¡Caramba, ahora la escualidad la cogió contra Cilia, no le tiran Flores sino esquirlas!

Cuando yo converso con mis más cercanos compañeros y compañeras y uno o una que otro u otra de tales se me pone resbaloso o resbalosa yo les aplico la pura mayéutica con la cual llevo a todos al botalón de su propia conciencia; precisamente acaba de ocurrir con una de las "chicas del clap", como les digo en bromas.

_Es que tú tienes un optimismo ciego, será porque, estoy segura, que tú puedes comprar tu pernil y no lo vas a repartir como el cherechere, por cierto que esos bichitos últimos estaban de maravilla, ¿no hay más?

_¿Quieres una penca de atún aleta amarilla? ¡No jodas tanto!

Le retruqué con énfasis que la esperanza es una fuerza, fuerza más que todo moral, la tristeza es inútil y ahí reside una clave de la revolución, que con toda la guerra bestial que se ha desatado contra nosotros este pueblo valiente y esperanzado se mantiene en lucha con suficiente alegría, nosotros tenemos que ir para el combate como el que va para una fiesta, así debe ser; pero esas personas con falsa consciencia de clase y que se dicen chavistas profieren babosadas contra la dirigencia de la revolución porque ique no les ha llegado el pernil a la puerta de su casa; en nada esas personas se diferencian del enemigo, no se percatan de las causas ni de los esfuerzos del gobierno revolucionario para cubrir las demandas de la población, flaco favor que hacen porque carecen de noción de contexto y noción de su propio destino.

Es patético que un o una venezolana decente le eche plomo a Cilia porque ique Cilia es optimista y prácticamente la insta a que se ponga a llorar en vez de presentar la cara de la esperanza, del optimismo; y, ¿para qué sirve la tristeza, acaso no es para menguar las fuerzas morales de la persona y, por contagio, de su contexto?

Yo no soy un pintor ciego, en contrario creo ver muy claro y bien lejos, haber vivido en el mar y del mar te afina la vista, valga el símil para por extensión aplicarlo a la conciencia y en consecuencia a mi visión de la realidad. Estoy acostumbrado a ver lejos y veo un hermoso porvenir para este pueblo valiente y alegre.

La plomazón de los llorones y de las lloronas es en primera instancia y a manera de subterfugio, contra Chávez pero digamos que personalizada en Maduro y puesto que Cilia está tan cerca de aquél, de Maduro, es obvio que la salpiquen las esquirlas de esas municiones.

A Cilia hay que echarle Flores en vez de esquirlas pero los y las "sinoficios" andan como alumbraos, no lavan ni prestan la batea.



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Guillermo Guzmán


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