Fabricantes de experiencias

Las personas con alguna experiencia en campañas revolucionarias, saben que es imposible transmitir el sentir por medio del micrófono. Ese sistema no tiene valor práctico, ni cálido, es pura insensatez esperar algo desde un carruaje que se mueve con recelo y siempre al contraataque.

Los cerebros de la campaña de Chávez se han negado a ver las nuevas posibilidades del futuro, reduciendo el espacio al área de sus preocupaciones, a la consecución de una seguridad momentánea, por un triunfo electoral, solo para verse sacudidos por el impulso acelerador del oponente imperialista y oligárquico.

En una revolución se necesita imaginación y novedad, hechos y resultados, la estructura política encargada de los pormenores del PSUV por ejemplo, no tienen ni carisma ni imaginación, excepto para llenar calles y plazas. La campaña implica novedad, vierte un alud de innovación sobre la actitud, influyendo sobre las masas, haciendo añicos las relaciones entre viejos y jóvenes para un fin común. Derribando las escalas de valores del dinero, haciendo todo esto en un contexto de adelanto científico, espectacular, bello.

Chávez esta limitado por su seguridad, y ese es su talón de Aquiles, que aprovecha la CIA, la oposición y toda la maquinaria económica que impulsa a la oligarquía, para aprovechar esa creciente cautela, ese sudario de pesimismo, esa mengua del sentido del dominio en el pueblo, por las malas administraciones locales y regionales, también ese cansancio de la estructura política de gobierno por la falta de una autentica renovación.

Parece cada vez más caótico el equilibrio que prevalece en toda sociedad, el factor humano, entre los elementos conocidos y desconocidos de la vida diaria, entre lo rutinario y lo no rutinario, entre lo impredecible y lo previsible. La relación entre estos dos elementos o dos clases de elementos proporciona la vida cotidiana, que esta manejando también la oposición. Y cuando mas sube el nivel de originalidad y novedad, más sube el tono de la contra revolución, y de los candidatos, ya en campaña electoral por alcaldías y gobernaciones, con pugnas en el chavismo, en todo el país, que clase de partido político se espera en esas condiciones, partido sutilmente impuesto, o revolucionariamente participativo.

A menos que los fabricantes de experiencias del señor presidente comprendan que la revolución destruye relaciones de poder, para crear, no una sociedad cambiada. No una versión ampliada de nuestra sociedad presente, sino una nueva sociedad revolucionaria hacia el socialismo. Nos destruiremos a nosotros mismos al tratar de enfrentarnos con el mañana. Esta simple premisa no ha empezado aun a matizar la conciencia de quienes fungen como funcionarios dirigentes, espero, esperamos, que los ministros nuevos, ya posesionados desempeñen un diferente papel, en sus funciones, no solo por mandato presidencial, sino por convicción socialista, que permita decirle al presidente que esta equivocado, cuando lo este, no solo que se dediquen ha aplaudir por un estornudo, como los fabricantes de experiencias lo han hecho hasta ahora; deben con pruebas diarias, demostrar querer una revolución, para llegar a la conciencia colectiva.

