¿Realmente se está ganando o perdiendo y con qué posibilidades se está enfrentando la guera abierta de cuarta generación contra Venezuela?

Luego del abierto reconocimiento del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica de que mantiene una guerra abierta con toda clase de presiones contra Venezuela, y que está al frente del movimiento para derrocar al Presidente Maduro, confirmado por el propio Trump en su discurso anual sobre el “Estado de la Unión”, situación de hecho, que ya ni los más recalcitrantes antagonistas del Chavismo en Venezuela ni internacionalmente se atreven a negar, especialmente con las mal llamadas sanciones, que son unas agresiones económicas, políticas, con grandes presiones internacionales, para que otros países se unan al bloqueo económico-financiero, que en comparsa los países sometidos a los dictados del Imperio mediante amenazas, se prestan para agredirnos, uniéndose a las acciones coercitivas unilaterales, promovidas desde Washington.

Los actos contra la República Bolivariana de Venezuela, constituyen un abierto “Casus Belly” que en nuestra realidad no ha sido la chispa que encienda la sabana y dé inicio a una conflagración de grandes proporciones, porque sería un suicidio militar iniciar una respuesta bélica, como quizá lo haría en similar situación una potencia equiparable y ante tal minusvalía reclamamos por justicia internacional, para que cese el acoso al cual nos tienen sometidos, por aquello de que son el gigante militar, el Goliat del siglo XXI, que no tiene perrito que le ladre, pero es de notar, que aun un gato famélico arrinconado se defiende y salta hacia adelante para repeler la agresión que pudiera estar sufriendo, y en el caso venezolano tal situación se daría, si el Imperio constreñido por un babieca de pelo pintado de dorado, toma la infausta resolución de aplicar quizá la última flecha en su carcaj contra Venezuela y que serían las repetidas amenazas de acción militar sobre nuestro territorio, traspasando el límite de lo soportable como país independiente y soberano y quizá con un poco de apoyo internacional, especialmente de Gobiernos amigos, podamos alcanzar el nivel del “subalterno respondón”, que por pundonor y honrando nuestra historia, plantemos cara a la inmisericorde agresión a la cual nos han sometido ya por años, con una máscara de gobierno democrático, que “quiere el bien para los venezolanos” y como es muy conocido, el gobierno estadounidense se atiene a las doctrinas “Monroe y de El Destino Manifiesto”, que sus únicos intereses los constituyen nuestras riquezas naturales las cuales miran con lujuriosa avidez.

Esta guerra de cuarta generación, con todas sus variables, desgraciadamente se desarrolla contra Venezuela con el increíble, no solamente apoyo sino peor, promocionada, aupada, por presuntos venezolanos seguramente que detrás de un soborno, cambian a su Madre, su Patria, por un plato de lentejas, presumiendo de demócratas, que no se presentan a las elecciones y luego alegan que hubo “fraude” y generalmente su cobardía política los lleva al extremo de que en medio de las auditorías previas al acto electoral sin ninguna objeción, alegan su no presencia porque “habrá fraude en el proceso”, dando demostraciones de su capacidad para conocer el futuro en su condición de Pitonisos (afeminados con pretensiones de Pitonisa del Oráculo de Delfos) y de conocer el futuro por consiguiente capaces de saber los resultados con antelación y los fraudes que se cometerían.

