Pareciera que el alto gobierno desconoce el significado de la palabra "GOBERNAR" porque quienes seguimos con vehemencia la Revolución encontramos que los altos niveles de la Administración desoyen el clamor de nosotros que, rogamos, clamamos, esperamos y desafortunadamente sólo parece que encontramos oídos sordos ante realidades que, cualquier observador aunque no esté profundamente informado reconoce, porque lo que tenemos es un gobierno pusilánime, sin carácter eso sí, con un gran ejercicio de la retórica al punto de que ya el grueso del chavismo comienza a desconfiar de las numerosas ofertas fallidas del gobierno y de su falta de decisión para afrontar los múltiples problemas que confrontamos y que no vamos a resolver realizando 5 quizá 6 congresos en menos de un mes, basta de bla, bla, bla, cuando lo que requerimos en un Estado (léase EJECUTIVO) que actúe con firmeza, consciente de sus obligaciones y dentro del marco de las leyes, pero que con energía, y decisión afronte los problemas tanto los nacionales, como las amenazas internacionales y no es recurriendo a la práctica del Avestruz de agachar la cabeza, ante cualquier amenaza mientras gorjea para impresionar pensando que alejará el peligro, pero esa práctica de afrontar las situaciones con pura retorica nos desilusiona ante la terrible realidad que, parece no visualizar el Gobierno y estimo que infortunadamente comenzamos a ver el fin de nuestra quimera revolucionaria.
De acuerdo con el DRAE, GOBERNAR ES: 1.- Mandar con autoridad y regir; 2.- Dirigir un país o una colectividad. Muy claro queda que gobernar es MANDAR CON AUTORIDAD, en democracia, dentro del marco legal, pero siempre MANDAR, que es su primera obligación, para conducir el país; el exceso de palabrería convierte al mandatario en un demagogo que, pretende dirigir al pueblo a base de retórica, en nuestro caso revolucionaria, pero retórica al fin y que en buen pueblerino venezolano sólo es "pura paja" sin simiente.
El pueblo venezolano se comporta como todos los pueblos del mundo cuando no son oídos, que a su vez lo hacen como niños díscolos, que buscan en sus padres el carácter correctivo que deben tener como muestra de cariño y protección y lo que clama el grueso del pueblo es fuerza en las decisiones, porque consideran que los grupos oligárquicos imponen su línea por encima de un Ejecutivo que, lo único que parece que sabe hacer es amenazar y en respuesta recibir trompetillas.
Muchos estiman como yo que, nuestra posición internacional es extremadamente delicada y peligrosa, que nos amenazan militarmente varios países vecinos y por supuesto el gran Imperio del Norte, que nos quiere agredir pero con lnterpuestos países y ejércitos, en una gran "cayapa" contra Venezuela, y yo sería el primero en contemporizar por evitarnos una hecatombe como en Libia o Siria, claro que sin arriar nuestras banderas libertarias, pero creo que eso, no será suficiente para evitar la amenaza militar, porque el fin último no es sólo ideológico y el cuento chino de que lo que desean es el bienestar del pueblo venezolano es completamente falso, por lo cual están dispuestos a caernos a bombazo, y ya sería cuesta arriba abjurar de nuestras ideas, cuando sabemos que el gran atractivo lo constituyen nuestras riquezas, el gran botín que representa echarle mano a Venezuela con todos los tesoros naturales que contiene
Mis contertulio y yo dedicamos noches enteras al análisis de nuestra situación interna y al ataque predecible, como resumiera en mi artículo anterior que, a pasos agigantados erosiona todo el trabajo que se realiza para mejorar la situación económica de la familia venezolana y la andanada golpista repotenciada hacia la Navidad no se detiene y entendemos que, lo que primordialmente nos está desbaratando el plan de Recuperación de Maduro, es la debilidad de carácter en la toma de decisiones que, aunque importantes son sencillas especialmente: mano dura contra el acaparamiento, su consecuencia directa, la especulación y por supuesto el contrabando de extracción.
