A dónde van las protestas y Nicolás Maduro

Las protestas lideradas por los trabajadores del sector público que se han librado, sistemáticamente, todos los días, después del 6 de enero del año 2013, son producto de la crisis económica que padece la mayoría nacional, es decir, los trabajadores honestos y sus núcleos familiares, que dependen de salarios estancados y devaluados diariamente, del Bolívar débil frente al US Dólar. Hoy, ningún salario en bolívares alcanza, ni siquiera para alimentarse por tres (3) días, mucho menos, para cubrir gastos de transporte público para dirigirse a sus centros o lugares de trabajo, vestido, colegio, salud, recreación, entre otras necesidades, aunque las apariencias mediáticas engañen, en favor de la mentiras del supuesto "crecimiento económico".

Estas protestas postergadas o tardías -que hoy acompañan los más viejos, los jubilados y pensionados, porque los soltó la COVID-19, pero los agarró el hambre- estaban a punto de dispararse a nivel nacional, pero fueron postergadas en el año 2019, por culpa de la pandemia de la COVID-19, que le sirvió al Presidente Nicolás Maduro, para ganar tiempo y maquillar de cierta eficiencia y estabilidad su gobierno, por la cuarentena obligada y el manejo posterior de las vacunas. Eso sí, la corrupción de funcionarios e instituciones no se pararon a cuenta de la COVID-19. Siendo postergadas durante los años 2021, 2022, se suscitaron reclamos, peticiones, propuestas y protestas, que fueron acalladas vilmente por el gobierno y despreciadas sus voces, tanto por la arrogante Asamblea Nacional (AN), como por los demás poderes constituidos, hasta con sus silencios cómplices o celestinos.

Lastimosamente, a la presente fecha, entrando al mes de febrero del 2023, tenemos un sucinto y escueto balance, que al profundizar en él se hace dantesco y peor de lo que suponemos, entre lo que destaca:

  1. El Presidente Nicolás Maduro no atiende reclamos y protestas de los trabajadores, por salario justo y contra el hambre. El Presidente Nicolás Maduro no pretende indexar salarios, pero sí potencia a la banca y el dólar ($) paralelo. Lo peor: pareciera que él está provocando el conflicto social, al que pueda sacarle provecho político. Será su chantaje en las mesas de negociación con los cuatro gatos opositores que no representan a nadie en Venezuela, pero que le hacen el juego político, para sacar jugosas ganancias del gobierno estadounidense. Si este fuese el caso, que el Presidente Nicolás Maduro está cabalgando en la miseria de los trabajadores, manipulando a su antojo la crisis de los trabajadores para su provecho político, porque la "Indexación Salarial" es posible y sí hay recursos económicos de dónde pagar, urge, entonces, un Paro Nacional Indefinido, con agudización del conflicto e inusitadas formas de lucha, que el chavismo de base debe acompañar y liderar, sin pararle bolas a chantajes, amenazas y agresiones de ningún tipo.

  2. Después de años de bloqueo y robo de activos por parte de potencias extranjeras contra Venezuela, ahora el Presidente Nicolás Maduro lo usa como justificación de la miserabilización salarial de trabajadores, pero:

    1. la corrupción de funcionarios y asociados se ha agudizado, con la ostentación desvergonzada ante el pueblo inerme, empobrecido, mal nutrido y en ruinas;

    2. El Presidente Nicolás Maduro dolarizó la economía nacional, de hecho y de derecho, mientras hace silencio al reclamo constitucional de indexación salarial;

    3. El Presidente Nicolás Maduro con la burda excusa de diszque "frenar la hiperinflación", privilegia a la banca y asociados con dólares preferenciales desde el Banco Central de Venezuela (BCV) y legitima la sangría del país y de los trabajadores, con el Dólar paralelo, cuyos beneficiarios son funcionarios del Estado, banqueros y pseudoempresarios que hasta la muerte del Comandante Chávez eran "enemigos jurados del (sic) rrrégimen";

    4. El Presidente Nicolás Maduro aplica medidas restrictivas y coercitivas contra los trabajadores, Verbigratia, el infame Instrumento de la ONAPRE, que la complicidad del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se atrevió a sentenciar amenazante, con aquello del "no existe", para liquidar toda Convención Colectiva;

    5. El Presidente Nicolás Maduro liquidó el Plan de la Patria, como legado del Comandante Chávez, anuló todo liderazgo regional y nacional del Partido PSUV y lo degradó solo para lo electoral, de consigna revolucionaria para los pobres y aburguesamiento corrupto de dirigentes y altos funcionarios;

    6. El Presidente Nicolás Maduro no rinde cuentas de ingresos tradicionales y no tradicionales del petróleo crudo, gasolina, gas, aceites y derivados; Tampoco rinde cuentas de los ingresos por privatizaciones y comodities como: oro, aluminio, hierro, acero, diamante, bauxita, coltán, madera, coque, etc.

En fin, pese a que sectores políticos interesados de las oposiciones han querido sacarle provecho a la protesta nacional de calle, que han librado los trabajadores, y, pese a la a tozudez del Presidente Nicolás Maduro, que desprecia la capacidad de lucha de los trabajadores, éstos se mantienen firme en la resistencia frente al hambre, el chantaje, el uso de organismos de seguridad del Estado para fines coercitivos, y, pese a todo: la lucha es calle, calle, calle y más calle, hasta llegar a un Paro Nacional Indefinido. Hay crisis de gobernabilidad y el rey desnudo solo escucha a sus más cercanos aduladores.

Desafortunadamente, el Presidente Nicolás Maduro ha sabido demostrar que él no es un hombre bueno. Él es un desclasado con pena étnica, que supo engañar al Comandante Chávez, que supo engañar a los trabajadores, pero que, paradójicamente, desprecia a los trabajadores, busca vivir como sus verdugos y parecerse a sus verdugos, congraciándose con ellos, desde la corrupción y el entreguismo.



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Luis Alexander Pino Araque


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