Mi palabra

La anécdota de un comerciante, guía para entender la realidad

"El arte del comerciante consiste

en llevar una cosa desde el sitio donde abunda

al lugar donde se paga cara"

Sir Laurence Olivier (1907-1989)

Actor, director y productor británico.

Hace algunos años, me leí un librito: (anécdotas, y costumbres venezolanas) donde se encuentra algo parecido a un chiste, por la manera tan jocosa, como es contada. Resulta que llegó un parroquiano a una botica–nombre de las antiguas farmacias– a comprar un remedio para un hijo; al preguntar por el precio, rápidamente le dieron una mala noticia, porque costaba: ¡real y medio! y solamente cargaba tres lochas, pero no lo pensó dos veces, lo pidió, y salió corriendo; al momento el ayudante se disponía agarrarlo, aprovechando la oportunidad para demostrar sus diligentes actitudes, y fidelidad en el trabajo, cuando se escuchó la voz del patrón, con una sonrisa irónica: ¡Déjalo, que todavía nos estamos ganando una locha!.

Esa sencilla, pero muy ilustrativa anécdota, nos enseña, como el comercio, desde el mismo momento de aparecer el dinero, se convirtió en una manera de explotar al hombre, uniéndose a esto la separación del trabajo. Las etapas de la humanidad, nos ha traído a vivir el capitalismo, con todos sus adelantos, pero a la vez, con todas las desigualdades sociales, del cual no se escapa nuestro país, desde el mismo momento de la explotación del petróleo, como nuestra primera fuente de energía, y a la vez la principal entrada de divisas, acompañada de un consumismo traído por los gringos, que lejos de contenerse, se ha profundizado por los grandes avances tecnológicos, hasta convertirse en una fiebre de la sociedad contemporánea.

Si, en esa época de atraso, cuando los comerciantes no tenían la necesidad de hoy en día, y sin embargo, actuaban, como unos verdaderos "atracadores", al extremo de alargar las ganancias en productos indispensables para la vida, sobre el 200 y hasta el 300 por ciento, que podemos esperar en estos momentos, cuando las necesidades personales, y costos han aumentados de manera alarmante, y además la gran mayoría se han convertido en unos enfermizos opositores al gobierno–sobre todo los grandes empresarios– al participar por distintas vías en las pasadas guarimbas, hasta terminar financiando estos campos para matar en nombre de la libertad. Los ejemplos que delatan a los comerciantes usureros, y a los participantes en la inhumana guerra económica contra el gobierno, sobran ¿Quién puede entender la actitud asumida por los supermercados de la cadena Central Madeirense? Nadie ¡absolutamente nadie! Algunos trabajadores, con quien he tenido la oportunidad de conversar en la sucursal de Acarigua, cuando le hago el siguiente comentario me dan la razón: "Nadie puede negar la profunda crisis económica, golpeando a estos negocios, pero en medio de esas dificultades en cualquier barrio de las ciudades gemelas–Acarigua-Araure–han venido proliferando las charcuterías, verdulerías, carnicerías, y panaderías, y precisamente esos departamentos los cerraron, dejando los anaqueles totalmente pelados, para dar la sensación de quiebra, y de esta manera culpar al gobierno.

La práctica la iniciaron precisamente las grandes tiendas, y cadenas comerciales. Muchas de ellas se adaptaron a la modalidad de la venta por el teléfono; reciben los pedidos los días jueves, y viernes, pero hacen los despachos los lunes, y martes, por supuesto con el nuevo aumento; repartiéndose las ganancias los que intervienen en la cadena de la comercialización; un permanente bachaqueo, estafando a los consumidores.

El comercio es tan extenso, dinámico, y propicio para cualquier mala jugada en contra el gobierno, que no necesita ser un experto para entenderlo; sin embargo, abundan los que prefieren hacer el papel de masoquistas, para no apoyar cualquier medida que los favorece, porque son unos opositores a ultranza. El grave, y gran problema de los comerciantes venezolanos, es que se acostumbraron a obtener un margen de ganancia escandaloso, que no se conoce en ninguna parte del mundo, y ahora, cuando las dificultades comerciales se han hecho presente, inducidas por la página "dólar today" apoyada por ellos mismos con la esperanza de sacar al Presidente Nicolás Maduro, no consiguen otra fórmula para seguir llenando sus arcas, sino arremetiendo contra el pueblo de manera descarada, con el doble propósito: aumentar sus ganancias, y por la otra parte, ayudar a crear a fomentar el descontento contra el gobierno.

Las últimas medidas económicas, empiezan a surtir un efecto muy importante en la consciencia del pueblo–la parte subjetiva–porque al fin, están entendiendo que sin la participación de los más perjudicados no hay solución frente al robo, la estafa, y la usurera. La tarea no es fácil; por algo Ali Primera, nos dejó una guía valiosísima con su canción: (hay que aligerar la carga).



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Narciso Torrealba


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