1. Decía Maquiavelo, que un poderoso nunca olvida ni perdona una ofensa. Hugo Chávez exclamó lo de "¡Yanquis de MIERDA!", y aún los gringos andan supurando por la herida, y le fueron haciendo la guerra hasta que lo mataron, y luego han querido exterminar de la tierra a todo aquel que aún siga sus ideas. Rómulo Gallegos creó al famoso personaje de Míster Danger (como ningún otro escritor lo había hecho hasta entonces), pintando al gringo criminal y asqueroso con los mismos colores de la catadura del presidente Teodoro Roosevelt y también lo pagó bien caro. No podía Rómulo Gallegos en Doña Bárbara pintar impunemente al gringo miserable que entonces se imponía con sus bucaneros y asesinos en América Latina. No se lo perdonaron. Al igual que Bolívar y Chávez, Gallegos recibió su parte.

2. Simón Bolívar dijo que no quería que ningún colombiano se pareciera en nada a esos viles y miserables regatones del Norte. Pues bien, el Libertador sufrió un complot para asesinarle en el que estaba comprometido William Henry Harrison (quien llegaría ser presidente de Estados Unidos y quien en 1829 se desempeñaba como diplomático en Bogotá). DE la misma manera también lo pagó caro José Martí quien conoció muy bien las entrañas del Monstruo. Lo pagaron caro Pancho Villa, Emiliano Zapata, Sandino, Bosch, Arbenz, Allende, el Che, Gaitán, Isaías Medina Angarita, … y como veremos, el propio Rómulo Gallegos.

3. Vamos a detenernos un poco en el escritor inglés Graham Greene, quien en su novela "El Americano Impasible" (cuyo argumento trata sobre la guerra del Vietnam contra los franceses), recoge magistralmente a un personaje gringo que es el supremo representante de todos los que yanquis que defienden a su imperio. Todo gringo es en potencia un agente de la CIA, un terrorista, un implacable racista, y un pistolero que va por el mundo con licencia para matar y para violar impunemente Un canalla siempre a punto de estallar y de hacer estallar en pedazos cuanto no comprenda, o cuanto le resulte incómodo a su lógica, a su razón.

4. En cada defensor del imperio gringo aparece un sargento como el Robert Bales, el acusado de la matanza de 17 afganos civiles (ocurrida el 11 de marzo de 2012); en cada defensor del imperio se esconden sádicos y seres necrofílicos como los marines que se orinaron (enero de 2012) sobre cadáveres de árabes que fueron asesinados por ellos mismos. En general, repito, esos gringos son violadores y asesinos de niños, que practican con sevicia las torturas, las mutilaciones, el engaño, toda clase de terrorismo y de crímenes. La prisión de Abu Ghraib en Irak es apenas un botón en la sucesión espantosa de las abominables crueldades que los gringos han regado por el mundo. De modo pues, que el imperio norteamericano es la mayor maldición que ha azolado y está azotando al planeta.

5. En la novela ya mencionada de Graham Greene, se retrata a un gringo joven aparentemente ingenuo, educado en Harvard, idealista y lleno de las mejores intenciones para con el poder grandioso de su imperio en el mundo. Producto de esta educación, inmediatamente se puede deducir que su destino es convertirse en agente de la CIA. En las universidades como Yale y Harvard se engendra el mayor vivero de agentes encubiertos de Estados Unidos. El personaje de la novela de Greene se llama Alden Pyle, quien llega a Vietnam porque él quiere "ayudar" a este pueblo asiático en su lucha contra el ""terrible mal del comunismo". Alden Pyle no sabía absolutamente nada lo que pasaba en Vietnam, y su locura lo llevó a colocar una bomba en un local que acabó matando a un grupo de inocentes. Es decir, un tipo que terminó loco creyendo que estaba salvando al mundo del comunismo, idéntico al sargento Robert Bales. Resulta, que los gringos por esta magistral novela, acabaron por declarar a Graham Greene persona non grata en Estados Unidos, y lo odian a muerte.

6. Pues bien, resulta que Rómulo Gallegos fue uno de los primeros en el mundo, en llevar a una novela el carácter ocultamente criminal que cada gringo, defensor de su imperio, oculta en su alma. Aquella admirable descripción que hizo Gallegos del tal Míster Danger, llevó a Harry Truman a derrocarlo de la Presidencia de la República, en noviembre de 1948.

