Caracas 16 de enero 2008. - El representante de asuntos multilaterales venezolanos para América del norte y ante la Organización de Estados Americanos (OEA), responde de manera tajante al Comisionado para la paz en Colombia, Luis Carlos Restrepo, en el siguiente comunicado:
Es insólito e inaceptable que el Comisionado Gubernamental para la Paz en Colombia, Luis Carlos Restrepo, acuse al Gobierno Bolivariano de injerencia en los asuntos internos de su país. La República Bolivariana de Venezuela, y el Presidente Hugo Chávez Frías, han dado pruebas en abundancia de que la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, constituyen pilares fundamentales de la política exterior de Venezuela.
El proceso revolucionario y democrático que se desarrolla en nuestro país, ha sido objeto de agresiones e interferencias extranjeras, lo cual es rechazado por la inmensa mayoría de los venezolanos. La OEA y la mayor parte de los gobiernos y personalidades del continente, han brindado su respaldo a la democracia venezolana. En esa lista no se incluye, precisamente, el Comisionado Luis Carlos Restrepo, quien mantiene posiciones prejuiciadas acerca del proceso venezolano que lidera Hugo Chávez Frías.
Si hay algún gobierno que ha dado muestras de ser respetuoso del derecho internacional y de los protocolos, resoluciones y declaraciones de organismos multilaterales, como la ONU y la OEA, ese es, sin duda, el Gobierno Bolivariano.
Llama la atención que uno de los principales defensores del intervencionismo foráneo en su propio país, sea quien pretenda erigirse en porta estandarte de la soberanía y acuse al gobierno venezolano de "injerencia en los asuntos internos de Colombia".
Si algo amenaza la soberanía colombiana es la ostensible presencia militar de Estados Unidos en el conflicto interno de Colombia. Y llama la atención que Luis Carlos Restrepo, supuesto vocero de la paz, sea uno de sus principales auspiciantes.
El Presidente Hugo Chávez ha actuado como mediador o activado sus buenos oficios a solicitud de las propias autoridades colombianas, e interpretando el clamor abrumadoramente mayoritario del pueblo colombiano, que reclama la búsqueda de soluciones políticas, no militares, al grave drama de violencia que le aflige desde hacia varias décadas.
Los resultados de las exitosas gestiones de paz del Presidente Hugo Chávez están a la vista. La liberación de Consuelo González y Clara Rojas son la mejor evidencia de que cuando se actúa de buena fe y se enarbola las banderas de la paz, como lo ha hecho el Presidente Chávez, se pueden lograr resultados encomiables.
Es incomprensible que se desestime la posibilidad de que el Presidente Chávez continúe brindando sus buenos oficios en procura de la paz. ¿Se puede pedir al Presidente Hugo Chávez que se rehúse a colaborar en gestiones humanitarias orientadas a lograr la liberación de personas en cautiverio?
Las propuestas del Presidente Chávez en torno al tratamiento que debiera darse a las FARC y al ELN, se inscriben en el propósito superior de humanizar el conflicto armado en el hermano país de Colombia, y constituyen un peldaño en la búsqueda de la paz.
Es evidente -y está por lo demás demostrado- que el conflicto armado en Colombia no tiene solución militar, y que la vía del diálogo y de la negociación política, son las únicas opciones posibles para alcanzar la paz.
El Gobierno Bolivariano está a la espera de la Nota de Protesta del gobierno de Colombia, que anuncia Luis Carlos Restrepo, y dará oportuna respuesta sobre su contenido.