No son los perniles, sino que pensábamos que era como decía Maduro

Veo que casi se desató en el país una controversia de alta política por una pierna de cochino navideño. En medio de esta situación, me he detenido a escuchar con detenimiento la posición que fijaron al respecto revolucionarios de alto rango, que considero calificados, muy respetables y que, sin duda, juegan un papel preponderante dentro del proceso chavista.

No pretendo armar escándalos mediáticos ni atacar camaradas, pero sí quiero aclarar algunos aspectos relacionados con las apetecibles piezas de cerdo, considerando que he sido un duro crítico al respecto.

Algunos revolucionarios han expuesto, visiblemente abrumados con los comentarios de la gente, que son 20 millones de perniles y se deben repartir solamente a las familias más necesitadas, y dejan entrever que las quejas no vienen de la gente más pobre sino de las acomodadas que, por un lado, quieren su presa y, por otro, aprovechan para atacar…

Con todo respeto voy a rebatir que eso no fue lo que dijo el presidente Nicolás Maduro, y ahí está el país de testigo. El máximo jefe de este proyecto que inició El Gigante Chávez, ciertamente habló de 20 toneladas de pernil, y reiteró contento que sería una pierna por familia, las mismas familias que reciben los Clap. En ningún momento advirtió que tales partes de puerco solo eran para las personas más necesitadas.

Ah se equivocó…bueno, asúmanlo y rectifiquen, mas no piensen que después que la gente tenga 12 meses esperando por esos perniles y el presidente Maduro lo celebre en declaraciones por la televisión, asuma con agrado los rumores –o un hecho real, ya no se sabe- de que no es una pierna por familia, sino únicamente para los más necesitados. Y ni siquiera es por lo que significa el alimento en sí, sino porque la gente piensa que les están haciendo trampa. Que la quieren robar.

Además, en el discurso de algunos de esos revolucionarios hablando sobre tal situación, de alguna manera se pasean por lo que es la solidaridad, tenderle la mano al que menos tiene, y sobre este particular también quiero decir algo. Yo no tengo con qué comprar pernil, de todas formas, todavía puedo comer yuca las tres veces al día con un suero de leche barato que venden cerca de casa ligado con agua y que, a pesar del agua, a veces pareciera que uno lo que consume es ácido de batería.

Sin embargo, si una persona necesita mi pernil -si es que me correspondía pernil, ya no sé- a mucho gusto, véndanselo o regálenselo, hagan lo que quieran, eso sí, no me vengan con el cuento ahora de que hay gente hablando y criticando como si no tuviera razón. Como si criticara por criticar. Más: como si quisiera perjudicar al Gobierno de Maduro. ¡No señor! Solo que indigna ver como una gestión que enfrenta una descomunal crisis económica como la que padece Venezuela, no sea ni capaz de repartir un pernil que prometió hace un año.

Pongan los pies sobre la tierra ¡por vida de Dios! La gente reclama, primero, porque tiene hambre. Vayan a las comunidades y pregunten por las veces que está comiendo carne al mes, pregúntenle si la pueden pagar al precio que no controla el Gobierno, pregúntenle si comen las tres vece al día, o más sencillo, pregúntenles simplemente si comen; para que se den cuenta –si es verdad que no se han dado- de la real situación de las personas en nuestros barrios, segundo, la gente reclama y critica, repito, porque se los prometió el Presidente, que se supone es quien manda en el país… ¿Se equivocó? Eso es otra cosa.

Los revolucionarios fijando posición acerca de los perniles, hablan también de la gestión de Maduro con respecto a la guerra económica, refieren el éxito de misiones como la Vivienda Venezuela por encima de las sanciones. Y lo comparto, eso hay que admitirlo, valorarlo, voy más allá, pienso que Maduro es un hombre de pueblo, noble, de muy buenas intenciones, de grandes sentimientos.

Estoy consciente además de las agresiones en su contra, de la guerra económica, del bloque financiero, lo siento en el estómago, en los medicamentos que no puedo comprar para controlar mis afecciones, en síntesis, veo el esfuerzo que hace Maduro en su empeño de favorecer al pueblo, pero sí de gestión gubernamental se trata en todo su contexto, vamos a estar claros, tampoco podemos culpar a los gringos de que esos funcionarios que una vez nos vendieron como la panacea, resultaran tremendos ladrones, no aguantaron una bola de dólares por el pecho. Han sido los causantes de la mayor parte del desastre de este país. Aunque sabemos que el imperio norteamericano es el más destructivo del mundo, eso no implica la debilidad de esos ejecutivos rojos rojitos ante el codiciado billete verde.

Y no sólo no los vendieron como la panacea, sino que los dejaron robar y robar hasta hacer caída y mesa limpia. Después, con los bolsillos vacíos, cuando no había una locha en esta Patria, esa revolución que no veía ese robo, ese desfalco, apeló al apoyo del pueblo, y ahí está el pueblo apoyando…Que pueblo tan generoso. No hay nadie más bondadoso, desprendido, que un chavista de corazón. Hay que hacerles la venia. Esa entrega, esa lealtad, vale más que todos los perniles del mundo.

El mismo Elías Jaua lo admitió, se equivocaron al dejar intacta la estructura de la corrupción en Venezuela. Así es que se le habla al pueblo, directo, claro, y la gente entiende y apoya, pero no pretendan confundir. Este pueblo no es el mismo de antes, este pueblo aprendió con Chávez. De allí que ese discurso de los revolucionarios tratando de enmendar otro error más de este Gobierno, lo que hace es perjudicarlo en vez de favorecerlo.

Veían la corrupción y no decían nada. Ahora el Fiscal General de la República, Tareck William Saab, a cada momento se encadena para denunciar un nuevo fraude a la nación, y a pesar de que se está haciendo justicia, hay que decir que es tarde, ya arruinaron el país, porque callaron, hicieron silencio. Pecaron por omisión.

Y esa corrupción, señores y señoras, que hubo y, al parecer continúa desde los altos cargos revolucionarios hasta los consejos comunales y los Clap, le ha hecho más daño a los venezolanos que Trump, Obama y todo el imperio juntos. Quizás otra situación estuviésemos viviendo en Venezuela si no saquean al país como la saquearon. Si no destrozan a Pdvsa como la destrozaron. Esa es la verdad. Díganlo. Asúmanlo. El pueblo lo sabe todo.



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Alberto Morán


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