23 de junio de 2025.- En la antesala de la 55ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se celebrará en Antigua y Barbuda, el Departamento de Estado de EE. UU. instó a los países latinoamericanos a definir públicamente su postura frente al conflicto con Irán. Una alta funcionaria del gobierno estadounidense declaró que "es una oportunidad para que los países decidan de qué lado están", sugiriendo que apoyar a Irán equivaldría a respaldar el terrorismo estatal.
La declaración se produce tras los recientes bombardeos ordenados por el presidente Donald Trump contra instalaciones nucleares iraníes, acciones que han sido justificadas por Washington como "ataques precisos", pero que han generado divisiones en la región. Mientras algunos gobiernos como el de Argentina han respaldado la ofensiva, otros —como Brasil, Colombia y Chile— han expresado su rechazo por considerar que viola el derecho internacional y agrava la escalada bélica.
La presión diplomática de EE. UU. se enmarca en una estrategia más amplia de reafirmación de su liderazgo hemisférico, que incluye críticas a gobiernos como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua, así como advertencias sobre la creciente influencia de China en América Latina. Sin embargo, esta postura ha sido cuestionada por sectores que consideran que la política exterior estadounidense continúa reproduciendo lógicas de alineamiento forzado y doble rasero en materia de derechos humanos y soberanía regiona