• El uso político de las drogas para justificar intervenciones militares, la permeabilidad de la banca internacional que se presta a lavar dinero ilícito y la falta de una estrategia global para crear conciencia sobre la gravedad del consumo, hace cada vez más difícil la posibilidad de enfrentar con éxito este fenómeno que hoy sacude la sociedad mundial.

Las Redes del  Tráfico de Drogas, se parecen a la mención que hacen en el Oriente y Llanos venezolanos, del Cuero Seco,  al que pisan por un lado y se levanta por otro y la historia se repite sistemáticamente.

Desde hace mucho tiempo se emprenden las llamadas guerras contra las drogas (Richard Nixon 1971- Plan Colombia Bill Clinton y Pastrana 2000) y estas cada vez más, surgen con nuevo impulso, formas y maneras, sorprendiendo en cierta forma a los que dicen combatirla, que no encuentran la forma  de apuntarse un éxito y mantienen al  mundo Cabeza Abajo, sin estrategias que frenen este fenómeno social que afecta a nivel global.

Y si miramos retrospectivamente, como ha sido esa denominada guerra, podemos observar algunos puntos débiles  en este enfrentamiento que se les puede apuntar a los que supuestamente la combaten.

Lo primero que se debe entender es, que no es fácil luchar contra algo que genera placer, además de otras variantes que ya no pueden ocultare como por ejemplo, utilizarlas como medios para hacer grandes fortunas o para su uso político, en desmedro de una estrategia que genere conciencia y educación, para los millones de personas que las consumen.

El mayor éxito de los Traficantes de Drogas, es que existe en el Orbe, millones de personas que las buscan, desean y consumen. Si las drogas no se consumieran, no existiría el Tráfico y el problema estuviera resuelto.

Pero cada día vemos como el fenómeno de las drogas se hace más complejo, al punto de constituir una verdadera maraña de intereses, intraficable, difícil de enfrentar. Y es que las drogas además, de constituir un problema de salud pública, se ha convertido en un negocio y ha sido utilizada para intervenir naciones y condicionar soldados para la guerra (ergo Vietnam).

Si la organización y actuación de los Carteles, es ya un verdadero reto a enfrentar, a eso debe agregarse, que el mundo de los Traficantes de Drogas se expande y extiende a otras esferas que aparentemente se mantenían bajo la sombras.

El Presidente de Colombia Gustavo Petro, en declaraciones recientes ha dicho:

 “Denuncio la existencia de  la Nueva Junta del Narcotráfico (NJN), es —según el propio mandatario— uno de los más peligrosos enemigos del Estado colombiano. Sus tentáculos van más allá de la cocaína: alcanzan los negocios de las esmeraldas, el fútbol y las empresas privadas de seguridad. Y parte de su cúpula, según fuentes de inteligencia, vive hoy en Madrid”.  

En esas declaraciones se pone de relieve, que el negocio del Tráfico de Drogas se irradia también, a otras vertientes como a los Deportes,  las Empresas de Seguridad, el tráfico de Esmeraldas y pare de contar. 

Esa nueva Red, de acuerdo a las declaraciones de Petro:

“La red ha echado raíces en Dubái, México, Turquía y España. Sus jefes, a diferencia de los viejos narcos, siempre han sido discretos y prefieren pasar por directivos antes que por gánsteres. El dossier los llama “narcos invisibles”.

Es decir, que además de los países  señalados en otras oportunidades,  por las Organizaciones Internacionales  como altos consumidores de drogas y lavadoras de dinero sucio, ahora se suman nuevos actores y escenarios  que se mantenían bajo la sombra.

Vemos a grandes rasgos la amplitud del fenómeno, tan extenso y complejo que no sólo abarca a los millones de consumidores de las diversas drogas  que existen hoy en el mercado, sino, al número de países involucrados, donde a través de sus bancos, organizaciones criminales y élites políticas, participan en el negocio, lo que hace más complejo el Tráfico de Drogas, por la multiplicidad de intereses que están en juego.

Visto de manera macro, el fenómeno del Tráfico de Drogas o  “Narco Tráfico”, término a veces mal utilizado por los medios de comunicación, no es un problema en particular, de un país, sino, de la Sociedad Mundial en general y en ese sentido debe enfrentarse, también,  de manera global y concertada.

Ningún país en particular, podrá enfrentar con éxito al Tráfico de Drogas, si lo intenta solo, porque para tener medianamente éxito en un problema tan complejo, de tantas aristas, se requiere de una estrategia global, donde se incluya necesariamente planes concretos de concientización y educación, para que conscientemente las personas conozcan los riesgos que implica el consumo de drogas y las rechacen.

Si no se entiende, que el consumo de drogas es perjudicial para el ser humano, es muy difícil detener el apetito por su consumo y siempre habrá entonces, quien irresponsablemente, por lucro, las produzca, procese, las siembre y las ofrezca para obtener ganancias a costa de las vidas que se sacrifican.

El Tráfico de Drogas hoy, es un problema mundial, no de un país en particular y la lucha por detenerlo debe ser igualmente global, sin anteponer intereses políticos que la dirijan a otros fines, distintos a la contención misma del fenómeno.