Escuchando las intervenciones de los mandatarios del planeta en la pasada 73 asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, todos en su mayoría, excepto el guerrista y antiambientalista Donald Trump (Presidente de Estados Unidos), coincidían que la peor amenaza de muerte de la tierra, no es la República Bolivariana de Venezuela, el gran peligro mundial es el cambio climático, el calentamiento global y la subida del nivel del mar, provocado por el primer país contaminante de la atmósfera y la estratosfera: ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.

El modelo minero extractivo es el gran responsable de esta catástrofe a pasos agigantados y ya algunas islas del pacifico han desaparecido, como lo expuso dramáticamente el presidente de la isla de Tuvalu en las Naciones Unida, ubicada en la Polinesia entre Hawai y Australia.

Fue un doce de octubre de 1492, que se ensayo ese modelo con el mal llamado descubrimiento de América, encabezado por el marino Cristóbal Colon y su banda de delincuente encabezada por Americo Vespucio y en nombre de este último se colocó el nombre desde Alaska hasta la Patagonia el nombre de América a este continente e islas que poseía las mayor diversidad de pueblos originarios y que solo en suramérica en medio de medio siglo exterminaron doce millones de ellos.

PODEMOS SOBREVIVIR SIN PETROLEO …PERO SIN AGUA DULCE JAMAS

Con el doce de octubre de 1492, no se trato de un exterminio físico de la diversidad étnica originaria, sino el aniquilamiento de una intelectualidad elevada, una comprensión de la naturaleza, que hasta el día de hoy sigue resistiendo, por eso en la República Bolivariana de Venezuela, cambio el día del descubrimiento de América por el día de la Resistencia Indígena, pues aun se mantiene la lucha por el modelo de sociedad que intenta conservar algo mas preciado que el Oro, el coltan, el Petróleo, se trata de la reserva de agua dulce y la sociodiversidad, concepto acuñado por el sabio Esteban Emilio Mosonyi.


Podemos vivir sin gasolina, sin oro, sin coltan…pero no podemos vivir sin beber agua dulce, sin respirar. Indiscutiblemente que la mayor reserva del planeta para su sobrevivencia se encuentra entre América del Sur y África.

De ahí que hablemos de la Afroindianidad como modelo de desarrollo sustentable. Bajo esta construcción conceptual realizamos una primera experiencia reflexiva, mi persona y Cesar Quintero, cuando realizamos el primer encuentro AFROINDIANIDAD DESARROLLO SUSTENTABLE, en San Jose de Barlovento, donde líderes del Estado Amazonas )hifi, Yanomami, Yekuana, entre otros) dialogaron con líderes afrovenezolanos y lanzaron un extraordinario manifiesto por la Salvación del Planeta. A mas de medio milenio de la humanidad de imposición del modelo minero extractivo nos urge cambiar nuestra mentalidad rentista, consumidora de excrementos como es el día del llamado decubrimiento de América….es hora de salir del pozo séptico minero extractivo.

CHU CHE RIAS

——Al alcalde del Municipio Acevedo, del Estado Miranda, Juan Aponte, es urgente buscar el apoyo a los jóvenes que de una forma voluntaria están haciendo un extraordinario trabajo con la dirección de cultura, bajo al dirección de Yamile Palacios.

———La crisis alimentaria y medio asistencial esta llegando ya al borde de la locura en varias comunidades afro. Desde el Movimiento Juan Ramón Lugo desde el año 2014 se hicieron propuesta a los siguientes Ministerio: Comuna, Cultura, Mujer y Educación…..sin respuesta. La reflexión para los afrovenezolanos es que no basta con aparecer en una ley, tener una pantalla institucional….es decir no basta el derecho sino la ejecución de la inclusión justa en las políticas…..como me describió reciente un cimarrón……Chucho por en Chuchería que los afrodescendientes no comen con reconocimiento jurídico, es necesario la igualdad con decisión y con nuestra propia agenda.

---------Urgente realizar un II Encuentro Afroindigena para esta época de crisis que vivimos y el avasallante aumento del neoliberalismo en nuestra América, se hace necesario buscar alternativa al modelo minero extractivo el cual no dejara ni agua, ni aire ni tierra fértil a las nuevas generaciones.