Los años que me faltan por vivir en mi país como sea

¿Cuántos serán? Ni idea, pero en realidad quisiera como mi objetivo principal que fueran muchos después de sobrepasar los 80 ahora y, a los que conozco y no conozco también les deseo que acumulan tantos años hasta que se cansen de contar (y no se sientan viejos) y más que todo disfrutar con sus amigos y seres más queridos, y sino los tiene y vive en la adversidad también, siempre de frente y dando la cara, aunque el corazón se resienta sin poco amor que, es lo más de lo que padece la gente de este país entre otros, que se preocupan por cosas desagradables en vez de trabajar y combatir duro hasta vencer y llenarse de alegría y de mucha pasión que, por lo que no se debe descuidar en las buenas como en las malas, afianzándose de valor con la frente bien alta y honesto sin regodearse hasta decir basta, que los corruptos sobran entre tantos deshonestos que hacen vida en común en este convivir de todos los días que son los que más hablan de ética y, no hay que hacerle mal a nadie, aunque estemos contra la pared con las manos arriba y como dice el dicho con paciencia y más paciencia que eso es paz más ciencia, que otros dicen con mucha sabiduría cuando agregan su granito de arena con ideas precisas y el puma le diría, agárrense de las manos..., y yo si pueden.

¿Hay qué saber vivir, será preciso? Creo que no, todos tenemos un destino, aunque hay el que no se cansa de pedirle a su dios como es la gran mayoría que se lo deja todo a su poderoso que para él es dios y, muchas veces descuidan el camino para llenarse de voluntad que otro a quien exigen le dé y que no conoce, ni conocerá, pero es el mandado a ser que le solucione cuando no todos sus problemas, los que sean y, ese es el eterno vivedelapepa que en vez de meterse en la brega con o sin esperanza, pero por los menos con buenas intenciones sin tratar de perjudicar a nadie, así sea su peor enemigo que los enemigos nosotros mismos nos los buscamos y en ese sonsonete de quítate tú para poner yo, se les va la vida y sus sueños, y cuando se dan de cuenta de su gran error es demasiado tarde para reponerse sin tener nada que celebrar, aunque esté amparado por la buena soledad como yo lo estoy.

Y si está pensando que usted va a cambiar el mundo, déjese de manías sutiles y olvídelo, que la fama le llegará si tiene cómo buscarla y mejor cambie usted, véase en el espejo de su realidad y saque sus propias conclusiones de qué quiere, y qué no quiere y, con eso tiene por delante mucha tela que cortar que ese darse cuenta será la filosofía de toda su vida cuando, en el mundo cada cabeza es un mundo y usted no es la excepción, ni se lo imagine para que conviva más cómodo, ah y no envidie a nadie y tráguese su vanidad siempre que pueda.

Dígame esa pujanza política por el poder, qué de cosas no, para siempre morir en la orilla como los peces, aunque haya peces gordos, pero usted no se distraiga y siga su camino que algo le reparara más adelante su destino que lo tiene bien subrayado que lo que deseamos en la juventud -a decir de Goethe- se cumple en la edad avanzada. Y como dice un proverbio escocés, "Más vale encender una vela diminuta que maldecir la oscuridad". Y usted sea lo que quiere ser, eso sí no se distraiga para siempre, ni retroceda a no ser para enmendar y no perjudicar y, tenga en cuenta que según Anatole France, "sin mentiras la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento". Así que usted no se desespere que, algo bueno lo espera y estese agradecido que, es lo menos que puede hacer, si es que la angustia por ser alguien con dinero y fama lo acoquina. Gire así como el mundo gira que a veces es bueno despejar su memoria con buenos recuerdos y no olvide que el tiempo es un ladrón que, no sé quién lo dijo, pero me parece bien acertado, porque en sí nos roba todo.

Lo cierto es que hoy estoy de cumpleaños y los que preguntaran cuántos son, finalizo diciéndole, como dijo el margariteño a esa pregunta: "uno más, porque los demás los cumplí el año pasado. Y recuerde que si en verdad desea y quiere vivir en paz y con soltura, no debe darse mala vida. Eso sí es necesario tener mucha conformidad de llegar a viejo, mire que los años pesan y las rodillas fallan, aunque a veces la memoria se escapa y con ella no se juega, y no se moleste cuando le digan viejo o quizás con más dulzura, abuelito. Ría que su risa y el llanto se lo da la vida, lo demás queda de su parte de hacer bien sin mirar a quién.



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Esteban Rojas


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