A pocos años de la gesta independentista se iniciaron los conflictos armados para hacerse del poder político del País, pero nunca los oposicionistas, por vías democráticas electorales o tratando de conquistara el poder por la fuerza de las armas en guerras intestinas, trataron de atraer potencias extranjeras para que vinieran en su ayuda y mediante posiciones antipatria, conseguir su auxilio a cambio de entregas de territorio ( Ej. Golfo de Venezuela, o el Esequibo) o derechos sobre nuestras riquezas. En la actualidad, gran parte de la agresión estadounidense descansa en el hecho de que alegan que son invitados a intervenir en Venezuela por “ciudadanos venezolanos” que como bandas de pillos deambulan de país en país mendigando dádivas y presionando para que intervengan militarmente en Venezuela y más o menos nos conviertan en una colonia como resulta ser el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, que no es Estado, que tiene muy poco de Asociado y menos de Libre, porque el tratamiento que recibe de parte de Los Estados Unidos, a los efectos la Metrópoli, es el de una simple colonia.
Recientemente ha encabezado el movimiento anti venezolano un individuo de muy dudosa conducta que se autoproclamó Presidente de Venezuela en un acto absolutamente írrito desde su inicio y en su desespero por alcanzar el Poder, en unión de los facinerosos que lo acompañan, llama a la intervención militar en Venezuela, mientras anda negociando a espalda de la Nación intereses venezolanos como empresas nacionales (Citgo y Monómeros) y las reservas internacionales en divisas y en oro, en base al interesado reconocimiento absolutamente irregular como Presidente de Venezuela por parte del gobierno de Donald Trump.

Es de notar que esa práctica antipatria de pedir ayuda extranjera comprometiendo a Soberanía Nacional no se vio nunca en cada caso, ni civilistas clasificables como de izquierda o derecha, ni militaristas mediante alzamientos y golpes de Fuerza y de Estado durante los siglos XIX y XX, se tratara de: Godos, Liberales, Amarillos, Azules, Paecistas o Guzmancistas, Castristas, o Gomeros, y más recientemente el FALN de Chema Saher y Fabricio, todos dentro de sus creencias y posiciones políticas, venezolanos a carta cabal. Nunca los guerrilleros de izquierda contra la dictadura de Gómez y de Pérez Giménez o los gobiernos semi democráticos de la 4ª República, incluidos ultra derechistas del tipo de Aristlguieta Gramcko, todos en su momento y a pesar de sus ambiciones políticas, no recurrieron al triste y traidor expediente de solicitar a USA o alguna otra potencia, que los coloque con sus cañones en lo más alto del gobierno, a costa de miles de vidas de venezolanos y la destrucción física de nuestras ciudades, instalaciones industriales y de generación electricidad, mientras entregarían en “agradecimiento” nuestras riquezas minerales. Esta conducta traidora y antipatria es practicada principalmente por los auto exiliados, turistas políticos en algunos países vecinos y en Estados Unidos encabezados por Julio Borges y su combo , en Colombia, y los banqueros y desertores mayameros en Florida, o libremente caminando y haciendo política en Venezuela, como la aspirante a la Presidencia M. C. Machado, que piden a viva voz intervención extranjera liderizada por Estados Unidos y como mascarón de proa la vecina Colombia, expresando que se extinguió el tiempo de conversar y debe procederse a la acción directa.

En la guerra que se libra se han realizado batallas esplendorosas, de las que citaré en primer término la Victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de mayo de 2018 a pesar de la presión económica y psicológica ejercida sobre la población, las dificultades de traslado y comunicación para los votantes por bloqueo de vías, los constantes llamados a la abstención; en segundo lugar el importantísimo triunfo del pueblo en la contención de la invasión disfrazada de ayuda humanitaria el 23 de febrero del 2019, demostración de unión y cohesión del pueblo alrededor de la figura del Presidente Maduro, y para concluir debo mencionar el triunfo conseguido sin actos de violencia mediante la conducta generalizada en la Fuerzas Armada de: Paciencia y Nervios de Acero con motivo del fallido golpe de fuerza liderizado por Leopoldo López y Juan Guaidó el 30 de abril, este último miope y sin visión clara de su realidad, sin percatarse de que su llamado a incorporarse tanto al pueblo como a la Fuerza Armada no tendría eco, porque no se reconoce como lo que realmente es: un majadero ,irreductible, intelectualmente limitado y que insensatamente anunció públicamente que: con el golpe en marcha ser había iniciado la fase final de su “Operación Libertad”. Y otra vez se engañó y engañó a sus seguidores.

