Verdades sobre las vacas sagradas de las finanzas privadas

Entre 1993 y 1994, se produjo la crisis bancaria y financiera más grave que ha sufrido Venezuela. ¿Quiénes fueron los responsables de la quiebra de esos bancos, quiénes estaban al frente de los mismos? La respuesta del gobierno en esa oportunidad fue contradictoria, aunque cónsona con su razón de ser: desembolsó más de 7.000 millones de dólares estadounidenses para resarcir a los banqueros, a los ejecutivos y dueños de los bancos, a quienes criminalmente habían ¡vuelto polvo! los depósitos de los ahorristas. ¿Y los ahorristas, qué pasó con el dinero que tenían depositado en esas entidades financieras? Ellos fueron los castigados.

Parodiando al afamado intelectual uruguayo Eduardo Galeano, las cosas se hicieron al revés: se premió a los ladrones y se castigó a los depositarios.

Pero, ¿a dónde fue a parar el dinero de los ahorristas? ¿Se volatilizó, se volvió  humo? No, no se volvió humo. A alguna parte fue a parar. Pero, ¿a dónde? Sólo consigo una respuesta a esa interrogante. Esas cuantiosas sumas de dinero fueron a parar a las cuentas privadas que esos ladrones mantenían y mantienen en los llamados paraísos fiscales. Ésa es la única respuesta. Con ese mismo dinero, convertido en dólares, han estado desde entonces especulando con la riqueza producida por los venezolanos que hacen la Venezuela que queremos.

El desenlace de esa tragedia financiera la sabemos todos: los ladrones se fugaron del país con el dinero que el Estado proporcionó para el pago a los ahorristas y, en consecuencia, se hicieron doblemente ricos: se robaron, tanto el dinero de los ahorristas como el que el Estado les dio para pagarles a éstos. Estamos ante un mundo que el escritor uruguayo–antes citado- ha bautizado como el mundo al revés. Por supuesto, tanto antes como ahora hay sectores políticos que están en un ciento por ciento de acuerdo con esa situación.

Y hoy día, ¿cómo podemos calificar a los tecnócratas que manejan las finanzas en EE.UU., Grecia, Irlanda, España, Italia, Portugal, a los que quebraron los bancos intervenidos recientemente por el gobierno venezolano? De igual manera, conforman una mafia, una red internacional del gran mundo, que se protegen unos con otros. Es más, esas grandes democracias,  conocidas como Gobiernos y/o Estados Corporativos, son los mismos ladrones –de cuello blanco- copropietarios de bancos y de grandes aseguradoras, a la vez que lobistas y funcionarios muy influyentes en esos gobiernos. Al mismo tiempo: los halcones que propician las guerras, las invasiones, los genocidios, que permiten el auge de los complejos militares industriales y los hacen prósperos y gananciosos: venden las armas para destruir los países que atacan y destruyen, y ganan con la reconstrucción de lo destruido que está obligada a pagar la nación invadida.

Esos magos de las finanzas, ignorantes que sólo tienen ideas para robar, pero que cobran unos sueldo inmensos y que en cada crisis que ellos desatan, terminan aumentando sus fortunas, puesto que como todos podemos observar, están siendo finalmente recompensados por sus hazañas consistentes en haber arruinado el mundo (Galeano dixit)


Por lo dicho, repetimos con el gran escritor suramericano, estamos ante un mundo al revés, que recompensa a sus arruinadores en lugar de castigarlos, ya que es evidente que no ha habido ni un solo preso en Wall Street, entre los banqueros que provocaron esta crisis planetaria; y en cambio hay millones de presos por haber robado algo de comida con que alimentar a su familia.

Y una reflexión de Galeano que es necesario repetir sin descanso: la cantidad de jóvenes españoles que no votaron en las pasadas elecciones del 22 de mayo, que aunque no se haya hecho un recuento en ese sentido, dentro de los más de diez millones de españoles que no lo hicieron, muchos de ellos –sin duda- son jóvenes que no creen en la democracia que les ofrecen los grandes partidos; en esa democracia enormemente manipulada; en ese mundo secuestrado por los banqueros, por los políticos mentirosos, por los artistas de ese circo de la política, que ofrecen una pirueta diferente cada día.

Terminamos con una expresión que es la negación más rotunda de lo que ciertos sectores repiten todos los días y por todos los medios: según Hiram Gaviria “…el país está viviendo un momento estelar en su vida financiera, debido a los altos precios del petróleo…”Y entonces, ¿en qué quedamos?

(*) Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del estado Zulia

cepo39@gmail.com



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César Prieto Oberto (*)

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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