(Visiones de la paz)

Tres treintañeros: Jesús, Bolívar y Marx

Un amable lector, en estos días me escribía haciéndome la observación de mi empeño en mis artículos en aferrarme al pasado, corriendo el riesgo de caer en la trampa de la obsolescencia de las ideas; y específicamente se refirió a Carlos Marx. He decidido responder al amigo con un tema muy contemporáneo pero de muy vieja data como lo es la paz y voy a apoyarme en tres incuestionables personajes que dejaron honda huella en la historia humana. Gente cargada de interrogantes e ideas actuando en geografías y tiempos diferentes, pero con una enorme coincidencia en sus finalidades: la transformación social y la redención humana.

Debo comenzar por recordarle al amigo, que todos nosotros desde que andamos por este mundo, andamos incorporando conocimientos, ideas, en nuestro cerebro, y como no tenemos un teclado para activar esos archivos como cualquier computador, tenemos que apelar a la lectura que es el gran dinamizador del ordenador humano, eso significa, confrontación, saltos cualitativos, síntesis, etc., etc. Es imposible que la sociedad de hoy y futura se construya sin el conocimiento y el apoyo de la plataforma política, económica, científica, tecnológica, filosófica histórica y cultural, hijas del vivir, del pensar, del crear y el actuar de los hombres y mujeres de todas las etnias y de todos los tiempos que han habitado y habitan cualquier lugar del planeta. La expresión Paz, es muy general, admite muchas entradas, cualquier versión del DRAE, así lo indica, por lo tanto hay que verla con cuidado para evitar enmascaramientos, engolosinamientos y equivocas deducciones, pienso que eso es muy válido para nosotros los venezolanos de nuestro tiempo que le hemos construido un pedestal, que la realidad en la simple vida cotidiana niega; pues no se trata solamente de conjurar motines, quema de peatones en las calles, terrorismo urbano, sino de algo más grueso que es la Paz Social, la Paz del vivir ciudadano, la paz del poeta.

.El contexto de la vida de Jesús, fue duro, guerras invasiones, confrontaciones en la diversidad político-religiosa. Se estima que su militancia social comenzó alrededor de los treinta años echándose encima, los pesares de la gente de Galilea y otros pueblos circunvecinos saliendo a predicar por una nueva vida, algo osado, utópico, sabía que enfrentaba al poderoso imperio romano y también sabía lo que le podría suceder. No era un hombre desinformado e ingenuo, puede haber sido un idealista, pero en lo fundamental y a su modo, era un activista de la liberación nacional, mientras tanto, otros apelaban al puñal en las ciudades y, en el campo emboscaban a los soldados romanos.

"No piensen que he venido a traer paz a la tierra, no he venido a traer paz, sino espada" (1) Esta expresión atribuida a Jesús la recoge el evangelista y apóstol Mateo en su testamento. En esta edición los biblistas hacen algunas acotaciones que resultan interesantes: "Pero Jesús no da paz al mundo, porque la paz del mundo está llena de confusiones, de certezas aproximadas, de equilibrios entre codicias y temor a los riesgos. La paz del mundo, ya sea en la sociedad o en las familias, encubre habitualmente un orden injusto impuesto por el mas fuerte o una mediocridad compartida". Jesús no escribió nada, pero agito mucho, dejando un legado terrenal de compromiso y lucha, aunque los tergiversadores de siempre han tratado de crear una imagen distinta al rebelde que encarno.

Bolívar llego a este mundo a finales del reinado del Borbón Carlos III, en la época conocida como el Siglo de las Luces, con su maestro Simón Rodríguez, abrevo en las luces de la Ilustración, vio el turbulento mundo europeo de la insurgencia burguesa, de contradicciones entre las ideas republicanas y monárquicas y de allá se vino a incorporarse a la corriente independentista. El futuro Libertador no se dejo confundir con la paz y la calma colonial, y tal cosa la dejo muy clara en el memorable discurso pronunciado en la agitada reunión de la Sociedad Patriótica.

Algún tiempo después, en 1813, a los treinta años, el caraqueño después de una serie de combates victoriosos desde el Occidente hasta Caracas, en lo que se llamo la Campaña Admirable recibe el titulo de Libertador, estableciéndose la II República de Venezuela.

En ese entonces en Trujillo ante las circunstancias bélicas, ante un implacable enemigo insolente e insolvente ético (violación de los acuerdos de la Capitulación de 1812) le dio a la contienda el carácter de Guerra a Muerte. La derrota de los ejércitos y la armada imperiales hispánicas en Carabobo, lago de Maracaibo, Ayacucho, no necesariamente trajo la paz a América, otra fuerzas acechaban, ni siquiera dejaron en paz al Libertador en sus últimos momentos: "Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hoyaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores que me han conducido a las puertas del sepulcro" (2)

En estos días se celebran dos siglos del nacimiento de Carlos Marx, con tal motivo hay cierto alborozo, varios articulistas han escrito sobre este hombre de historia fecunda. Y no es para menos. En 1847, siendo un joven cercano a los treinta años, junto a Federico Engels casi de la misma edad, parieron un documento: El Manifiesto Comunista, texto de vuelo alto que le dio un impulso al estudio científico a las Ciencias del Hombre hasta el sol de nuestros días. Allí están las claves generales de la Guerra y la Paz en la sociedad humana: Lucha de Clases y Socialismo.

"Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces, y otras franca y abierta; lucha que termino siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el exterminio conjunto de las clases beligerantes" (3)

La Paz venezolana, no es un asunto de consignas, o estrictamente un hecho legislativo; estos tres hombres universales nos enseñaron la magnitud del reto social humano; pues no se trata solamente de predicar el bien y procurar la unión de los desfavorecidos; de luchar en el área política y militar y ganar batallas, o exponer en clara prosa los mecanismos generadores de la violencia social. Por ello la altísima responsabilidad que tenemos todos los ciudadanos, particularmente el sector dirigente, para entender este tiempo histórico.

"Paz para los crepúsculos que vienen, , paz para el puente, paz para el vino, paz para las letras que me buscan y que en mi sangre suben enredando el viejo canto con tierra y amores, paz para la ciudad en la mañana, cuando despierta el pan, paz para el rio (…) paz para el panadero y sus amores y paz para la harina(…) paz para todos los que viven; paz para todas las tierras y las aguas(…)soy nada más que un poeta; os amo a todos, ando errante por el mundo que amo(…) que nadie piense en mi, Pensemos en toda la tierra(…) no quiero que vuelva la sangre a empapar el pan, los frijoles, la música; quiero que venga conmigo el minero, la niña, el abogado, el marinero, el fabricante de muñecas, que entremos al cine y salgamos a beber el vino mas rojo. Yo no vine a resolver nada. Yo vine aquí para cantar y para que cantes conmigo". Fragmento del poema "Que despierte el leñador" Pablo Neruda.

LA REVOLUCION ES CULTURAL

  1. Apóstol Mateo/Nuevo Testamento, p.27/La Biblia Latinoamericana/Editorial Verbo Divino/1995/España

  2. .Bolívar, Simón/ Doctrina del Libertador/pag, 391/Fundación Biblioteca Ayacucho/Caracas 2010.

  3. Marx-Engels/El Manifiesto Comunista/pág., 20/Editorial de Ciencias Sociales/ La Habana 1975.

  4. Nota: Hay problemas tecnológicos con los acentos.



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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