Honestamente quisiera creer que las victorias alcanzadas dan clara idea de que la guerra de 4ª generación que estamos enfrentando, se está ganando, que indudablemente es una guerra de desgaste y que hasta ahora hemos resistido con gran acopio de moral, porque nos han obligado a afrontar realidades, como que nuestras bajas a consecuencia de la citada guerra incluyendo el sabotaje a la generación de energía eléctrica que se inició a fondo el 07 /03/2019 se estiman en 40.000, y debemos agregar a esa dolorosa cifra, que las pérdidas materiales a la fecha alcanzarían los $110.000 millones de dólares , pero que esperamos no seguirán aumentando de manera significativa antes de la victoria final.

Con las cifras citadas tengo la percepción de que estamos soportando las embestidas con resistencias heroica a ultranza, que la misma puede llevar ciertos visos de victoria, pero desafortunadamente esta guerra desigual, de resistencia, de desgaste no sólo en lo físico y económico sino también en lo moral, cuya prolongación pudiera resultar en desesperanza desatada por meses y meses de escaseces, cuando la victoria se perciba como remota o inalcanzable y tal quiebre de la moral si pudiera llevarnos a la definitiva derrota.

El golpe asestado por el Imperio y sus seguidores tanto nacionales como internacionales mediante el devastador ataque a la generación, transmisión y control cibernético de la energía eléctrica sobre todo el territorio nacional, y que la Presidencia de la República con un mensaje alentador de eficiencia en la solución del problema, y de esperanza en la pronta restitución del servicio en tan solo 30 días, llevaba la blanca mentirilla de alimentar la paciencia y de mantener la ilusión de pronta resolución del grave problema; no obstante creo que esa batalla que iniciamos perdiendo en marzo de 2019 en Guri no la hemos podido superar porque tengo conocimiento de que en el Estado Zulia, Estado de primacía jerárquica por ser altamente industrializado, el servicio eléctrico sigue siendo desastroso y los cortes en el servicio siguen causando incalculables pérdidas a las industrias: pequeñas, medianas y grandes, no dejando de afectar tangencialmente a PDVSA.

Este mal servicio eléctrico que recién del magno atentado a Guri se venía superando con marcada eficiencia, en este momento al menos en mi ciudad y según me informan en gran parte de las poblaciones de los estados vecinos, es inexplicablemente cada vez peor con interrupciones que alcanzan 12 diarias, perjudicando las industrias que tratan a duras penas de capear el temporal, trabajando con márgenes de sobrevivencia, con el fin de permanecer activos cuando “llegue la ofrecida recuperación económica”. Al lado de este drama de las industrias, corre paralelo las inmensas pérdidas que acumulan en los almacenamientos de alimentos perecederos tanto en comercios e industrias como en las refrigeradoras familiares.
Hay que dar un paso a la vez, pero si no queremos seguir perdiendo la batalla de la energía eléctrica y aguas abajo la capacidad industrial, así como el almacenaje de alimentos perecederos y medicinas (vacunas entre otras) que requieren una cadena de frío constante a riesgo de dañarse, tenemos que enfilar todas nuestras baterías a la consecución de esa victoria, porque se corre grave riesgo de que esta batalla inconclusa, determine una derrota que obligue a un armisticio indecoroso.

No puedo entender que disponiendo de centenares de millares de hombres en la Fuerza Armada, las Policias y los millones de milicianos, no se pueda brindar vigilancia efectiva a las Sub Estaciones y que constantemente se dé como excusas de las miles de interrupciones del imprescindible servicio, un nuevo ataque de sabotaje.

En esta guerra asímétrica debemos destacar que los servicios de agua potable se encuentran en un nivel realmente bajo, insuficiente, que es una inexactitud decir que más del 90 % del territorio tiene servicios de acueductos y agua potable porque aun en las ciudades como la mía, que siempre dispuso de un buen servicio de acueductos en la actualidad se ha vuelto irregular e inexistente en algunas zonas y en muchos casos lo atribuyen al hecho de que al faltar la energía eléctrica no trabajan las bombas



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Edgar Valero Díaz

Ingeniero Agrónomo.

 edgarvalerodiaz@gmail.com

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