7. Para Rómulo Betancourt no había duda alguna que los gringos se ofendieron horriblemente por la descripción que el gran novelista había hecho de uno de los compatriotas predilectos de Harry Truman, esos yanquis que se iban por el mundo a explotar los recursos de nuestros pueblos, esos gringos que trajeron a Venezuela la más perversa disipación, la fuga hacia adelante con bebedera de whisky, la droga de la cerveza, sus casinos y "aberrantes entretenimientos". Porque en todos los campos petroleros llegaban toneladas de whisky (bourbon) para el recreo y esparcimiento de los gringos en sus ratos de ocio. Al terminar sus labores, los gringos, en sus casas muy bien equipadas, enrejadas y muy apartadas de los criollos venezolanos, se echaban en la grama a relajarse, campaneando su bourbon. También bebían una especie de coctel con ron llamado highball que llegó a hacerse muy popular entre los trabajadores de las compañías petroleras. Es así como todos los pueblos cercanos a los campos petroleros se llenaron de bares y burdeles, de andrajosos y miserables entregados a los juegos de envite y azar. La raíz de casi todos los homicidios del mundo se encuentran en el consumo de licor, el consumo de droga, que entre otras acciones perversas, los gringos supieron muy bien esparcir en la década de los sesenta para impedir el sentimiento revolucionario que surgió contra la guerra de Vietnam y contra el espíritu bélico del Pentágono.

8. Es así, cómo en Doña Bárbara, nos topamos con ese personaje de Míster Danger que es un gran bebedor de whisky, y que a través de esta bebida induce a la perdición a Lorenzo Barquero con la intención típicamente gringa de apoderarse de sus tierras y de su ganado. Todos los grandes tiranos de América Latina, sostenidos en sus mandos por el imperio norteamericano fueron aberrados que utilizaron toda clase de drogas, de "entretenimientos" y de juegos para envilecer a sus pueblos. Cuba fue convertida por Fulgencio Batista en un garito, y lo mismo hicieron con sus pueblos, tiranos como Marcos Pérez Jiménez, Anastasio Somoza, Rafael Leonidas Trujillo, Alfredo Strossner, François Duvalier, …

9. El novelista Rómulo Gallegos no se atrevió a pintar a Míster Danger como un agente petrolero porque Juan Vicente Gómez lo habría metido en Rotunda en el acto, por lo que tuvo que disfrazarlo preséntanoslo como un ladrón sin escrúpulos que llegó a las tierras de Altamira sencillamente para cogerse lo ajeno. El gringo se adueña de un pedazo de tierra olvidado por los Barquero y los Luzardo, y se une en sus oscuros negocios con la susodicha Doña Bárbara, ocultando algunos de sus macabros secretos, con el propósito de ganarse el respeto de los habitantes del lugar.

10. Gallegos describe a Mr. Danger como una gran masa de músculos, bajo la piel roja, con un par de ojos muy azules y cabello color lino. Es el típico Teodoro Roosevelt: a falta de rinocerontes blancos en los llanos que matar, se dedica al exterminio de caimanes, cuyas pieles exporta anualmente en grandes cantidades. Añade el creador de Santos Luzardo: "Había llegado por allí hacía algunos años con un rifle al hombro, cazador de tigres y caimanes. Le agradó la región, porque era bárbara como su alma, tierra buena de conquistar, habitada por gentes que él consideraba inferiores por no tener los cabellos claros y los ojos azules. No obstante el rifle, se creyó que venía a fundar algún hato y a traer ideas nuevas, se pusieron en él muchas esperanzas y se le acogió con simpatía; pero él se limitó a plantar cuatro horcones, en un terreno ajeno y sin pedir permiso, a echarles encima un techo de hojas de palmera, y una vez construida esta cabaña, colgó su chinchorro y su rifle, se metió en aquél, encendió su pipa, estiró los brazos, distendiendo los potentes músculos, y exclamó: "–All right! Ya estoy en mi casa".

