Derecho a réplica por publicación injuriosa contra coordinador Estadal MPS Anzoátegui

En virtud de la alevosa publicación hecha por José Canache La Rosa, en contra de mi persona (aunque el interés no sea en mi contra sino, por el cargo que ocupo en el MPS y el interés de un grupo de manipular esa función) exponiéndome de manera criminal al desprecio y al escarnio público, transformando un ataque político en el mas putrefacto albañal pensado. Debo comenzar por explicar que ciertamente a partir de finales de Marzo del 2.002, me vi expuesto y nunca lo he negado a un proceso de ataque que inclusive me llevó a estar preso durante cuatro meses por los hechos que refiere el cutre columnista, enfrenté como debe ser dicho proceso y finalmente se desmintieron en el transcurso del mismo algunos aspectos importantísimos como:

1) José Fernando Castro, nunca participó en forma alguna en ninguna de las fases ni de planificación previa, ni en las acciones materiales de ese horrendo hecho criminoso que segó la vida de dos respetables personas mayores. 2) José Fernando Castro, no mató a nadie ni planificó la muerte de ninguna persona ni colaboro con ello en ninguna forma. Pero entonces ¿Cómo me vi involucrado en ello?, eso tiene su explicación, y es que como profesional del Derecho, fui abordado por uno de los participes en ese hecho para que asumiera su defensa contándome en su momento todo lo que había pasado, DESPUES DE QUE SUCEDIÓ TODO (aproximadamente 1 año después de lo sucedido y pocos meses antes de descubrirse todo) negándome rotundamente a defender esa causa por dos razones fundamentales; asumo responsable y autocríticamente; el temor, el asco y el repudio que un hecho como ese me infundió en su momento y segundo no era el ámbito penal precisamente mi ejercicio como abogado, no obstante le sugerí a la persona que en su momento me dio su confesión que se entregase a las autoridades y recomendé acudir a otro abogado para que asumiese su defensa, y el negarme a ello significó que fui amenazado de atentar contra mi familia lo que mas me aterro como padre, esposo e hijo, entendiendo que si fueron capaces de cometer ese crimen no dudarían en atentar contra alguien mas y pretendiendo atenuar el silencio de lo que supe en mi secreto profesional como abogado, callé hasta que todo se descubrió y así lo declaré en su momento ante el Juez, no obstante, el haber tenido conocimiento de los hechos y el no haberlos denunciado, configuró el delito de encubrimiento por el cual fui acusado y lo cual con mucha dignidad admití sin mas discusión pues estando preso trataron en tres ocasiones de atentar contra mi persona.

Esta admisión trajo como consecuencia mi libertad bajo la condición de periódicas y frecuentes presentaciones que cumplí cabalmente, SENTENCIANDO finalmente la Juez del Tribunal Único de Ejecución Extensión Tucacas, del Circuito Judicial Penal del Estado Falcón el cumplimiento total y consecuente extinción de la responsabilidad criminal, por sentencia definitivamente firme que anexo al presente escrito para su demostración. Ahora bien tomando en cuenta lo dicho, sin pretender excusarme en forma alguna con ello, lo cierto es que cumplí y me redimí con ese cumplimiento pero pareciera que quien me ataca pretende no solo juzgarme nuevamente sino que pretende inculparme con saña peores cosas y mas aún alimentar odios hacia mi persona, sepan que el horror vivido en lo que me sucedió es aún peor que la muerte misma y por ello no lo deseo ni a mi peor enemigo. Después de salir de todo ese tormento y aun antes de ello siempre me he dedicado al trabajo digno y honesto y estoy seguro será comprensible a cualquiera lo que expliqué, pero pensemos aún mas, es que acaso habiendo cumplido mi deber, habiendo dado la cara con valor, siendo exonerado por tal cumplimiento ¿Es que acaso no tengo Derecho a redimirme, a llevar una vida digna y tener un trabajo honesto que me permita inclusive dar el aporte necesario a mi familia?, ¿Quién se cree ese destructor y como puede llamarse socialista alguien que no lucha por la reivindicación del hombre?, pretende seguro que debo ser un delincuente y en eso no pienso colaborar con ello ni ceder.

El ataque no es contra mi desempeño pues no me dice que soy corrupto ni que he cometido acto de corrupción alguno, el ataque no es casual pues a menos de un mes de asumir funciones, intentaron armar una pantomima de interpelación sin interpelar, usando el Consejo Legislativo Estadal para ello y también les hice frente sin que me pudieran imputar irregularidad alguna. Ese ataque putrefacto de la peor calaña y que demuestra que personas como esas no merecen en forma alguna guiar estructuras de este proceso; antónimo de esas formas; quizás se deba a que soy de formación y convicción Comunista, Marxista Leninista, quizás se deba a que disciplinadamente acato mi línea de mando que no es otra que la del Ministro, Presidente y Pueblo, quizás se deba a que no estoy ganado a no ceder ni un ápice en prestar mi labor para la manipulación de los nacientes Consejos Comunales en el Estado Anzoátegui, quizás se deba a que evitar esa manipulación aleja a algunos de los recursos que los consejos comunales reciben del Gobierno nacional, quizás accionar de manera sincera sin ánimos protagónicos ni proselitistas en las comunidades los haya lesionado eso ya se sabe, quizás mi intención de articulación respetuosa y no manipulación haya motivado esos ataques. Pero el putrefacto reportero (por sus notas), que muchos en el Estado conocen, es afecto de intereses políticos pues se desempeña como Director del Archivo General de la Gobernación de este estado lo cual es un hecho público y notorio en Anzoátegui y que como funcionario ha debido cuidar pues acciones como su escrito restan debidos meritos al equipo de su entorno.

Es por todos conocidas las contradicciones que representa inmiscuyendo en ello de manera irresponsable otras personas de mucha honorabilidad y respeto como el Diputado Hugo Márquez, el Viceministro inconsciente de lo que es el respeto y el honor de las personas. Esas acciones evidencian que dentro del proceso existen enemigos rotundos del trabajo honesto pues los perturba no mi antecedente lamentable si no la dignidad y la honestidad con que trato de cumplir mis tareas, no ha puesto al descubierto nada que mi cercano entorno conoce y que mis verdaderos camaradas y amigos lamentaron mucho por conocerme en verdad y una vez mas asumo mis responsabilidades desnudo de verdades con la cara en alto y dispuesto a seguir siendo un hombre honesto a pesar de cualquier error pero agradezco que quien me juzgo en su momento no haya sido tan vil como quien pretende arrebatadamente hacerlo hoy, no obstante pido perdón por él y su lamentable escrito y como revolucionario lo invito a deponer esas formas y corregir como otros lo hemos hecho para dar nuestro mejor aporte. Finalmente quiero agradecer, todos los mensajes, gestos de solidaridad y reconocimiento recibidos hasta por personas del entorno de mi atacante que lamentaron y deploraron la inmoralidad y el bajo talante esgrimidos en ello.

Lea aqui el artículo donde se denuncia al Sr. Castro


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