Las conmemoraciones de la Semana Santa, también bautizada por algunos “Semana Mayor”, tratando de ocultar con disimulo el origen de los hechos y la importancia de Jesús de Nazareth, me permiten recordar el sufrimiento padecido por el personaje principal, sin duda el más influyente en la historiografía de las figuras ilustres en la conducción de la humanidad. Un ensañamiento parecido lo sufre nuestra Venezuela Siglo XXI, en proporción que está por estudiarse hasta qué punto puede ser tan cruel.
Vale la pena considerar, y que nos sirva para fortalecer el espíritu acorde con los tiempos como quiera que usted conciba la religión, si las medidas ilícitas contra Venezuela, conforman un crimen de lesa humanidad. El acoso financiero, la hiperinflación fabricada a pulso de maldad, y lo que afecta el consumo de alimentos, que perjudica el desarrollo desde el vientre materno hasta la senectud, junto al crimen contra enfermos, constituyen medidas inmisericordes que impiden ex profeso por intereses económicos, el arribo de fármacos y alimentos, conformando el vil ensañamiento nada democrático, que padecemos.
Donald Trump amenaza con embargo petrolero y prohíbe a los estadounidenses negociar con el PETRO. A fin de aislarnos y rendirnos por hambre busca apoyo dictatorial de gobiernos europeos y latinoamericanos. Frente a la situación invoco al Libertador, quien expuso la mentira de aquella “democracia”, cuando advirtió “EE UU parece destinado por la providencia, a plagar de miserias esta parte del mundo en nombre de la libertad”. Hoy desean obligarnos a admitir su supuesta democracia, y atacan nuestra patria conspirando abierta y ferozmente.
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