Lobbiando a Kerry

En la jerga diplomática "hacer lobby" es normal. Traducido, lobby es pasillo. Es la antesala a una reunión decisiva. Sea un consejo de ministros, sesión de parlamentarios o cualquier instancia de toma de decisiones en la cual algún particular, grupo o gobierno que tenga interés por alguna resolución que se vaya a tomar. En Venezuela, es común escuchar "Habla con él antes", "Espérala en la entrada".

Los poderes públicos de EEUU son blancos de connotados lobbitas; incluso existen especialistas que se ganan la vida haciendo "la segunda". Por lo general, los personeros extranjeros que no dominan el idioma coloquial yanqui se buscan su buen "lobbista". El asunto se ha institucionalizado tanto que a los candidatos presidenciales les gusta que de vez en cuando los pasillaneen. Empresarios, ONGistas, políticos, gobernantes recurren a esta táctica. En la protocolar ONU se aplica el llamado "Método Arrías" que permite a los embajadores presentarse en un cafetín para que los interesados tengan la oportunidad de pasarle la mano por el hombro en la búsqueda de un votito más.

El oposicionismo venezolano comprendió la importancia de congraciarse con los funcionarios de la administración Bush poco antes de la caída de las torres gemelas. Para entonces, apoyados en el rencor de los presidentes estadounidenses hacia a la Cuba Revolucionaria (uno más, otros menos, todos dispuestos a complacer a los pudientes cubano-mayameros en la intención de derrocar a Fidel, fracaso en el cual llevan 45 años) prepararon su batería de "internacionalistas" y afines para que se mantuvieran en Washington con la orden de arrancar como mínimo un "Estamos preocupados por Chávez", hasta ir subiendo el tono y la intromisión al punto de financiar y participar en el golpe de estado del 11A, como lo reclama el propio Kerry en el incoherente comunicado de su página Web referido a la situación de Venezuela.

Ahora, ante el mutis por la derecha que hará W. Bush en noviembre próximo, los oposicionistas, aconsejados, tal vez, por la dirigencia cuba-USAna, lograron persuadir al comando de campaña del candidato demócrata sobre la importancia del voto latino de la Florida (y lo fundamental de la Corte Suprema de ese estado que designó a W.Bush presidente de la superpotencia). Así que obtuvieron un comunicado que muestra a un Kerry preocupado por Venezuela, por los supuestos encarcelados políticos y por un Chávez que no respeta la democracia. En verdad, le hicieron un flaco favor a J. Kerry al intentar ponerlo a la altura de Condolezza Rice cuyo desconocimiento del ordenamiento jurídico venezolano le valió el calificativo de "analfabeta funcional". ¿Se dejará J.K?

No obstante, uno no deja de preguntarse por la labor de la diplomacia venezolana en el exterior. Es de anteojitos que los diplomáticos además de informar verazmente a los gobiernos extranjeros, deberían también estar atentos a las contiendas electorales foráneas a fin de dar a los candidatos los insumos positivos sobre el proceso venezolano y exponerles claramente el funcionamiento de nuestras instituciones.

En suma, todos los funcionarios públicos del gobierno central tienen que recorrer los pasillos de la política internacional proyectando al país y a las políticas del Estado a cual representan: Venezuela.


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Reinaldo Bolívar

Investigador, fundador del Centro de Saberes Africanos, vicecanciller para África

 reibol@gmail.com      @BolivarReinaldo

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