Los obispos reelegidos para dirigir la Conferencia Episcopal Venezolana se pronunciaron contra la reelección. La sentencia bíblica, no por conocida deja de repetirse con su reiterada advertencia de ver la brizna en el ojo ajeno y no percatarse de la cabilla en el propio, retina adentro. Los prelados anti-reelección no sólo fueron reelegidos, sino que todo lo hicieron en un cenáculo donde el pueblo brilló por su ausencia. Cero referéndum, cero democracia.
El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, otro cruzado contra la enmienda por la reelección para todos los cargos, también acaba de ser reelecto, lo que no le impide oponerse a la reelección (perdonen el enredo) cuando el candidato no es él mismo. Los decanos de las facultades de Derecho, quienes gozan del derecho a la reelección indefinida, redactaron un libelo para “demostrar” que si la reelección es para Chávez, no se ajusta a Derecho, ¿ven cómo curvan las cosas estas lumbreras vividoras del Derecho? El asunto termina pareciendo un trabalenguas debido a la falta de disimulo de los pecadores que condenan el pecado en el mismo momento en que pecan. Clarito lo digo.
Desde el Zulia, el filósofo insolado que se reeligió como gobernador y cuando ya no pudo por ley, optó por reelegirse como alcalde, también se lanza contra la reelección si el candidato es Chávez. Como ahora la propuesta incluye todos los cargos de elección popular, declara un sí pero no que tiene a toda la grey hundida en la confusión, entre peras y hornos.
El veterano y reincidente en reelecciones Morel Rodríguez, quien volvió a la gobernación ñera al ser reelecto, se opone a la reelección hasta que le vuelva a tocar. Su compañero de partido, el inmemorial Ramos Allup, dinodiputado que iba disparado para medio siglo de reelegido en el viejo Congreso Nacional, hoy habla de dar oportunidad a los mismos que él taponó, período tras período, dentro su propia vieja organización blanca. Sigue la viga horadando el nervio óptico de los que oponen a la enmienda, córnea adentro.
Los enemigos de la reelección incurren en lo que mi colega ucevista y amigo, Régulo Hernández, llamaría un oxímoron. En nombre de la democracia, se van a luchar contra la enmienda a una isla donde no existe democracia: Puerto Rico. Y no existe porque la condición sine qua non de toda democracia es la independencia patria, materia pendiente y cara a la bella isla del encanto. Hasta allá se fueron los jefes de los partidos de oposición y su (carnal) canal de televisión, una planta que viaja con sus fuentes de información, hace la pauta publicitaria y, de paso, la factura y la cobra. ¿Cómo se llama esto en el argort periodístico? Bien podrían los globodirectivos del Colegio “Nacional” de Periodistas buscar su definición en el extraviado Código de Ética.
Este viaje anti-enmienda a la Borinquen querida, pedacito de patria, recuerda el enredo de “un loro, un moro, un mico y un señor de Puerto Rico”. Pero no sólo la isla del encanto sigue siendo colonia de Estados Unidos. La pobre oposición venezolana viaja con frecuencia en busca de instrucciones (y de dólares, por supuesto) al estado libre asociado, un status que ya desean para nuestro país. De allí la tirria contra Hugo Chávez. De allí el pánico hacia la enmienda constitucional. De allí que todos los reelegidos le teman a la reelección si es el comandante Chávez el candidato al que han de enfrentar en unas elecciones. ¿Con qué? ¿Con quién?
Asiste Venezuela a un aquelarre anti-reelección armado por quienes han hecho lo imposible por ser reelegidos en sus partidos, capillas, iglesias, universidades, cofradías, municipios y estados. Es obvio que aunque llaman a votar “no” de la boca para afuera, estos requeterreelegidos sufragarán por el SÍ…, sin que les quede mucho por dentro.
earlejh@hotmail.com
