Existe una compañía argentino-brasilera, la "Movement would like" (MWL). Es nueva, formada por nerd y algunos asperger, todos muy jóvenes, asesorados por viejos profesores de la UBA. Se dedican a vender marchas digitales, mediáticas, a la medida de sus clientes. Éstos son, en su mayoría, políticos, presidentes, candidatos, pero también se encuentran artistas. La compañía comenzó organizando pequeños eventos, fiestas a cielo abierto, y hoy son una de las más importantes compañías del ramo, con clientes en todo el globo. Sus honorarios son elevados pero siempre menor que una marcha real, y con menos riesgos, éxito seguro.
El producto consiste en marchas mediáticas, a la medida, pequeñas o inmensas; el día y la hora acordados salen por la televisión local e internacional, se pueden programar con entrevistas a los manifestantes, todo virtual, también puede haber escaramuzas, perdigones, heridos, todo simulado para televisión, lo que el cliente requiera. No sabemos si alguno de los tres presidentes que ejercen en Venezuela es su cliente, pero de lo que estamos seguros es que se aplican sus técnicas. Veamos.
El sábado 16 hubo en Venezuela una serie de marchas convocadas por los tres presidente (uno, como es costumbre, faltó a la cita). Las marchas se vieron en la televisión muy nutridas, con mucho entusiasmo. Tomas cerradas, borrosas, parecidas a marchas anteriores. Desde el punto de vista del televidente todo fue un gran éxito de los dos presidentes participantes, diosdado y guaidó. Pero, ¿qué ocurrió en realidad?
En Venezuela son muy pocos los que pueden atestiguar la calidad de esas marchas, quizá los que fueron, los que la vieron pasar; el resto, millones, sólo presenciaron la televisión y las fotos en internet. Es decir, entre la realidad y ellos estuvieron los medios, allí es que actúa la MWL, o sus técnicas. Es así, con el avance de las técnicas de comunicación, la realidad es sustituida por los medios, por las redes, ahora existe una realidad virtual más difundida que la realidad real, las marchas son una muestra.
En nuestro caso sólo podemos hablar de las marchas del sábado desde el punto de vista de la realidad virtual, y las dos fueron un rotundo éxito, los dos presidentes llenaron la plaza hasta la bandera. Y ese lleno encandila a los televidentes desprevenidos, pero sólo hasta que salen a la calle y regresan a la realidad real. Ahí se topan con el mercado de la semana, el precio de la carne, el pago de las obligaciones, el repuesto del carro… Y al regresar al televisor, a la realidad virtual, chocan con los mismos presidentes hablando las mismas mentiras.
No sabemos si aquí en Venezuela está actuando la MWL, si el éxito es de esa compañía o es obra de artistas nacionales. Aunque no importa de quién es el mérito, la verdad es que hasta ahora han tenido mucha pericia en el manejo de los medios, han conseguido reeditar de hecho al pacto, la pelea de metirita copa la escena. Eso será así hasta que la realidad económica ceda paso a una nueva realidad política que arrase con su fuerza lo virtual y se imponga, tal como le sucedió al anterior pacto de punto fijo.
