¿Cómo se gana una guerra?

Observando el panorama mundial que nos presenta conflictos armados en diversos países y continentes, me surgieron una serie de interrogantes que no tenía claras y quisiera compartir con mis lectores.

¿Cuáles son los motivos para ir a la guerra? Y sobre todo ¿Cómo se gana una guerra?

A la guerra pienso se va por algún motivo específico, no porque irresponsablemente, se me ocurra ó "por que me da la gana".

Para tomar una decisión belicista, donde se pone en juego la vida de miles de personas y según su magnitud, en las mundiales millones, además de las consecuencias a futuro en varias generaciones, debe haber algo que la justifique.

Si hacemos una ligera retrospectiva de tantas guerras y conflictos desde que el mundo es mundo, podemos apreciar que son múltiples y variadas.

La respuesta académica es: "Las causas de las guerras pueden ser territoriales, económicas, políticas, religiosas, ideológicas o étnicas".

Quizás, la respuesta es lo más general, que llevada al plano específico se traduce en defensa de territorios (guerras coloniales); cuando se trata de imponer a otras naciones sistemas económicos y políticos; cuando se trata de imponer criterios religiosos o sencillamente por diferencias raciales y tribales.

La pregunta de la cien mil lochas es: ¿Esas causas justifican la guerra?. Al responder esta pregunta, quizás no haya una respuesta unánime, ni siquiera consensuada. Siempre habrá argumentos de uno y otro lado para justificar las opiniones en pro ó en contra. La pregunta queda para la reflexión.

Pero si esta es difícil de responder, por los criterios políticos, religiosos e ideológicos en general, que están en juego, más difícil será responder a la siguiente: ¿Cómo se gana una guerra?

Vuelve la respuesta académica: Cuando se cumplen los objetivos y estos pueden ser políticos e ideológicos, religiosos, militares, territoriales etc.

Traducidos a lo concreto, cuando logras imponer el sistema político e ideológico; cuando impones mediante la fuerza el credo religioso que profesas; Cuando derrotas el ejército o las fuerzas contrarias que se oponen; cuando controlas tu territorio de las amenazas o te apoderas del territorio ajeno.

Todas las respuestas pueden ser objeto de discusión y encontraran la diversidad de opiniones al respecto. La gran mayoría no coincidentes.

Pero puede considerarse que tú ganas una guerra, cuando exterminas por completo a una población. ¿Ese ha sido el objetivo? ¿El exterminio?

Aquí, yo no espero, la respuesta académica, me adelanto y digo. Más que victoria, eso es una derrota. Exterminar de raíz a una población, ni justifica una guerra ni pude considerarse una victoria y menos diezmar su propia población.

Y eso es lo que observó en la actitud belicista del gobierno actual de Israel, que sobre la base del exterminio, pretende justificar su defensa con un avasallante poder militar, dejando como secuelas, miles de muertos, civiles ajenos al conflicto, mujeres incluso embarazadas, ancianos niños indefensos y amenazando con exterminar a toda la población.

Nadie, moralmente, puede justificar el exterminio de un pueblo, excusándose en su propia defensa o una potencial agresión. Sencillamente es una conducta reprochable, condenable éticamente e impacta directamente a la conciencia de los que se dicen seres humanos.

Parece mentira, pero hasta la guerra está normada, quizás para evitar excesos, por ejemplo en el trato a los prisioneros, no agredir a la población civil, preservar un poco de humanidad para salvar vidas indefensas etc.

Pero en este conflicto israelí- palestina, extendido ahora al Líbano, lo que observamos y está documentado por fotos, noticias y videos es el lanzamiento de prisioneros de techos de edificios bombardeados; bombardeos indiscriminados donde mueren miles de civiles; impedimento para suministro de agua y alimentos a los asediados; desplazamientos de miles de personas a la deriva; explosiones de busca personas y walkie talkies, alcanzando a centenares de civiles que han ocasionado perdida de ojos y brazos a civiles inocentes. Y me pregunto ¿se está cumpliendo con las normas humanitarias que los organismos internacionales dicen deben prevalecer en la guerra?

Esta reflexión e interrogantes las dejo para que los amigos lectores en algún tiempo de esparcimiento, traten de responderlas y llegar a sus propias conclusiones.



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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