Apenas si hemos aludido a la revolución bolivariana, con los enormes deseos de Chávez por producir amplios cambios en su proyección. Apenas si hemos mencionado las implicaciones de este impulso en la región, aventura, que antes que llegue a la nueva década, podría cambiar nuestras vidas y aptitudes de un modo aun imprevisible por la falta de ética de algunos funcionarios del gobierno, que conduce a un vació de autoridad moral. Revolucionariamente esto es inaceptable, Porqué lo que Chávez propone ahora, que fue lo que siempre propuso y no tuvo eco, combatir la corrupción, que por otra parte no debe ser relacionada solo con dinero, ese es un concepto equivocado, el burocratismo es parte de la corrupción, porque este, disimula la petulancia, el egoísmo, la prepotencia, la indiferencia y la corrupción, de un pueblo que pide ayuda a gritos, y no fue escuchado, por los mismos dirigentes del gobierno, los de antes y los de hoy también. Se paso por alto sostener la relación con el pueblo, de manera pronta, eficiente y amablemente, en parte, porque Chávez quiere absorber todo, y porque quienes lo acompañan no sienten la revolución, porque la cultura del dinero impuesta por siglos de capitalismo, ha hecho mella en nuestro humanismo, y porque esta no les ha hecho sentir el castigo popular a la deslealtad y traición revolucionaria de estos ineptos, mamarrachos, engreídos, funcionarios del gobierno, escondidos detrás de Chávez; el pueblo lo libero a UD, en parte de esa culpa comandante, pero ya basta, empiece escuchando al pueblo presidente, deje de lado a ese grupo de esbirros, métase en un tanque de guerra si quiere, pero escuche al pueblo, de lo contrario usted también es cómplice de negligencia, son 9 años, el pueblo esta incrédulo, lo escucha, pero ya no es como antes; sociológicamente nunca he descubierto caso similar en nuestro hemisferio, en la confianza entre un gobernante y la masa, pero ya empiezo a ver síntomas de fastidio, que no estaban presentes hace un año. En gran parte por la indiferencia revolucionaria de miembros de su gabinete, esta gente continua actuando como si nada, no les importa la revolución, peor el socialismo. Esta idea la vendió usted al pueblo Sr. presidente antes de la reelección del 2006, la cual el pueblo acepto, y esta es una revolución, que prácticamente solito a nivel externo usted construyo, internamente es lo que es, gracias al pueblo, se debe a el. Y si, es mucho bla, bla, es hora de rectificar, ojala esta propuesta no sea una salida de caballo y parada de burro, como la de los cinco motores, la revolución es constante, de todos los días, ya que siempre esta en peligro de ser sofocada. Castro, en una de sus discursos de 1962, decía: no se puede perder una hora, un minuto, un segundo, porque se pierde la esencia revolucionaria, UD, Sr. Presidente, ha derramado mucha de esa esencia del pueblo revolucionario, convoque ha debates frontales con sus ministros, gobernadores y alcaldes, para la rectificación de la revolución, hacia el poder popular, habrá miles representantes del pueblo, dispuestos a tratar temas sobre economía social, organización social, revolución administrativa publica, reubicación poblacional agraria, desarrollo urbano ambiental y socialismo ecológico, todo esto con los excedentes petroleros, por nombrar algunos temas, los cuales, los pueblos de América Latina quieren emular.

Las alianzas internacionales vacilan, los líderes políticos tiemblan en secreto, no por miedo al capitalismo, sino al ver que todo el sistema se les escapa de la mano. No es el capitalismo el que esta en crisis, sino la propia sociedad, su idiosincrasia, por ende su cultura, con independencia de su forma política, experimentamos simultáneamente varias revoluciones: La revolución de la juventud, la revolución del burocratismo, la revolución económica, de la educación, de la salud, la habitacional, todo un gran esfuerzo de Chávez, pero alejadas en gran medida del ideal del señor Presidente, por ende muchas revoluciones, ni una consolidada, excepto y por ahora, el liderazgo de Chávez, que gracias a Dios párese se dio cuenta de sus equivocaciones, sus últimos mensajes permiten pensar que así es. El enemigo igual de poderoso, no solo esta afuera con el imperio, otro mortal para el proceso, mas peligroso por lo escondido de su accionar, esta en la propia revolución, con el poder del SIDA del mañana, ya estamos viendo las consecuencias, son muy peligrosas para las revoluciones en la región. Ellos saben que apagando la revolución venezolana, el resto incluido Cuba, serán solo hogueras a punto de extinguirse con la primera lluvia.

Estos son síntomas indiscutibles de una estructura política interna improvisada, ya confundida y, de una sociedad atrapada en la angustia del proceso revolucionario, por los fabricantes de experiencias. Convergen pues, dos grandes fuerzas sociales, en un inexorable avance a la igualdad porcentual. Hecho potencialmente peligroso ya que solo quedaría, el mercado de los indecisos, por la elevación de la razón de la novedad y, esta novedad no se encuentra tan solo por una política venidera. El conflicto entre capitalismo y socialismo, parecerá insignificante. Pues, estos problemas Irán mucho mas haya de los dogmas políticos y económicos, afectaran la propia cordura para distinguir la ilusión de la realidad.

Las masas ya saben que no son minoría, nunca lo fueron, y que tienen un gran poder. Ecuador, Bolivia, son ejemplos de ello y de lo otro.


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Raúl Crespo


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