Sepa cómo y dónde

Las nuevas armas de EEUU contra el mundo ya están funcionando

Antenas del proyecto HAARP en Gakona, Alaska.

Antenas del proyecto HAARP en Gakona, Alaska.

12 Feb. 2014 - El estado norteamericano de Alaska podría ser el epicentro de una nueva modalidad de guerra auspiciada por el imperialismo estadounidense y su arquitectura y capital científico-tecnológica, ello para seguir sumiendo a las sociedades del mundo a desastres humanos.

Específicamente en la localidad de Gakona se encuentra una base que posee instaladas una red de 180 antenas en una superficie de 14 kilómetros cuadrados. Estas antenas están dirigidas al cielo, y mediante operaciones de radiotransmisión de alta frecuencia son capaces de producir 10 megavatios de potencia y modificar la composición de la capa de la ionósfera situada a 50 kilómetros sobre la superficie terrestre.

En este panorama de novedosas tecnologías y nuevas amenazas a los blancos militares del poder imperial se sitúa esta nueva ciencia para la guerra, que está siendo perfeccionada bajo el Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia (Haarp, por sus siglas en inglés), el cual ha salido a la luz pública años atrás luego de inexplicables eventos naturales acaecidos en varias latitudes del continente. Sin embargo, las informaciones hasta ahora disponibles revelan que este programa se inició en 1990.

El programa Haarp es un apéndice de la Iniciativa de Defensa Estratégica. Desde el punto de vista militar, Haarp es considerada por las mismas estructuras que lo crearon, un arma de destrucción masiva, operando desde la atmósfera exterior (ionósfera) y es capaz de desestabilizar sistemas agrícolas y ecológicos en todo el mundo.

La capacidad desde la ciencia deshumanizada para modificar el clima ya es un hecho demostrado. Esto según documentos de las mismas oficinas de inteligencia e investigación militar de los EE.UU.

Según el documento de la Fuerza Aérea de EE.UU.: AF 2025 Informe Final, esta tecnología “ofrece al combatiente en la guerra una amplia gama de posibles opciones para derrotar o coercer a un adversario” sus capacidades, explica, se extienden a la provocación de inundaciones, huracanes, sequías y terremotos.

Y continua: “La modificación del clima se convertirá en parte de la seguridad interior e internacional y podría ser realizada unilateralmente (…) Podría tener aplicaciones ofensivas y defensivas e incluso ser utilizada para propósitos de disuasión. La capacidad de generar precipitaciones, niebla y tormentas en la tierra o de modificar el clima en el espacio (…) y la producción de clima artificial forman todas parte de un conjunto integrado de tecnologías (militares)”.

Según la Red de Información Humanitaria para América Latina y el Caribe (RedHum) se ha identificado a Bolivia como una especial zona de desastre climático en Sudamérica, gracias las recientes inundaciones generadas en ese país por un colapso sin precedentes de las cuencas fluviales en todo el territorio boliviano con desastrosas consecuencias humanas: aproximadamente 200.000 habitantes damnificados en áreas agrícolas devastadas y con decenas de fallecidos; pero también destaca similar situación en Brasil, Perú, Paraguay, Argentina, Ecuador y Uruguay.

Fabrizzio Txavarria Velásquez, miembro del Centro Nacional de Investigación en Ciencias de Bolivia (Cenic-B), asegura que esta ola de inundaciones en Sudamérica coincide con las señales de intensa actividad que se emitieron desde la base de Gakona durante el mes de enero por las antenas del Haarp.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 14873 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Notas relacionadas