La verdad es que quien vea, desde fuera, la promoción que le hace el gobierno nacional a las posibilidades productivas de Venezuela lo menos que queda es sorprendido.

Días atrás se trasmitía un programa llamado “Miércoles productivo”, en el cual se mostraba experiencias de producción, de distintos rubros en distintas áreas del país.

La participación del sector privado en estas experiencias, en “alianza estratégica” con el gobierno nacional, se muestra como un avance positivo.

En principio habría que asumir que cualquier experiencia de producción de bienes, para la satisfacción de necesidades humanas, del tipo que sean, parece de entrada algo positivo y beneficioso a todos y todas. La cuestión es a quien terminan beneficiando los bienes que se producen en los sistemas de producción de bienes impuestos por el modelo capitalista.

Habría que preguntarse si el tal modelo productivo Miranda Produce que el gobernador Héctor Rodríguez muestra orgulloso al Presidente Maduro y al país, como una experiencia exitosa de producción en alianza del sector público con el sector privado, realmente ofrece posibilidades al pueblo de Miranda.

El Gobernador mirandino habla de “bodegas de la comunidad” donde se comercializaran estos productos, ¿serán realmente accesibles estos productos para un trabajador que se gana 5 dólares al mes?, ¿la cantidad de productos que se ofrecerán en las bodegas comunitarias será suficiente o será una cuota mínima que apenas cubrirá a los “líderes de las comunidades” y su círculo íntimo?¿qué cuotas de esta producción nacional estará destina a los mercados externos que intercambiada por divisas siempre será más tentativa para los privados?.

Después de la exposición del gobernador el Presidente manifestó que “seguirá trabajando para apoyar y recuperar el sistema económico nacional”.

Este “sistema económico nacional” que se aspira recuperar podrá dar respuesta a trabajadores que ganan salarios que no cubren ni lo más mínimo de las necesidades alimentarias de los trabajadores y sus familias, por sólo mencionar un rubro de mercancías.

No Presidente Maduro, mientras la masa de los trabajadores no tenga poder adquisitivo real todas estas experiencias a quienes beneficiarán será a los capitalistas que se apuntan en ella, así como a los mercados externos quienes serán los que capten los bienes producidos por mano de obra venezolana, con materia prima venezolana y en algunos casos, hasta con subsidios de la renta petrolera otorgados por el gobierno nacional. No hay que ser un experto de nada para entender esto.

Voy a poner un solo ejemplo, para cerrar estas reflexiones.

El último par de zapatos que obtuve lo recibí, hace más de un año y me llegó de fuera como regalo de un pariente de los que huyeron del comunismo de Chávez, con el sueldo de 5 dólares mensuales que percibo actualmente, no podré adquirir nunca ninguno de los calzados que ofrecerá Frazzani Sport, una de las empresas integradas a la experiencia Miranda Produce. Así como yo, cientos de miles de trabajadores que además de decidir quedarnos en Venezuela, preferimos no abandonar la administración pública en estas circunstancias tan duras para la Patria.

Lastimosamente parece que el Estado implementó una campaña para obligar a sus trabajadores a abandonar los puestos de trabajo, ya sea para irse del país o emigrar al sector privado o llevar a cabo los tales “emprendimientos”, que han sido otra forma de colarnos el capitalismo salvaje, que nos incita a devorarnos unos a otros, como forma de vida y de “progreso”.

Si no se mejora el poder adquisitivo del pueblo, todas las experiencias productivas terminarán beneficiando sólo a los capitalistas y a sectores minoritarios con poder adquisitivo, lo demás será cuento y propaganda que mantendrá al pueblo lejos de alcanzar sus sueños y aspiraciones.