Preparando la resistencia

Después del 10 de enero el chavismo espiritual, el chavismo verdadero quedará emboscado entre dos bandos en pugna por el control del gobierno y un mismo destino: la restauración del pasado. No es un sueño lo que Venezuela y el mundo vivió con Chávez como líder de la primera revolución del siglo XXI, fue el primer ensayo socialista luego de que el mundo capitalista decretara el fin de la historia. Su recuerdo quedó en la memoria de muchos, y en particular del pueblo chavista, que muchos ahora no acaban de descifrar las contradicciones y disparates del madurato, de Maduro y su gobierno de resentidos escaladores, cuando se auto califican de chavistas, o hijos de Chávez, haciendo lo contrario a los que haría Chávez.

Después del 10 de enero habrá definiciones. Hoy se sabe con claridad el rumbo político del gobierno de Maduro a través de las nuevas privatizaciones de las empresas de Guayana, de 130 empresas del Estado (que se suman a las restituidas a manos privadas en años anteriores), ordenadas por el ejecutivo. Se sabe que los esfuerzos de desviar la atención de las políticas privatizadoras han sido en vano, que el congreso de las generaciones es pura ilusión de circo y deseos nostálgicos. La expectación está puesta en el 10 de enero. Para eso se preparan todos, maduristas y mariacorinos, y el resto que no sabemos cómo vencer tamaña manipulación capitalista, la que mueve los hilos en los dos lados de los que pugnan.

Se ha hablado de la conformación de una junta de rescate socialista, una junta de reconstrucción nacional, de reinstitucionalización, pero nada cuaja, pareciera que el mal del oportunismo no termina, el revanchismo marginal no termina jamás, no se acaba nunca. Los nombres de estas juntas no amenazan a nadie, no dicen nada,.. y lo dicen todo. El fondo del problema político del país es ideológico, no es solo político, por eso nada cuaja. Ninguna resistencia nominal y sin objetivos políticos ideológicos claros, puede cobrar una forma concreta, en ella se cuelan siempre zorros y camaleones oportunistas.

Para los chavistas, la junta debe ser patriótica, y se debe constituir sobre un plan político ideológico socialista y chavista, porque Chávez nos legó un proyecto, un plan de acción que nunca se ejecutó, un plan claramente socialista. ¡Patria socialista o nada!, en Chávez esta consigna tiene peso político, no es una alocución huera. Para nosotros ya hay un líder potencial de la resistencia, que es Rafael Ramírez, el heredero lógico y natural de Chávez, el más capaz y de más experiencia y autoridad política y moral.

No es tiempo de mezquindades, si hay otro que reúna sus cualidades que dé un paso al frente, sin falsa modestia. Es tiempo para que emerja la verdad y la honestidad. Nosotros apostamos por Rafael Ramírez porque sus méritos son públicos y documentados, están por encima de muchos, y de las calumnias y chismes de sus enemigos maduristas, y de la derecha yanqui, mayamera, más sabia, más inteligente y letal, que el simple recelo, que la envidia y maldad marginal madurista.

La resistencia supone un esfuerzo moral para unir fuerzas sobre un plan de acción política socialista, no puede ser de otra forma. La democracia burguesa no da para restituir la Constitución bolivariana vigente y no da para re-institucionalizar al país. El objetivo de cualquier junta de salvación nacional debe ser moral y éticamente más ambicioso, estratégico, no pragmático, solo para restituir la vieja democracia burguesa de la cuarta república. El reto es hacer real, hacer posible la democracia socialista, participativa y protagónica de Chávez con hechos prácticos, debatir y convencer a las masas con ideas claras y acciones claras, motivar, movilizar, entusiasmar a la masa chavista, hacer que "el viento encienda la cebada".

El mundo capitalista ya está sobrecargado de estupideces, como para que los socialistas nos rindamos a las banalidades del chisme y de todo aquello que no tiene ninguna importancia trascendental para el futuro de la humanidad. Estamos en la puerta del infierno, o peor aún, de la nada. La nada que nos espera, si se desata una tercera guerra nuclear mundial. Nada inverosímil, considerando la megalomanía de los líderes que manejan los arsenales militares del planeta. Y si no es el chingo, nos coge el sin nariz; la devastación de la vida natural, del modelo de producción capitalista, el calentamiento global y el desequilibrio atmosférico, la escasez de agua potable, las inundaciones, el volumen de los océanos, la desaparición de islas y países completos, eso ya está pasando pero al capitalismo lo niega y lo oculta.

Hay un debate científico entre las razones capitalistas y las razones de los ecologistas, ambientalistas, científicos con voluntad de conocer la verdad de la degradación de la vida, para no justificar el economicismo del capitalismo. Para eso existen dos testimonios incontrovertibles y dramáticos, el de Al Gore (ex candidato demócrata), autor del documental llamado "Una verdad incómoda" y del documentalista inglés David Attenborough (ninguno de los dos son socialistas, pero…), los cuales llegan a una misma conclusión: "hay que cambiar el modelo de producción capitalista, si queremos que continúe la vida humana y la vida en el planeta, tal y como la conocemos".

Dos científicos verdaderos al servicio de la humanidad, no del poder, del capitalismo y de sus prejuicios estúpidos sobre crecimiento económico, desarrollo económico, progreso económico, para esconder sus fines mezquinos de privilegiar las condiciones de vida de una minoría – el grupo de Bilderberg, mont pelerin society, el grupo de Roma, etc…. – Los dueños del mundo que ven desde lejos cómo se muere el planeta y la humanidad, conscientes que hasta entonces ellos estarán muertos y enterrados ("BlakRok", modelo capitalista de la degradación moral actual).

Para darles alimento a los conspiranóicos, esta es la verdadera conspiración, la que todos vivimos a diario, a través de lo que nos impone la sociedad capitalista con su lógica de la destrucción. Estamos hablando de una vuelta a un pasado miserable de la humanidad que nos tiene a todos al borde de la extinción, de la nada; esta es la verdadera conspiración.

La resistencia a la restauración capitalista debe ser consciente de su compromiso con la humanidad. No se trata de resolver problemas cosméticos. Se trata de conmover al mundo en la consciencia sobre el valor de la vida, humana y natural; construir una sociedad socialista, sin prejuicios burgueses, sin consumismo neurótico; de respeto por la vida y por la naturaleza. Ningún sacrificio es inútil por la revolución socialista, hay que hacerla, o intentar hacerla siempre, este debe ser nuestro norte político, nuestra idea rectora. A esto es lo que teme el capitalismo y occidente, al socialismo.

El socialismo como símbolo supera, inclusive, la mala conciencia de los políticos e intelectuales pusilánimes que se llaman "izquierdistas".

Chávez nos hizo conscientes de que el socialismo, en pleno siglo XXI era posible, Chávez el hombre, no el chavismo hipócrita, pusilánime, Chávez el capitán, el comandante, hombre del futuro.

Ahora, después de muerto, cualquiera es mejor que Chávez o es el intérprete de sus ideales, ocultando la verdad.

Sin socialismo, sin una ideología de resistencia social a la lógica del capital, ninguna coalición política de resistencia será victoriosa, toda resistencia al capitalismo reclama un compromiso político, un juramento sagrado a favor de la justicia y la igualdad social, para racionalizar y nivelar las cargas del planeta, defender la vida y la humanidad en cualquier parte del planeta.

POR LA RESISTENCIA SOCIALISTA, Y EL PLAN DE LA PATRIA DE Chávez

 



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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