Casi como prueba del poco conocimiento que tiene el alto ejecutivo del real problema de acaparamiento, lo muestra la gran publicidad como gran triunfo que hacen alrededor de la incautación de 10 toneladas de alimentos almacenados clandestinamente, porque pareciera que los altos estamentos no pudieran reconocer que redondeando, 10.000 kg. de alimentos alcanzan escasamente para 40.000 personas un día a cuarto de kg/persona, solamente 80 gr/comida y en Venezuela vivimos, mis queridos dirigentes: 30. Millones de personas, es decir que se necesitarían una incautación o distribución DIARIA de 3.000 cantidades iguales a la incautada con gran despliegue publicitario; que muestra ignorancia total del problema en su justa dimensión o cuando menos un desinterés absoluto en la materia.
La campaña tiene que ser profunda, determinante y permanente en todo el territorio nacional, con personal idóneo y comprometido a fondo con el éxito final, para que pueda dejar un resultado realmente positivo, de lo contrario el mal pudiera ser irrecuperable si se actúa dubitativa y tardíamente y hasta ahora sólo se ven en televisión algunas muestras de acciones en el sentido solicitadas, que parecen no llenarán los requerimientos para cubrir las necesidades alimenticias y evitar la derrota por falta de suministros que anuncia como victoria sin guerra la oligarquía, con el siempre citado Sun Tsu, programa de privaciones que adoptan y propician además fuerzas internacionales.
El avance del Programa de Recuperación Económica, por si no se han percatado se está deslizando hacia el fracaso, las acciones internacionales desde países vecinos especialmente desde Colombia así lo están determinando comenzando con el marcado deterioro del nuevo cono monetario y la depreciación del Bolívar Soberano esto aunado al hecho de que según cifras estimadas, aunque no oficiales el desaguadero de comida y medicinas se acerca al 40% de los requerimientos nacionales, dan clara cuenta del inmenso daño que nos causan y que, por consiguiente abona el malestar del pueblo y lo acerca al estallido social cuando el nivel del hambre sobrepase la capacidad de aguante, porque un pueblo famélico no tiene ni fuerza ni voluntad para nada, menos, para pelear por quimeras presentadas desde un gobierno altamente locuaz, pero poco efectivo para resolver el problema más grave que enfrenta el pueblo y que en la actualidad es el suministro y precios de los alimentos, íntimamente ligado al tantas veces mentado contrabando de extracción
Si no queremos que nos derroten a sombrerazos o como diría Walter Martínez que hizo Colombia con la bases gringas en su territorio, plantemos cara y evitemos bajarnos los pantalones ante el enemigo, porque es necesario e inaplazable proceder al cierre de la frontera de nuestra principal amenaza militar, la "Hermana" república de Colombia, que según todo apunta sería el ariete de proa de la hasta probable intervención bélica en nuestro sagrado suelo, desgraciadamente si no ponemos coto, alimentado en el sentido literal de la palabra, por alimentos procedentes de Venezuela y moviendo su maquinaria militar incluyendo los aviones que, eventualmente pudieran atacarnos con nuestro propio combustible y para completar, amenazando nuestra ganadería con una intimidante epizoótica del virus de la fiebre aftosa que, hasta pudieran traerlo como guerra biológica, contra nuestra ganadería, si continuamos dando toda clase de facilidades y sin tomar efectivas medidas correctivas a los problemas vigentes.
Todos seguramente saben lo que era la 5ª columna de Madrid en la guerra Civil Española, y que consistía en una ocupación previa al ataque en sí mismo y nosotros no podemos estar seguros de que en los 5 millones y medio de colombianos que habitan en nuestro país, no se haya mimetizado una quinta columna como la de Madrid, dispuesta al sabotaje y acciones subversivas en la retaguardia y tampoco que el resto, como sería normal y lógico, mantenga lealtad a su patria de nacimiento.
