En el Siglo, (XXI), en que entramos se refleja por igual, las mismas leyes que ya no soportan las figuras, simbolismos y los artificios pueriles que dan lugar a nuevos dogmas que dan culto a las formas. Queda entendido, que la perpetuidad de los dogmas mismos nos lleva a una conducta inflexible y más cargados de pequeñas observancias, al mismo tiempo, que los hombres se hacen más iguales, pronte se vería reducida a una comparsa incrédula, cuya multitud reflejaría unas celadas incrédulas a su propia verdad.
Los ciudadanos, (as), se realizan preguntas sobre la obsesión del presidente Nicolás Maduro de parecerse más al comandante Chávez Frías y crear tensiones y fatigas políticas al acercarse más al Asía Menor y calcar Acuerdos de Cooperación similares que nos trae contradicciones culturales, de principios y valores, ya que somos representantes distintos a una realidad territorial.
Los procesos ideológicos avanzan, y desde el inicio de la historia del mundo historiográfico, los legisladores y magistrados conforman el único cuerpo aristocrático que pueden moderar los movimientos del pueblo. Ellos, están sujetos a una institución de jurado civil, donde se encuentra la misma fuente de su poder. Aunque, esta aristocracia regula el instrumento de control de poder, y no tiene más poder que la aristocracia, burguesía y los que se creen feudales que, buscan colonizar con sus ideas primarias a los vecinos comunitarios.
En este terreno jurídico- social, el juez y el jurado son iguales, tienen el mismo cuerpo institucional, y los procesos civiles no tienen, más que la apariencia de un litigio o de un cuerpo jurídico- social- policial.
Los pueblos democráticos, deben entender que el origen de estas leyes fue dada en Francia, Inglaterra, Estados Unidos de Norteamérica, con influencias del Derecho Canónico Romano. En nuestro caso, somos un país monárquico, donde los jurados se pronuncian por la sentencia que el juez ha dado o otorga para bien o mal de los inculpados, sin derecho a la defensa por ser un delito de menor a mayor categoría, según sea nivel tendrá prioridad de nombrar un Licenciado en Leyes o Doctor en leyes. En Venezuela se les dice a todos Doctores, esto es una falsedad, para ser Doctor en leyes debe estudiar cuatro años más en una instancia académica superior adscrita a la Universidad donde curso estudios de tercer nivel u otra certificada por el Estado.
El jurado, que parece disminuir los derechos de la magistratura, funda pues, realmente su imperio. Y, no hay países en que los jueces sean tan poderosos como aquellos en que el pueblo entra en el reparto de sus privilegios.
Hemos, recorrido un largo camino histórico, desconocemos como mantener la República Democrática en el Nuevo Mundo. Hay tres herramientas, la primera es la forma federal, le permite a la Unión, gozar del poder de una gran república, y fueron los norteamericanos los primeros en aplicarla en América. Y, de la seguridad que son dadas en los Condados Y Ciudadelas.
La segunda, se encuentran las instituciones municipales que, moderando el despotismo de las mayorías, dan al pueblo, al mismo tiempo, la afición a la libertad, y el arte de ser libre.
La tercera, se encuentra en la constitución del poder judicial. Sirve para corregir los extremos y extravíos de la democracia.
Estoy convencido, de que no hay naciones más expuestas a caer bajo el juego de la centralización administrativa, que aquellos cuyo Estado es democrático. Hay una verdad absoluta, los países del Nuevo Mundo desaparecerán sí los Estados Unidos no interviene. Los países del Asia Menor tienen principios, cultura y valores nominales. Y diferentes a la gran América que sueña Trump. El poder social debe descentralizar todo poder, y debe estar subordinado al poder popular. La debilidad, no se encuentra más que en ciertos detalles de la acción gubernamental.
Existen diversos enfoques en el que el poder se diluye, cuando llega al Estado a nombre de una revolución, sea militarista o civil., le da paso al liberalismo, identificándose con la neutralidad. Lo que hicieron con el Che, CAP y Chávez fue un vandalismo político, manejado en un cruce de burbujas y ejes.