El Reloj del Tiempo

Petro, Ortega, Lula y Maduro homogenizan políticas económicas y sociales al Caribe y al pueblo

El movimiento de izquierda urbano viene asumiendo un liderazgo más amplio mediante la acción de dirigentes de la vieja M- 19 y el controversial grupo guerrillero ELN desde Ayacucho hasta Venezuela, la idea es aglutinar mediante el Foro de Sao Paulo una lucha más abierta al fallar los estrategas nombrados para organizar políticas comunes que entrelacen las distintas Coordinadoras Nacionales del Movimiento Urbano y Popular. Ya el Perú se encuentra más estabilizado y, las marchas en Venezuela vienen disminuyendo progresivamente. Todo esto, aunado a la Alianza de la tendencia Pentecostal con los presidentes progresistas del hemisferio, logrando romper las murallas dadas por Jair Bolsonaro en Brasil.

Las vicisitudes de La Nueva Izquierda ya se entienden. En México, se adelantan programas para lograr una macroeconomía más cierta, con la adhesión del movimiento campesino y, la intensificación del cultivo en la zona noroeste, donde iría a trabajar un grupo de migrantes venezolanos. Desde 1979, las agrupaciones y frentes de la clásica izquierda vienen rencarnando viejas teorías políticas del neozapatismo que poco dieron resultados, pero, en un nuevo orden de convergencia política, las teorías dadas por Gustavo Petro en el M-19, dan resultado de movilización urbana, tanto en Brasil, Colombia y ahora en México, todo dado en base a la Reforma agraria y los obreros.

Aquí, no es cuestión de tecnicismo. Es de organización y lucha popular hacía el bienestar colectivo. La economía es una cuestión técnica, sellando entre los capitales que benefician la soberanía popular, ya que los bancos centrales del Sur, no tienen independencia alguna del capital financiero y del imperialismo, a los cuales sirven incondicionalmente.

El nuevo soporte comercial internacional es China y Rusia, por lo demás esta claro, el funcionamiento del dólar en Hong Kong. Pues ese territorio fue una base del antiguo imperio británico, estoy hablando de una data de 1983. Es una cabecera de un régimen en desarrollo 9+2 y, que forma parte de la unión aduanera china y, que fue ataca fuertemente por la pandemia, porque es una ciudad cosmopolita que gira del 25 al 35% del comercio internacional de la República Popular, allí la banca se iguala con el Banco Federal estadunidense al cambio del dólar. Ahora Brasil debe polarizar con México y Colombia para controlar los cambios volátiles de la moneda, Ya Gustavo Petro, debe tener unos buenos economistas para tal fin y, Rusia proseguirá su ayuda, a pesar de la idea obsesiva que tiene Joe Biden con Ucrania y su adhesión a La OTAN, idea que Henry Kissinger no aceptaba, porque simplemente todos esos países tienen territoriedad más allá de las fronteras y EE.UU es un Estado Confederado por evangélicos metodistas y reformados que desean aplicar sus dictaduras y autoritarismo religioso en países del Tercer Mundo y subdesarrollados, como sí estuviésemos en el siglo XVI- XVIIII.

Todavía, se esta revaluando la experiencia alemana de los últimos años de la década del 60, cuando Kurt Georg Kiesinger era Canciller Federal, a la cabeza del primer gobierno de coalición de cristiano- demócratas y socialistas. Hoy, ese enlazamiento es una realidad en ciertas ciudades modernistas y en Venezuela, se firmó esa alianza en el Palacio de Miraflores con el comandante Hugo Chávez Frías y luego, vemos su afianzamiento con el presidente Nicolás Maduro Moros que, no es un imberbe en el campo político e ideológico. Hay una nueva configuración política de poder dada por Daniel Ortega Saavedra de Nicaragua, Nicolás Maduro Moros de Venezuela, Gustavo Petro de Colombia, (nuevo estratega y punta de lanza del M-19) y Lula Da Silva.

Por lo demás, lo único deseable es el crecimiento económico. A la oposición, solo resta un solo candidato, en este caso mujer, es la contestaria María Corina Machado, que en el pasado su grupo familiar sufrió un duro revés financiero. Su lucha es por recuperar ese capital, junto a otras familias que fueron despojadas de sus empresas. Es una lucha de capitales y de poder económico por una república, más no político, ya que desconocen la ideología del Estado, un tema algo difícil para el abogado Eduardo Fernández, que no derrotó en su organización socialcristiana al Dr. Rafael Caldera Rodríguez y menos a Carlos Andrés Pérez, líder latinoamericano de La Internacional Socialista, hijo político de un viejo zorro pragmático, me refiero a Rómulo Betancourt.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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