Terrorismo, concepto equivocado

El diccionario de la lengua española, lo define como forma violenta de lucha política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad, susceptible de intimidar a los adversarios y población en general. Existen cientos de definiciones pero todas tienen dos características que las distinguen de otras formas de violencia, a) no va dirigido solo contra los combatientes y b) infunde miedo a la población con impacto permanente.

A nosotros se nos inculcó que el terrorismo solo venía de la guerrilla, luchadores sociales, o de todos quienes tengan que ver con la izquierda política, así nos educaron los sistemas capitalistas apoyados por la iglesia católica. Angustia, dolor, barbarie publicaban los medios de comunicación cuando se referían a un ataque guerrillero, el adjetivo lo colocaban los Estados Unidos según sus intereses políticos, bandoleros, rebeldes, guerrilleros, narcoguerrilleros, narcoterroristas, terroristas, con este último calificativo se quedaron las FARC, ELN, el IRA, ETA, LA GUARDIA REVOLUCIONARIA de Irán, y demás grupos del medio oriente especialmente palestinos y libaneses o cualquier otra agrupación que empuñe las armas para defender su libertad y soberanía, para mediante acuerdos políticos posteriores, alcanzar la oportunidad electoral, negada y asesinada, por la seguridad democrática, de los imperios. Los Estados Unidos y la Unión Europea se unieron para sancionar el terrorismo de los grupos en armas, olvidándose del terrorismo imperial, que lleva siglos afectando a la humanidad, de cuyo accionar la OTAN son cómplices y encubridores.

En el siglo 1ro., en Judea bajo dominio romano, los celotes grupo que luego se les conoció como los varones del puñal, luego los llamaron sicarios, grupo que tomó Masada cerca del mar muerto, tras matar a los soldados romanos, se fortificaron y desde allí atacaban a las fuerzas imperiales. En el año 73 Masada fue recuperado por los romanos novecientos celotes prefirieron suicidarse antes que rendirse a Roma. Algunos historiadores ven a los celotes como los iniciadores del terrorismo, tremendo error desde los inicios de la historia, hasta hoy en día, cuando la revolución bolivariana de Venezuela y Chávez, nos permite debatir, para darnos cuenta, que el terrorismo, tal como se lo conoce, es un concepto equivocado.

La ocupación militar por ejércitos imperiales que someten a los pueblos al asesinato, al terror de ancianos, mujeres y niños son en sí actos de terrorismo. El sometimiento es lo que hizo al imperio romano, al imperio alemán, al imperio japonés y desde la segunda guerra mundial al imperio norteamericano. Inundar la ciudad de cadáveres, sangre, en matanzas sin nombre, para sus propósitos expansionistas explotadores.

Es necesario escribir una nueva historia, actualizándola, el mayor exportador de formas de terrorismo es el imperio norteamericano en toda la tierra. Hay otras víctimas jóvenes del terrorismo, los niños de Sierra Leona amputados las manos y los pies cuando tenían uno o dos años, los niños de Afganistán que pierden ojos y dedos cuando juegan con minas tipo juguete, lanzados por el ejercito norteamericano, los niños mutilados de Colombia por los paramilitares, y el ejercito colombiano cuando bombardea y ametralla todo lo que esta abajo, los pobladores de Palestina mutilados, asesinados, cuando los Israelitas alfombraron con bombas de racimo los pueblos del Líbano, en fin, todo tipo de acción mortal contra civiles debe ser considerado actos de terrorismo. Los bombardeos aéreos, marinos, o ataques terrestres donde mueren civiles son ataques terroristas, con firma norteamericana. La utilización de armas químicas, biológicas, por la OTAN, la NATO, y el gobierno colombiano, en Kosovo, Afganistán, Vietnam, Irak, Cuba, Guatemala, Ecuador y la misma Colombia, son crímenes de lesa humanidad cometidos por los EEUU, son por lo tanto actos TERRORISTAS, o no.

La asimetría como táctica, no es utilizada solamente por grupos mal armados, pequeños o naciones del tercer mundo, la asimetría la emplea los Estados Unidos desde siempre, utiliza todos los medios a su alcance para lograr su propósito: Las invasiones culturales, económicas, religiosas, militares, originan influencia social política, permanente para desestabilizar a los países, son actos de terrorismo.

En lo que respecta a la iglesia la jerarquía eclesiástica responde a las órdenes de la casa blanca del Vaticano, contribuyendo al terrorismo. Predican que Dios utiliza el exterminio para castigar a los rebeldes, muchos líderes eclesiásticos interpretan con interés la Biblia para decir que Sodoma y Gomorra fue destruida con diluvio y fuego para castigar a los malvados, o nos dicen que Dios tiene sus razones para la guerra, para que exista la desigualdad, o como la encíclica de Juan Pablo II, EN 1988, que dice que un asesinato es pecado y que las muertes por actos de guerra no, tamaño despropósito de otro líder imperial, para justificar la amistad con los Estados Unidos, luego nos dicen que Dios es amor; confusión que arrastra la iglesia desde el año 1095 y por 2000 años hasta hoy. Confusión que se originó cuando los ejércitos cruzados durante 300 años al mando de papas y obispos atacaron al medio oriente para obtener el control de Jerusalén, no solo se mataron entre sí, sino que utilizaron sus espadas y lanzas contra los musulmanes. En 1099 los cruzados entraron en Jerusalén. “Tan grande fue la masacre que los canales y alcantarillas se llenaron de sangre inocente, lo dice Guillermo de Tiro, Clérigo e historiador del siglo XII. O cuando por la misma época los caballeros cruzados, utilizaron cadáveres infestados de peste, pulgas, piojos, a través de las murallas de las ciudades sitiadas, matando a millones de personas en Europa, causando la famosa peste negra, cuyo origen se relaciona con el Vaticano. Estos son actos terroristas, que la iglesia oculta, luego la definió con un concepto equivocado, sujeto a sus intereses.

Como ustedes ven, el terrorismo es una historia de sangre, el gobierno norteamericano se vale del terror para mantener el orden y la democracia, pero especialmente para controlar el mundo, cuyos resultados son totalmente opuestos a la prosperidad y estabilidad. La violencia, el odio, el temor son los resultados obtenidos por el imperio en todo el mundo. La verdad es que la política norteamericana ofrece derramamiento de sangre y actos muy crueles en el proceso. El sistema político norteamericano, después de décadas de terrorismo no ha podido resolver ni su situación interna para controlar su violencia interna y su voraz consumismo, peor la del mundo pobre, consecuencia de la explotación sistemática a casi todos los países de la tierra, su terrorismo globalizado no son la solución a las necesidades mundiales. Sus frutos no han sido libertad ni dignidad, son muerte, destrucción y sufrimiento, como lo sigue demostrando en estos años.

Hoy, para el imperio este terrorismo implementado, es uno de sus mayores problemas, la guerra de Irak, Afganistán, el plan Colombia, la utilización de la ONU como sus oficinas, la guerra asimétrica utilizada contra Venezuela, Irán, Siria, Cuba, Bolivia, Ecuador, ha demostrado a la humanidad que su permanencia en la tierra depende de la desaparición del sistema neoliberal capitalista del gobierno estadounidense.


RAUL CRESPO.


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Raúl Crespo


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