11. Míster Danger donde llegaba invadía, husmeaba con su fiero hocico de perro de caza. Este explotador ha estado tomando posesión de las tierras de una manera "muy legal". Hace que Lorenzo Barquero firme papeles para darle la tierra a cambio del whisky que le suministra. He aquí la estrategia con la que Estados Unidos envileció a toda la América Latina, metiéndonos todas sus drogas que también incluye a sus sofisticados aparatos eléctricos o electrónicos; multitud de maquinarias para la extracción de nuestros recursos; el establecimiento de frívolos centros comerciales, difusión de sus películas perversas y degeneradas, y en fin el vil consumismo con toda su gruesa e incontrolable superchería tecnológica. Nos emborracharon con la versatilidad de sus poderosas maquinarias y nuestros "demócratas civilizadores" les entregaron nuestros recursos, creyendo que algún día nos asimilarían y nos incorporarían entre una de sus estrellas. De lo más tranquilos se dedicaron a saquear el petróleo de Venezuela, México y Ecuador, el estaño y el wolframio de Bolivia, el café de Colombia, los grandes platanales de Centroamérica, el caucho brasileño, el azúcar cubano, el cobre de Chile.

12. Tomando en cuenta, pues, que Gallegos fue uno de los principales pensadores y ductores del partido Acción Democrática hoy convertido en feroz opositor al chavismo, bien podríamos preguntarnos qué pensaran de él los mayameros de hoy, muchos de ellos de estirpe adeca, que deliran por hacerse gringos, y que se sienten bien entre esos supremacistas y racistas. Hablando Santos Luzardo con Antonio Sandoval, el llanero leal, en el que más confiaba el protagonista de la novela, nos vamos enterando de la situación de la hacienda Altamira. Veamos este diálogo:

"–A los poquitos colonos que quedaban los mandó desocupar don Balbino al encargarse de la mayordomía, para que, no habiendo en los linderos gente luzardera que vigilara, los vecinos se pudieran meter a la hora y punto que les diera gana y arrear por delante todo el mautaje con que se tropezaran.

"–¿De modo que el enemigo no era solamente doña Bárbara?

"–Ella ha hecho con lo de usted todo lo que le ha pedido el cuerpo, como dicen; pero los otros también han manoteado a su gusto. Así, por ejemplo, han acabado con los bebederos de Altamira y los han puesto donde mejor les ha parecido, de modo que el ganado de acá vaya por sus propios pasos a caer en manos de ellos, porque en cada bebedero de éstos encuentra usted al mediodía cuatro o cinco peones del hato respectivo cazando a lazo el ganado luzardero. Eche la vista para allá. ¿Aguaita aquella mancha de hacienda? Todo ese animalaje va buscando los bebederos del Bramador en tierras que fueron de aquí y hoy pertenecen a El Miedo, y orejano que pise la orilla del caño ya se puede contar como perdido. Los mismos peones de doña Bárbara han picado el ganado en esa dirección hasta acostumbrarlo, sin que nosotros hayamos podido impedírselo. Y si es el musiú del lambedero de La Barquereña, ¡no se diga! El mister Danger de quien le hablé esta mañana. Ése le ha cogido todos los tiros al llanero bellaco, y res que pase el boquerón de Corozalito no regresa más para acá. Yo creo que lo primero que hay que hacer es volver a poner los tapices en los bebederos de antes y acostumbrar el ganado a que no busque los del vecino, y echar otra vez la palizada que hasta en tiempos de su padre de usted tapaba el boquerón de Corozalito, para impedir que el ganado pase a arrochelarse en los lambederos de La Barquereña. Si usted quiere, hoy mismo se puede proceder a abrir los hoyos para la posteadura".

1. En lo anterior está perfectamente retratado el norteamericano que va a otras tierras en plan de dominio y explotación. De este modo se metió en todo nuestro continente, y ahora cuando débilmente intentamos abrir los ojos, aparecen millones de esquizofrénicos que no pueden entender la vida sino bajo la droga del desarrollo y de la civilización occidental impuesta por el imperio yanqui. Quítesele la droga de los videos juego, de las películas de terror, violencia y pornografía; del lánguido esparcimiento de los centros comerciales a millones de jóvenes, y veremos cómo quedan como inválidos, como seres mutilados a los que se les arrancado el único aliciente por el que viven y se sienten "humanos".