Las mascotas y su mensaje en eventos deportivos

* Con el objetivo, en esencia, de promover eventos y protagonizar estrategias de mercadeo, hace más de cuarenta años nacen las mascotas deportivas. Sin embargo, con el tiempo, se han sumado nuevos propósitos.


* Excelente idea incluir especies en extinción como imagen de juegos nacionales e internacionales. Es una oportunidad para difundir una cultura ecológica que el planeta exige urgentemente.

Hace más de cuarenta años con Willie (el león mundial de fútbol Inglaterra 66) se dio origen a las llamadas mascotas deportivas. Estos simpáticos personajes, cada vez con más fuerza, abren corazones y generan inmensas ganancias. Por lo general conquistan el amor de niños y jóvenes, pero también captan la atención de adultos ¿Cuál recuerda? ¿Qué mensaje dejó en usted?

La selección de una o varias “mascotas” es actualmente parte obligatoria en encuentros deportivos. Desde su origen han tenido como misión promover el evento: lo han hecho en la tierra y también en el cielo… ¿Por qué lo decimos? Misha (Moscú 80) en su labor de difusión viajó con dos cosmonautas al espacio.

Otra característica de las mascotas deportivas es ser protagonista de gigantes estrategias de mercadeo. Este rasgo no sólo se ha mantenido, sino ha aumentado exorbitantemente. Analistas aseguran que fue en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 84 (Estados Unidos) cuando se dio “apertura al mercantilismo”. Lo lamentable es que en ocasiones, los propósitos mercantiles poseen tal voracidad que, termina por opacar, el motivo original que llevaron a la selección de la mascota.

En todo caso, con el tiempo, cada quien ha sumado nuevos propósitos. Por ejemplo, algunos tratan de realzar valores nacionales, como “El Chasqui” (mensajero en los tiempos del Imperio Inca) en la pasada Copa América Perú 2004. O nuestro “Cafecito” -sentimiento nacional- en los XVI Juegos Nacionales Andes 2005, dónde la mascota representaba un grano de café, centenario rubro agrícola símbolo de unión entre Mérida, Táchira y Trujillo, estados sedes de la contienda.

Todos persiguen un mensaje de amistad, pero en especial es de rememorar a “Amigo” colorido papagayo (ave) que fue la imagen de los Juegos Panamericanos Indianápolis 87. Y al simpático Hodori en Seúl 88, un tigre que según leyendas coreanas, es amigo del hombre.

Otros pretenden fortalecer la no discriminación. Es el caso de El Sol Caué (Juegos Panamericanos 2007 recién inaugurados en río de Janeiro, Brasil) que realza la consigna “…así como el sol, el deporte es para todos”

Pero queremos hacer énfasis en las mascotas, especiales representantes de nuestra flora y fauna terrestre. La aclaratoria se debe a que se les llama mascota a todas y todos, pero en ocasiones son seres humanos, muchas veces niños, a quienes deberían dársele otros calificativos.

Son decenas las inolvidables mascotas en juegos deportivos internacionales. En los mundiales recordamos a Naranjito (España 82). Pique -chile- (México 86). Strike -perro- (Estados Unidos 94). Footix –gallo- Francia 98. En las olimpíadas: Waldi -perro salchicha- primera mascota oficial olímpica- (Munich 72). Amik -castor- (Montreal 76). San -águila calva- (Los Ángeles 84).Cobi -perro ovejero- (Barcelona 92). Izzy -sapo- (Atlanta 96). Milie, Ollie y Syd en Sydney 2000, en especial en aquella olimpíadas, Syd fue elegida como “defensora de la naturaleza”.

En los Panamericanos: Coqui –sapo de Puerto Rico, primera mascota panamericana- (San Juan 79). Santiguito –león- (Caracas 1983). Tocopan – simboliza al Tocororo, ave nacional de Cuba- (La Habana 91). Lobi –León Marino- (Mar del Plata 95). Cotorrita y Pato Panamericano (Winnipeg 99). Y en la Copa América: Choclito –sonriente mazorca- (Ecuador 93). Torito (Uruguay 95). Por supuesto nuestra guacamaya bandera Guaky (Venezuela 2007) y otros.

Mascotas deportivas… ¿en extinción?

La guacamaya bandera, Guaky, es la mascota de la Copa América 2007 en Venezuela. Una de las razones que originó su diseñó y propuesta es que se encuentra en peligro extinción.

Actualmente, bajo la categoría de “vulnerable”, esta especie forma parte del “Libro Rojo de la Fauna Venezolana”. Su población habita una extensa zona que cubre desde México hasta Brasil. En los últimos años debido a la disminución de las áreas donde vive y la excesiva comercialización, su población se ha visto amenazada, al extremo que en países como El Salvador ya se le considera extinta. Esta es la actual realidad de la familia de Guaky.

Pero al otro extremo de esta realidad, Guaky es la imagen de una multimillonaria campaña de mercadeo. La empresa brasileña Traffic Sport es quien por disposición de la Confederación Suramericana de Fútbol, está encargada exclusivamente de los derechos de comercialización. Su presidente Julio Maris, antes de comenzar esta Copa América, proyectaba que se moverían unos 500 millones de dólares por concepto de publicidad en transmisiones de televisión, radio, vayas y materiales de mercadeo. En todas estas áreas aparece o se menciona a Guaky… ¿Acaso por derecho de imagen (aunque no exista contrato) alguien ha pesado, por lo menos, hacer donaciones para fundar o fortalecer programas de conservación de la guacamaya bandera y otras especies en peligro de extinción? ¡Sería justo que la familia de Guaky y otras especies reciban algo de las ganancias!

Tal vez no sea una norma, pero debería establecerse que en eventos deportivos internacionales o nacionales, un porcentaje de las ganancias sean utilizados en programas de conservación de la especie que ha servido de imagen de los juegos y, otras, que en el territorio o continente, se encuentren en peligro de extinción.

Guaky no es la primera especie en riesgo que ocupa el lugar de mascota de un evento internacional de tanto renombre. Ya en el marco de la Copa América Paraguay 1999, se seleccionó El Tagua, un mamífero que vive en la zona más árida del gran Chaco. Se consideraba extinto, pero en la década del 70 se encontraron ejemplares. Por la caza ilegal y la destrucción de su hábitat, está en peligro de desaparecer.

En los Panamericanos Santo Domingo 2003, El Manatí, representado por Tito, fue la mascota de esa edición. Al Manatí se le conoce como la vaca de mar y su caza indiscriminada, entre otros factores, la han puesto en riesgo. Durante los juegos 2003, se aseguro que Tito simbolizaba el compromiso del pueblo dominicano en defender la ecología.

Excelente idea incluir especies en extinción como imagen de juegos nacionales e internacionales. Es una oportunidad para difundir una cultura ecológica que el planeta exige urgentemente.

¡Pero debemos estar alertas! ¡Son dos las razones! En principio que la promoción oriente a proteger efectivamente las especies y no ha incentivar su comercialización como sucedió, por ejemplo, con búhos y culebras por las películas de Harry Potter.

Y evitar que la euforia por los juegos, las grandes campañas de mercadeo y las astronómicas ganancias obtenidas, arropen y dejen en último plano, los propósitos ambientales de estos eventos ¡De nada serviría la intención inicial! No perdamos la oportunidad de promover el deporte y defender el ambiente… ¿Dos goles de un solo tiro?

luis.madretierra@gmail.com


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