En Barinas, por Garrido, hay un esterero de cadáveres. Veamos uno por uno

Si mal no recuerdo, pues a mi edad, lo leído se me ha ido pegando o disolviendo en todo el cuerpo, a la memoria y manera de pensar y en las ideas que me salen, que no son mías solas, sino en buena medida, de lo que aprendí de otros por la lectura; y salen, si uno las procura, como cuando metemos un poco de cosas en la licuadora; ninguna en particular se distingue, pues una está casi homogéneamente en la otra o más bien revueltas están, así se me asoma al recuerdo un cuento de Armas Alfonzo, creo es "El osario de Dios" que habla de un combate por los lados de Clarines y una novela del paraguayo Augusto Roa Bastos, titulada "Hijo de Hombre", donde el escenario está lleno de cadáveres y pura soledad, porque si algo o alguien se queda solo son los muertos y la soledad es sola porque con ella sólo se quedan por unos días los cadáveres que terminan disueltos en la tierra. Y también aquella novela del colombiano William Ospina, donde relata las matazones y la siembra de cadáveres de la población indígena por parte de los "civilizadores" españoles, titulada "Ursúa", con la que se hizo acreedor del premio Rómulo Gallegos.

"Despertaba el día

Y, a su albor primero,

Con sus mil ruidos

Despertaba el pueblo

Ante aquel contraste

de vida y misterio,

de luz y tinieblas,

yo pensé un momento:



¡Dios mío, qué solos

se quedan los muertos!

Esto último, este poema de Gustavo Adolfo Bécquer, se me vino así de repente y por lo mismo. Pero eso sí, revuelto en todo lo anterior.

Como también esos cuadros, pinturas del romanticismo, como las relacionadas con Carabobo, Pichincha y Ayacucho, donde los generales vencedores se ven rodeados, no de sus tropas que hicieron posible aquellas victorias, si no de los cadáveres que inundan el escenario.

Digo esto porque, las elecciones de Barinas dejaron un esterero de muertos. Unos regados en la sabana de aquella entidad llanera pegada ya al pie de monte andino, unos cuantos en Caracas y una buena cantidad fuera del país. Es posible que a estos muertos no los llore nadie, porque así como a unos entierran de verdad-verdad o creman, ni siquiera ellos en lo inmediato se enteran que son cadáveres; tampoco sus allegados llegan a enterarse por que les ven a sus lados como vivos. Para eso se necesita más tiempo. Pues como les ven allí, a su lado pero hasta hablando solos, les creen vivos.

Sergio Garrido, entrevistado por Vladimir Villegas, horas después de haber sido reconocido como electo gobernador de Barinas, declaró "que Nicolás Maduro es el presidente y está en Miraflores."

Cualquier distraído pudiera pensar que quien eso dijo, es como un caído de la mata o alguien que dice algo sin sentido. O para mejor decirlo y acorde con lo que he venido diciendo antes, quien eso piense de Garrido, es sin saberlo, un cadáver andante. Es decir, Garrido más bien le extendió la partida de defunción a unos cuantos; incluso a aquellos que salieron a apoyarlo obligados por las circunstancias e intentando ganarse a alguien para siquiera cavase su tumba y en ella lo depositase con respeto .

Pero en el decir de Garrido hay cadáveres políticos por arrume; hay ideas y planes. Es un matar o declarar muerto al "presidente interino", quien según se dijo anduvo por Barinas dándole apoyo al ganador. Y uno ya de antemano, por lo dicho, sabe que Garrido irá a la AN y donde sea pertinente, a juramentarse como gobernador y más allá del discurso, reconocer al verdadero presidente. Y al interino, ¡Chao pescao!

En Barinas fue derrotado el partido de gobierno y más que este, lo ha sido una concepción sobre el mismo, el Estado, forma de ejercer el poder y sus políticas, empezando por las de carácter económico y social. En eso hay una mortandad, como cuando se tira un explosivo en medio de un cardumen de peces. Y también se hizo cadáver, por lo menos en la entidad llanera, eso acostumbrado de pedir el voto para luego olvidar las promesas y los compromisos. Puede que retoñe y otros vuelvan con lo mismo, pero quienes allí estuvieron por varios años sometidos "por disciplina y lealtad" a las imposiciones desde arriba y al mostrarse indiferente ante las calamidades de las gentes, esos están muertos y enterrados.

