El Congreso Norteamericano aprobó a unanimidad sanciones para funcionarios del Gobierno de la Revolución Bolivariana de Venezuela, cierto es que esta nación carece de fuerza moral para dictaminar acciones de esta naturaleza, como muy bien lo afirmara el Presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, el dedo acusador de la historia señala al Imperio Norteamericano como responsable de gran parte de las desgracias que hoy vivimos los seres humanos.
Son sanciones demagógicas, cargadas de un aire conspirador y por demás un interés marcado en arrasar con uno de los procesos revolucionarios más hermosos de inicios del Siglo 21, esto nadie lo duda, en eso estamos bien claro, pero lo que merece ser aclarado por la Revolución Bolivariana son las acusaciones a algunos funcionarios del Gobierno de que poseen cuentas y activos en ese territorio, puesto que eso si sería grave y peligroso.
El Presidente Maduro debiera declarar traidores a la Revolución Bolivariana a todos aquellos personajes que estando ocupando funciones en el Estado Venezolano se le detecten cuentas bancarias de carácter dudoso en los Estados Unidos de Norteamérica, deben ser sancionados por la justicia venezolana. La Revolución no debe de dar la cara por gente que ha estado amasando fortunas aprovechando las posiciones que ocupan, mientras un pueblo carga en sus hombros las tragedias económicas actuales.
Todos sabemos de la vida de lujo que muchos funcionarios del Gobierno Revolucionario ostentan, y eso es una verdadera vergüenza, para mi es traición al Bravo Pueblo de Venezuela que mayoritariamente confió sus destinos a la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Existen dos asuntos que hasta que no se enfrenten con la debida responsabilidad, mantendrán en peligro de muerte a la Revolución Bolivariana de Venezuela, el primero es la investigación oficial pendiente del asesinato del Comandante Hugo Chávez, y el segundo es la sanción ejemplarizante a todos los corruptos enquistados en el Estado Venezolano.
Cuba ha podido sobrevivir a los fieros ataques de la plutocracia mundial por su entereza moral, y cuando se han visto salpicado de cerca por un hecho de corrupción no han escatimado esfuerzos para sancionar ejemplarmente a los infractores, manteniendo bien distanciados de su mística revolucionaria esas abominables conductas que afean cualquier proceso emancipador de nuestro continente.
La Revolución no puede seguir cargando con esa abominación de la corrupción en sus filas, de lo contrario morirá. Alerta Pueblo de Bolívar a defender la dignidad de un proceso pero siempre al margen de los corruptos patológicos que nos han traicionado.
Venceremos!
