Tras un revocatorio vulgarmente aniquilado (jurídicamente hablando) y una "constituyente" (muchísimo más importante que una presidencial) ilegal e ilegítima, que además descansa en un gran charco de sangre proveniente de más de un centenar de venezolanos asesinados por oponerse a ella, pretender que el gobierno finalmente cederá en estas condiciones ante lo electoral nos parece fantasioso.
Lo perpetrado con las elecciones regionales, municipales y con las venideras a concejalías/consejos legislativos, corroboran que el irrespeto al voto por parte del gobierno no es cuento de camino, es una afilada realidad en la que, incluso, cuando no puede evitar entregar un "espacio de poder" le quita competencias, le impone un poder paralelo, destituye/encarcela/inhabilita a quienes lo ganan o lo anula vía TSJ como en el caso de la Asamblea Nacional. La ecuación del voto para el régimen era populismo = voto, pero destrozado el aparato producto (incapaz de generar divisas) y destruida PDVSA, esa ecuación no funciona, ahora es: violencia institucionalizada = poder.
Para que el gobierno entregue Miraflores aguas abajo, como señala la ley, deberíamos tener una institucionalidad como la suiza ¡No la tenemos! Menos se trata de volver enfrentar escudos de cartón contra tanquetas y paramilitares armados hasta los dientes ¡Tampoco somos Gandhi! Se trata de no jugar los juegos/reglas que impone el gobierno, gobierno en jaque mate, se trata de jugar inteligente dentro y fuera del país, no olvidemos quien está contra las cuerdas es el régimen no el pueblo, todo cuanto tiene el chavismo es ilegal e ilegítimo, cuando los venezolanos reaccionemos él es quien tendrá que jugar el juego que impongamos.
Einstein decía la locura es hacer siempre lo mismo esperando resultados diferentes, no se trata de hacer un irresponsable llamado a la abstención, sencillamente, lo que está pautado para el 20 de mayo no puede ser considerado una elección democrática, se trata de no ser locos electorales, se trata de presionar por todas las vías posibles para conseguir un legal y democrático proceso electoral único capaz de enderezar este trágicamente descarrilado país que, aún cuando ya volcó y se encendió, los conductores no quieren soltar el volante.
Necesitamos la unión de los venezolanos, luchar por un país donde una cajita partidizada de comida no sea la única manera de comer, donde la inseguridad impune no nos quite el presente ni el futuro, un país donde sus infinitas riquezas sean correctamente administradas, invertidas planificadamente en lo realmente determinante, donde no se racionen derechos ni libertades. Necesitamos un liderazgo político centrado ¡Unido! cónsono con el sentir del pueblo y una comunidad internacional en uso de toda su diplomacia y demás herramientas legales, mecanismos que han sido suscritos por la república justamente para resguardar la constitución y la democracia… hoy vueltas añicos.
Sí los venezolanos desconozcemos el llamado a la farsa de las presidenciales las consecuencias para el régimen serían catastróficas, lo pondría interna y externamente en mate. De allí en adelante será el pueblo quien imponga el juego y las reglas.
@leandrotango