Me encontraba en casa de algunos amigos, a la expectativa, esperábamos la llegada de Edmundo, con todos los (ex) que lo acompañarían, vuelo de alto riesgo, por el pesado cargamento de basura que llevaba, recordemos que también venía el Súper Agente 86, con su capsula de secreto y la agente 99, con sus guarda espaldas.
La expectativa crecía y crecía, hasta llegar al suspenso. La Redes informaban que en este vuelo especialísimo vendría también, Elón Musk, quien aprovecharía el viaje como práctica a su futuro traslado a Marte y Erik Prince quien había declarado "Ya casi" tenemos, el morral de dólares con el que pagaremos la recompensa por detener a Maduro.
Estábamos de manos atadas, que se podía hacer frente a esa poderosa comitiva, que era esperada en Venezuela, por una encapuchada que los había invitado, respaldada por el Tren de Aragua, El Tren de los Llanos y el Ferrocarril del Furrial.
Hacíamos un paneo por las transmisiones de tv internacionales y nacionales, cuando de repente, con el jingle tradicional con que informan las noticias urgentes, el locutor de guardia espetó: "nuestros reporteros, desde el propio lugar de los hechos, La Bombilla, en Petare, nos informan, que al espanto encapuchado le robaron la Cartera, que para más señales, la víctima, dice que es de color azul claro, tirando a eléctrico".
Nos miramos las caras y uno de los presentes dijo, pero esa no es la que te conté. Si dijo otro, la misma, que supuestamente estaba enconchada, huyendo del régimen.
Todos dijimos, al unísono, este es un golpe certero del régimen, porque allí deben estar las coordenadas de todo el plan urdido por los (ex) y el Súper Agente 86, para derrocar la dictadura.
Mientras reflexionábamos sobre este atentado contra las fuerzas liberadoras nos pasó por la mente, una salsa de los años sesenta "Se me perdió la cartera" interpretada por Larry Harlow y una rancherita "La Mochila Azul", de Pedrito Fernández.
Pero volvimos rápido a la realidad, no era cuestión de juego, el régimen había asestado un golpe maestro. El Robo de la Cartera Azul, dejaba al desnudo todos los planes opositores, lo que quedaba era enconcharse y esperar si anunciaban, el contenido de la Cartera Azul. La oposición, llamó a los conductores del Tren de Aragua, Tren de los Llanos y al Ferrocarril del Furrial, para que estuvieran prestos, por si tenían que abandonar el país, aunque fuera rumbo al Dairen.
Ya en horas de la tarde se anunció que daría a conocer el contenido de la famosa Cartera. Se daría una rueda de prensa, encabezada por el Amigo del Ministro de Seguridad.
A las dos en punto, a la misma hora que mataron a Lola, en tres mesas, debidamente acondicionadas se esparció el contenido de la Cartera. Había tantas cosas, que algunos dijeron, esto no era una Cartera, sino, una verdadera Mochila.
El Amigo del Ministro, tomo un objeto pequeño y los mostró al enjambre de reporteros y camarógrafos que se empujaban por obtener la primicia. Algunos decían seguro que es el control de un Dron Inteligente, pero no fue así, era un labial rojo. Prueba importantísima porque semanas antes, los opositores llamaron a todos sus seguidores a pintarse de rojo los labios como acción de protesta. El labial se veía que estaba usado.
Seguidamente, el Amigo del Ministro, mostró tres capuchas, de colores diferentes, que serían utilizadas por el espanto para disfrazarse y evadir la acción policial, una de ellas era roja, quizás con el propósito de infiltrarse y generar confusión en las marchas del gobierno.
La tercera evidencia presentada fue un frasco de Vinagre, que se utilizaría para neutralizar la acción del régimen con gases lacrimógenos, de pimienta mezclada con jengibre, creación malevola de los órganos de seguridad oficiales.
La curiosidad acicateaba a los corresponsales que no salían de su asombro.
Cuarta evidencia, pasajes de ida sin retorno, para abordar a los trenes y ferrocarriles mencionados con destino a los Ángeles, California, pero como allí, había un incendio descomunal, se hizo a mano un nota que decía, en caso de emergencia, dejar el basurero en Miami.
Quinta evidencia, a estas a muchos periodistas no les pareció relevante, pero a otros, pensaban que tenían fundamento en el proceder del espanto, eran facturas de citas a médicos psiquiatras tanto de Venezuela como en España. El de España estaba refrendado por el Instituto Dr. Carbonell, con sede en Palma de Mallorca.
La Sexta evidencia no dejaba duda de los propósitos ocultos del espanto encapuchado, era concluyente: Una foto de Maduro, embadurnada con hollín, al lado de una calabaza y junto a una Cruz de San Pedro Invertida. Hechizo recomendado por los brujos que ayudaron a la espectacular y escalofriante fuga de su asesor de Seguridad, que por cierto será ahora llevada a la pantalla chica.
Por último, el Amigo del Ministro, que ya se le cansaba el brazo de tanto alzarlo enseñando evidencias, mostró un mapa de las caletas, que los capos del narcotráfico colombiano habían cuidadosamente ubicado, con armas y drogas para ser enviadas al mercado y de esta manera obtener financiamiento.
Hay pánico en el parque. Luego de estas gravísimas denuncias y evidencias tan relevantes, el espanto y sus seguidores andan en desbandada. El espanto, lo único que pudo repetir, fue una frase que dijo antes de su viaje turístico a España, a los que hoy están presos: Sálvese quien pueda, que yo estoy pirada.