Carcoma social

El capitalismo, cualquiera sea su expresión concreta, implica necesariamente una confrontación entre capital y trabajo; entre propietarios y no propietarios de los medios de producción que de manera formal, informal y delincuencial garantizan la acumulación de capital de los primeros.

Acumulación necesariamente naturalizada y facilitada por un aparato ideológico convencional, nacional e internacional –jurídico, educativo, religioso, cultural…- organizado para tratar de dar un cariz civilizatorio a la hegemonía de unos pocos explotadores/acumuladores sobre los muchísimos que no participan en el festín: trabajadores y otros sin clasificar.

Más, la mundialización del capitalismo y la agudización de las contradicciones y confrontaciones capital/ trabajo y capital/capital, ha obligado a los capos capitalistas a ir adecuando el aparato ideológico a la nueva dinámica mundial. Así, escudados en la amenaza terrorista o la defensa de la democracia, han venido justificando la utilización de cualquier medio para destruir física, moral y masivamente a los "enemigos" de sus intereses.

Y en eso estamos… porque una cosa son las diferencias económicas, políticas y sociales entre connacionales y otra la confrontación entre venezolanos que amamos a nuestro país y esa especie de carcoma social que dice ser venezolana sin serlo pues se identifica con lo que no es, se avergüenza de haber nacido aquí y actúa como agente de quienes están decididos a destruir a Venezuela y a todos nosotros.

Carcoma social cómplice de la hez imperial y de gobernantes abyectos que ocupan coyunturalmente el poder en Nuestra América responsables la violencia de todo tipo que hemos estado enfrentando desde el momento en que apareció el Comandante Chávez en el panorama.

Carcoma social irresponsable que pretende dar visos legales a la farsa seudo constitucional urdida desde el mismo momento en que logró una mayoría en una Asamblea Nacional. Posición ventajosa inútil para sus propósitos, no acordes con del marco jurídico establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pero sí aprovechable como trampolín para sabotear el gobierno y agravar la ya difícil situación del país.

Carcoma social que tiene que responder por:

  • los perjuicios derivados de su cultura del desprecio,

  • avivar la xenofobia hacia los venezolanos. Hacia todos. Ellos tampoco se salvan…

  • la desconfianza sembrada hacia cualquier "moreno",

  • el maltrato que reciben padres y muchachos agredidos por sus pares en los centros educativos por ser o parecer "chavistas",

  • el acoso a las niñas y niños que llevan comida al colegio preparada con productos distribuidos por los CLAP, astutamente enfrentado por una pequeña guerrera de 12 años: "Traigo lentejas porque en mi casa estamos cansados de comer tanta carne y tanto pollo",

 

Por eso y muchas cosas más, como dice la canción, esta carcoma social no puede quedar impune. Tiene que pagar por los daños visibles e invisibles que ha causado al tejido social venezolano.

 

 

NO VOLVERÁN, NO LOS PODEMOS DEJAR VOLVER

 



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Mariadela Villanueva

Analista y comunicadora. Socialista y chavista. Firme creyente del poder popular

 mariadelav@gmail.com      @mariadvillanuev

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