A Chomsky se le salió la clase de gringo prepotente

Noam Chomsky, un modelo humano de intelectualidad muy escaso en el mundo actual que, entró a Venezuela a través de la recomendación de Chávez en la era Chávez, quien fuera su lector y propagador que literariamente descubrió lo vergatario que era y, nos lo puso a la orden del día en la escala internacional que hasta lo comparan con Galileo, Newton y Descartes, por su laboriosa orden meritoria que ha influido en la lingüística, la lógica y las matemáticas, como también en la informática, la psicología, la filosofía y, posible consciente opinador de la política mundial que maneja como todo un explorador de lo fortuito nada especulativo que, a veces sus respuestas son tan engorrosas al pensarlas como el gringo que todo lo sabe, aunque algo se le escape quizás por mal momento de la Historia que, algún rasgo de comparación existe con otros momentos que en la entrevista no dejó pasar -por absurdo o por igual de afrentosos- que involucra en algún momento del pasado a los presidentes de su país que, aclaro, no justificó.

Es posible que para él no exista lo paralelo, aunque lo tenga de frente, que hasta no se deja entender cuando quiere, como si tratara de ocultar lo que es público y notorio con tan buena suerte que nada se le escapa aunque lo evada.

Leí la entrevista de C.J. Polychroniou a Chomsky, donde fue de provecho oportuno destrozar con sus respuestas en la misma corriente con orientación que en nada favorecen a Putin, por más que se esforzó en ser proclive a una apariencia que lo acerca más a su país como potencia que a Rusia, ensartando a esa nación como un estado petrolero cleptocrático que por lo variado de las acciones tomadas como sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos y sus socios europeos contra ella, la empujaran a escorarse y depender más de China que lo actual sin ningún cambio profundo como él y ellos esperan, por lo que están algo desilusionados que el malvado de Putin entre el montón de aseveraciones efusivas que corren por el mundo pensar que, por fantasías paranoides actuó en solitario o, quizás rodeado de serviles cortesanos quizás, como actúa una ala del Partido Republicano de Trump que, por lo menos tienen esa afrenta en su país.

Analizar toda la entrevista es de pacientes y lo más que puedo es resaltar algunas respuestas de lo que salió de ella que tiene de fascinante mal entender lo que se quiere decir en la dirección propuesta y evadir a conciencia lo que se sabe que molesta y más existiendo comparación en el accionar de ellos que, siguen presente y, aunque cubre sus emociones con cierto egoísmo patrio no puede excecrarlas por más que Putin sea para él con razón o sin razón un invasor, pero citando a Jack Matlock, nos hace saber que, no hubo sentido común en promover la paz y, lo más seguro por Estados Unidos, quizás, ver para creer, lo que están viendo. Entonces, ¿Putin se embarcó e hizo lo que no debió hacer? Ya se comienza hablar del descubrimiento de armas biológicas en Ucrania que no salieron a flote en la entrevista para campear un poco la intensidad de la rusofobia existentes por los medios.

Solo dos preguntas y su respuestas:

C.J. Polychroniou: La invasión rusa es una flagrante violación del artículo 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas, que prohíbe amenazar con el uso de la fuerza a la integridad territorial de otro Estado. Sin embargo, Putin trató de justificar jurídicamente la invasión en su discurso del 24 de febrero, y Rusia aduce los casos de Kosovo, Irak, Libia y Siria como prueba de que EE UU ha violado repetidamente el derecho internacional. ¿Qué tienes que decir sobre las justificaciones jurídicas de Putin de la invasión de Ucrania y el estado del derecho internacional en el periodo posterior a la guerra fría?

Noam Chomsky: No hay nada que decir sobre el intento de Putin de justificar jurídicamente su agresión. Su mérito es igual a cero. Por supuesto, es cierto que EE UU y sus aliados violan la legalidad internacional sin pestañear, pero esto no sirve de atenuante para los crímenes de Putin. No obstante, Kosovo, Irak y Libia han tenido implicaciones directas en el conflicto en torno a Ucrania. La invasión de Irak fue un ejemplo de manual de los crímenes por lo que algunos nazis fueron colgados en Nuremberg, pura agresión no provocada. Y un puñetazo en la cara de Rusia.

En el caso de Kosovo, se afirmó que la agresión de la OTAN (o sea, la agresión de EE UU) era "ilegal, pero justificada" (por ejemplo, por parte de la Comisión Internacional sobre Kosovo, presidida por Richard Goldstone), con el argumento de que el bombardeo se llevó a cabo para poner fin de atrocidades que estaban cometiéndose. Este juicio suponía una reversión de la cronología. Hay pruebas contundentes de que el grueso de las atrocidades fueron consecuencia de la invasión: predecibles, predichas, anticipadas. Es más, había opciones diplomáticas disponibles, [pero] como es habitual, se desdeñaron a favor de la violencia.

Altos cargos de EE UU confirman que fue sobre todo el bombardeo de Serbia, aliada de Rusia, sin ni siquiera avisarles de antemano, el que hizo que Rusia dejara de cooperar de alguna manera con EE UU para construir una estructura de seguridad en Europa tras el final de la guerra fría, actitud que se aceleró con la invasión de Irak y el bombardeo de Libia después de que Rusia aceptara no vetar una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que la OTAN violó de inmediato. Los hechos tienen consecuencias, pero esos hechos pueden quedar ocultos bajo el sistema doctrinal.

El estado del derecho internacional no cambió en el periodo posterior a la guerra fría, ni siquiera en su formulación, y menos en los actos. El presidente Clinton dejó claro que EE UU no tenía intención de someterse al mismo. La doctrina Clinton declaró que EE UU se reserva el derecho a actuar "unilateralmente cuando sea necesario", incluido "el uso unilateral de la fuerza militar" para defender intereses vitales como el de "asegurar el acceso expedito a mercados clave, fuentes de energía y recursos estratégicos". Sus sucesores también, así como cualquier otra persona que puede violar el derecho internacional impunemente.

Esto no significa que el derecho internacional no valga para nada. Tiene cierto margen de aplicabilidad y constituye una útil vara de medir en algunos aspectos.

imperiales. Sospecho que las sanciones empujarán a Rusia a depender todavía más de China. Impidiendo, por supuesto, un cambio profundo; Rusia es un Estado petro


C.J. Polychroniou: Los gobiernos occidentales, los grandes partidos de oposición, incluido el Partido Laborista del Reino Unido, y los grandes medios se han embarcado al unísono en una campaña chovinista antirrusa. Las sanciones no solo afectan a los oligarcas rusos, sino también a músicos, directores de orquesta y cantantes, e incluso a propietarios de clubes de fútbol como Roman Abramovich, el amo del Chelsea FC. Rusia ha sido vetada incluso del festival de Eurovisión 2022 a raíz de la invasión. Es la misma reacción que los grandes medios y la comunidad internacional mostraron hacia EE UU a raíz de su invasión de Irak y la subsiguiente destrucción del país, ¿no te parece?

Noam Chomsky: Tu comentario irónico es muy certero, y podemos proseguir por vías con las que estamos muy familiarizados.

Una pregunta que incendia el alma y una respuesta que acelera los motivos de la acción-reacción y nubla la conciencia.



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Esteban Rojas


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