Cuando uno ve que líderes del gobierno promocionan por televisión los teléfonos celulares y las célebres tablets de Movilnet y Vetelca, no dejamos de sentirnos excluidos. Si a esto le agregamos los productos Haier que comunmente vemos por calles y autopistas en costosos vehículos sin placas y la cantidad de opositores a esta Revolución que disfrutan un vehículo chino, esa sensación se potencia.
Y es que cuando uno es jubilado -en mi caso del Ministerio de Educación- y no está en una nómina activa, además de no pertenecer a un Consejo Comunal pues los vecinos donde vivo -La Avileña, en Caracas y que gracias al Comandante Eterno y Supremo no fueron víctimas de una estafa por parte del delincuente Mezerhane- se niegan obstinadamente a conformar uno las posibilidades son inexistentes. En el caso del programa Mi Casa Bien Equipada y la posibilidad de comprar un carro chino, simple y llanamente es impensable. Ojalá algún funcionario gubernamental le buscara alguna solución a este problema.
Y es que cuando me robaron mI celular en la av. México y puse la queja por este medio, me llamaron de empresa Movilnet con la promesa de venderme uno nuevo. Cuando acudí el día y la hora en que fuí citado al Centro Comercial el Recreo, la funcionaria que me contactó no existía y el número telefonico donde lo hizo no recibe llamadas. ¡Qué burla!. Así mismo, la fulana tienda virtual de Vetelca es un un engaño y los programas de venta de electrodomesticos y de vehículos están en manos de poderosas mafias.
Como soy excluido de los programas de la Revolución, solo aspiro a que me vea en las camionetas por puesto donde me desplazo, nuestro presidente obrero y camarada Nicolás Maduro para decirle que interponga sus buenos oficios -no para que me regale nada- y me puedan vender un celular, una tableta, electrodomesticos y hasta un carrito, ¿por que no?. Siempre ando con el ojo pelao a ver si lo veo y diciendo ¡no volverán!.
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