suministrada por el mismo Banco de Venezuela en el Estado Mérida sucursal del centro de la ciudad; el día 12 de diciembre de 2024 a las 21:50 horas que desconozco, y que se refleja en mi Estado de Cuenta del mes de diciembre como un traspaso otras cuentas BDV débito en línea ese es el acto arbitrario convertido en delito electrónico. Ante ésta situación envié al correo el día 13 de diciembre de 2024 y el día 17 de diciembre de 2024 recepción-recaudos@banvenez.com dicho reclamo según planilla suministrada por la misma entidad, que vuelvo anexar consecutivamente. En este sentido, y encontrándome en la ciudad de Maracay en asuntos personales siendo víctima de éstos daños patrimoniales que me ocasiona el BDV, donde presumo la generación de violencia institucional ante la violación de mis derechos patrimoniales establecidos en la Ley Orgánica contra la violencia a la Mujer en su artículo 15 parágrafo 12: Violencia patrimonial y económica: Se considera violencia patrimonial y económica toda conducta activa u omisiva que directa o indirectamente, en los ámbitos público y privado, esté dirigida a ocasionar un daño a los bienes muebles o inmuebles en menoscabo del patrimonio de las mujeres víctimas de violencia o a los bienes comunes, así como la perturbación a la posesión o a la propiedad de sus bienes, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades; limitaciones económicas encaminadas a controlar sus ingresos; o la privación de los medios económicos indispensables para vivir. Ante esta situación me he acercado a la sucursal de Las Delicias (Maracay), para hacerle seguimiento al reclamo, cabe resaltar que el trato dado hacia mi persona ha sido hostil, insisten que debo continuar enviando éste mismo reclamo cuantas veces ellos me lo pidan, cómo si mi tiempo perteneciera a dicha entidad financiera, obviando los compromisos laborales y personales que como ciudadana respondo en garantía de mis ingresos, causando daños y perjuicios contra mi persona y mi entorno familiar.
Entonces, cabe explicar que indagando mediante la aplicación, el estatus de mi reclamo he conseguido una notificación donde se especifica que dicho reclamo está suspendido por falta de recaudos, siendo que mande la planilla indicada y la denuncia hecha al CICPC que también se lavan las manos y se burlan del pueblo, al buscar realizarlo nuevamente mediante dicha aplicación, me da solo tres opciones: punto de venta o biopago, cajero automático y pago móvil; limitando la opción de traspaso que ha sido arbitrario. Además, me vuelvo acercar a otra sucursal para indagar por qué suspendieron mi reclamo y la respuesta obtenida es que “estamos en Venezuela” y los funcionarios no se quieren identificar, ni portan carnet de identificación como mecanismo de evasión de responsabilidad administrativa.
Esta es una situación que viene ocurriendo a muchos venezolanos en sus cuentas BDV y pareciera que nadie puede ejercer autoridad ante éstos delitos, ni siquiera SUDEBAN se pronuncia, el llamado a la ciudadanía es que procedan con la denuncia y la hagan pública, ante los diversos medios y redes sociales, como mecanismo de evidenciar la proliferación del delito que no solo es electrónico.