¿Saben quién murió en Barinas sin esperarlo por lo joven y porque allí no estuvo, pues imagino procuraron mantenerlo muy lejos de la línea de combate? Pues Jesús Farías y sin que él se haya enterado. ¿Cómo hubiese quedado ese cadáver, sin en lugar de Arreaza, a Garrido enfrentase el monetarista salido del PCV? A lo mejor le hubiesen vuelto polvo antes que el proceso natural de descomposición de eso se encargase.

Porque hay algo muy claro, ese morir que ha sido y es lentamente aquí y allá, no tuvo su origen en noviembre, diciembre y menos en enero, viene desde atrás. Esta batalla del domingo 9, ya estaba perdida, sentenciada y los cadáveres enterrados.

¿Pero qué y quiénes más y sobre todo, murieron en la última batalla de Barinas?

El domingo 9 de enero, se le dio un estoque profundo y certero a las políticas del gobierno, entre estas a las de carácter económico, empezando por el salario, una palabra oficialmente condenada al purgatorio. Fue tan duro el golpe, que si no se entiende que al salario hay que sacarlo de la cueva donde se le tiene maniatado y encadenado, van a seguir rodando los cadáveres y los cuerpos separados de las cabezas. Pese a la oposición, como al gobierno, eso del salario le trae sin cuidado, pero los electores todavía eso no saben, pero lo sienten.

Pero las palabras de Garrido no fueron sólo un estoque hasta la empuñadura contra la figura de la presidencia interina y un declarado reconocimiento al presidente Maduro, a la legalidad y al voto como forma de acceder al poder. Es decir no sólo dejaron un cerro de cadáveres por esas cosas. También es como para matar esa cebada y persistente forma de hacer política de la extrema derecha, desde el 2000 cuando intentaron tumbar a Chávez y la definición que aquí hay una dictadura y siendo así hay que tumbarla por la fuerza, aunque sea apelando a una invasión de ejércitos extranjeros.

Murió, definitivamente, el 9-01, la idea y sus promotores, según la cual, el CNE es una cueva de tramposos, pese tengan allí dos miembros de los 5 de su directiva y el enorme ejercito de veedores internacionales. Concepto inventado por quienes no gozaban de respaldo, por el enorme prestigio de Chávez y la incompetencia de ellos. Por lo menos está herida de muerte la mala intención de servirle a EEUU para hacernos la guerra, invadirnos. Y en el Departamento de Estado, pudieran estarlo también o, por lo menos muy desacreditados, quienes eso alentaban y ayudaban se le financie.

Pero también está muy herido, profundamente lastimado, el sueño de quienes creyeron que la herencia de Chávez era inacabable y no importaba lo que ellos hiciesen y menos con quienes se encambimbasen con tal de poder hacer lo que se les viniese a la mente. Eso de desechar a los críticos, mirarlos como enemigos por el sólo hecho de cumplir con su deber, vocación y devoción. Es tan así, que los herederos de sangre del presidente, están entre los primeros marginados y golpeados por esta demostración de inconformidad y rebeldía.

Y si algunos personajes se pueden resaltar ahora como definitivamente muertos, pese por formalidad les prolonguen la agonía, aunque ya venían muriendo paso a paso, tanto que no pudieron llegar a Barinas, esos son Guaidó, Leopoldo López, Borges y toda esa patota que en los últimos años llenó y torturó al pueblo con violencia, en base a programas, lecturas, visiones erradas, por incompetencia en unos y cálculos malsanos en otros y de paso saquearon riquezas nacionales.

En Barinas, pese haya todavía alguno o alguna, de esos que adoran a los cadáveres, la muerte, la necrofilia, como Juana "La Loca", porque eso nunca acabará, si alguien salió derrotado, con las tablas en la cabeza, están entre ellos.

Aquí y ahora no vale aquello de José Zorrilla, en "Don Juan Tenorio", "Los muertos que vos matasteis gozan de buena salud".

 

 



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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