El saneamiento ambiental y aseo urbano en Cabimas

Me tomé un tiempo para indagar en algunas referencias históricas que dan fiel testimonio de la importancia que cada cultura, desde la más primitiva hasta la época contemporánea, le dieron y otorgan al tema del saneamiento ambiental y aseo urbano, como parte de las medidas sanitarias preventivas de focos de enfermedades que parece curioso, la negligencia, ineficiencia y falta de voluntad política de nuestros gobernantes hacen todo lo posible por hacerlo imposible.
 
Como es público y notorio, aquí la prioridad para el turco es la cobranza y el manejo del dinero recaudado como caja chica particular de él y sus secuaces.
 
Quien no recuerda su infancia en esta tierra, voy a mencionar algunos detalles que vi y viví; recuerdo que entre los años 70 y 80 las lluvias torrenciales tenían su cause natural que fue respetado por nuestros abuelos durante la fundación de las primeras comunidades, recuerdo que cuando escampaba salían las taras maraqueras con su relincho al rededor de las matas de mango, recuerdo los cocuyos (luciérnagas), los galápagos y las candelitas (así llamaban a un reptil extinto).
 
Recuerdo que la gente podaba la maleza y tenían sus propios métodos domésticos para tratar la basura, en la mayoría de las casas tenían un espacio para la quema y todos se abocaban a resolver cualquier problema que ponía en riesgo la salud colectiva, recuerdo que cuando no existía la red de cloacas construyeron letrinas, fosas sépticas y como sea resolvían el problema de los desechos fecales.
 
Recuerdo que se respetaba la vegetación y abundaban los cuji, el caujil, el mamón, el mango y todo tipo de árboles frutales y vegetales para la alimentación que con el tiempo fueron sustituidos, primero por la explotación indiscriminada que acabo con nuestra fuente de oxígeno y árboles centenarios sustituyéndolos por árboles experimentales que no producen alimentos y mucho menos contribuyen al medio ambiente que conocimos quienes vivimos esa época prodigiosa y maravillosa que no volverá pero de la que tenemos que tomar lo bueno para mejorarlo.
 
Actualmente en cualquier vivienda, plaza o calle vemos la abundancia odiosa del nin, un árbol que en la India dicen que es anticancerigeno, pero nadie da la receta. El asunto es que ese árbol no le llama la atención a los pájaros y no se le paran ni las moscas.
 
Volviendo a lo que nos ocupa, el aseo urbano y domiciliario, desde la entrada en vigencia de la extinta Ley Orgánica de Régimen Municipal en 1989 ha sido objeto de una sistemática formulación legislativa en los tres niveles de gobierno, pero todos los encargados de llevarla a la práctica han desnaturalizado su objetivo central, dislocando el saneamiento ambiental y el aseo urbano que debería ser una sola estructura, entiendo que todos se han dejado llevar por el camino de crear espacio dentro de la burocracia para satisfacer las aspiraciones clientelares de los grupos que contribuyeron en las elecciones pero se olvidan que por falta de mística y corresponsabilidad se diluye el esfuerzo reduciendo al aseo urbano a la tarea de recolección, tratamiento y disposición final, claro que el tratamiento es a medias porque aquí no hay relleno sanitario.
 
Otro aspecto es la miopía política para encausar el saneamiento ambiental y aseo urbano hacia la tarea formativa y organizativa que facilite la activación de centros de clasificación para el reciclaje, en 1995 lo propuse en una reunión realizada en la casa del obispo, claro la idea tuvo aceptación pero la ausencia de voluntad política conspiró para que quedara en la memoria de unos pocos.
 
El asunto es que una buena parte de los desechos sólidos se pueden convertir en una fuente de ingresos y para muestra un botón: a lo largo de la historia de nuestra ciudad hemos visto el surgimiento, auge y caída de empresas familiares dedicadas al trabajo de compra de material para el reciclaje, pero esto no lo ven los gobernantes de turno que quieren todo fácil y regalado.
 
Después de la extinción de la antigua Ley Orgánica de Régimen Municipal entró en vigencia la Ley Orgánica de Poder Público Municipal y toda la legislación que de ella se deriva solo ha sido útil para declarar a los municipios incompetentes para privatizar el servicio a cambio de jugosas comisiones para el alcalde y demás funcionarios involucrados, esto lo hacen con todos los servicios que le pueden sacar provecho particular como el gas y la recaudación de impuestos, tema del que me voy a referir próximamente en un artículo dedicado a la economía, producción, comercialización, consumo e impuestos en el municipio Cabimas, hoy estamos dedicados al aseo urbano.
 
Resolví dedicar una columna a cada servicio público y problema con el fin de generar matriz de opinión, discusión y planificación de manera colectiva, tomando en cuenta que en las próximas elecciones vamos a sacar la indolencia, soberbia y arrogancia de la alcaldía, derrotando a los dos bandos qué tienes 100 años saqueando a nuestro pueblo.
 
Si observamos en caliente, vemos al mequetrefe del alcalde quejarse porque no tiene suficiente gasoil y es la respuesta que le dan a las comunidades que pasan de tres a seis meses sin el servicio de aseo urbano, pero este vivo pendejo pretende que la gente pague y esté al día con todas las mensualidades de un servicio que no se está prestando, la ironía es que está gente al llegar al gobierno subieron la tarifa de todos los servicios "con anclaje" al Petro para disimular la dolarización.
 
Un alcalde tiene primero que tener autoridad moral y esté carece en su máxima expresión porque sin temor a equivocarme todo el mundo recuerda quienes andaban por el mundo pidiendo sanciones, bloqueo e invasión destruyendo nuestra economía, cotidianidad y fuentes de estado de bienestar, siempre tenemos que caracterizar que aquí hay culpables y responsables en ambos bandos, por eso no le cuadra el discurso en el que "admite estar resolviendo los problemas heredados" porque directa e indirectamente es tan culpable como responsable.
 
¿Que haría un alcalde responsable? Primero, verificaría sino hay fuga interna de combustible, segundo, le hablaría claro al pueblo y saldría a recoger la basura así sea contratando a los señores de los carruchas que tiene criminalizado para cobrarle permiso. Pero como sea hay que hacer la recolección de desechos sólidos y sustituir, sin prisa pero sin pausa toda la alborizacion experimental que no corresponde con nuestras condiciones climatológicas, geografía e historia para rescatar todo lo que tiene que ver con condiciones óptimas de salud y bienestar colectivo.
 
Es TODO, por ahora.


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Edwin Martinez Espinoza

Secretario General PPT Cabimas, Zulia.

 edwinmartinezespinoza@gmail.com      @edwinviene

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