Aquí les dejo a los diferentes grupos que integran la oposición venezolana una serie de nuevas y viejas reflexiones que podrían resultarles útiles…
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Las organizaciones antimaduristas que apoyan la vía electoral para enfrentar la dictadura conforman uno de los dos grandes bloques que exhibe la oposición venezolana en estos tiempos. El otro gran bloque lo conforman las organizaciones antimaduristas que descartan por ahora la vía electoral y que prefieren desarrollar otras iniciativas para enfrentar la dictadura. Se trata de dos bloques muy heterogéneos cuyas "bancadas" van a estar repeliéndose, atrayéndose o intercambiando "representantes" dependiendo de los retos que aparezcan en el camino.
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Es falso que la oposición abstencionista le esté haciendo el juego a la dictadura; lo cual no quita que algunos opositores abstencionistas sean fichas encubiertas del madurismo. De la oposición electoralista podríamos decir lo mismo.
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Los grupos que integran la oposición electoralista y los grupos que integran la oposición abstencionista tienen planteado desplazar la dictadura de Maduro, pero cada bloque propone una estrategia distinta para alcanzar tal fin. Ambas estrategias cuentan con apoyo popular.
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Es legítimo que la oposición electoralista haga un esfuerzo para lograr que cambien de opinión las personas que defienden la línea abstencionista. También es legítimo que la oposición abstencionista haga un esfuerzo para lograr que cambien de opinión las personas que defienden la línea electoralista. Ahora bien, si todo eso se da en medio de descalificaciones, manipulaciones y chantajes enlodaremos un proceso que debería convertirse en el botón de muestra de esa Venezuela que queremos construir.
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Desplazar la dictadura y restituirle la vigencia a la Constitución del año 99 son objetivos que un 70 o 75 por ciento de la población quiere alcanzar. Y se alcanzarán, pero solo si ese 70 o 75 por ciento de la población trabaja de forma coordinada. Sin la participación de la MUD o de quienes apoyan o apoyaban a la MUD sería imposible alcanzar esos objetivos. La MUD sola tampoco llegaría a ninguna parte.
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Es indispensable constituir una alianza que presione desde varios frentes a la dictadura hasta lograr que los medios de comunicación, el CNE, la Fuerza Armada y el TSJ vuelvan a tener los niveles mínimos de imparcialidad que se requieren para generarle confianza a la población.
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¿Es posible tender puentes entre los partidos que integran la MUD, la oposición abstencionista y el chavismo antimadurista?... He ahí el dilema.
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Entre la MUD y el chavismo crítico hay un conflicto político…
Entre la oposición electoralista y la oposición abstencionista hay un conflicto político…
Entre los socialdemócratas antimaduristas y los socialistas antimaduristas hay un conflicto político…
Entre el madurismo y la oposición venezolana (o las oposiciones) no hay propiamente un conflicto político sino un conflicto de naturaleza delictiva basado en una dinámica en la cual el madurismo, valiéndose del control antidemocrático que ejerce sobre los recursos públicos y las instituciones del Estado, hostiga y estafa permanentemente a los diferentes grupos opositores y junto a ellos al pueblo venezolano. Si esos grupos opositores deciden enfrentar al madurismo por separado, el resultado será que ninguno avanzará nada; en cambio, si actúan de forma coordinada lograrán desplazar la dictadura y restituirle la vigencia a la Constitución del año 99. Cuando esos objetivos se alcancen se podrán procesar correctamente otros conflictos, y no necesariamente para solucionarlos, pero sí para abordarlos, canalizarlos o sobrellevarlos en un ambiente donde prevalezcan los valores democráticos y la conciencia republicana.
Atención con lo siguiente: cuando hablo de "madurismo" me estoy refiriendo a las cúpulas podridas del PSUV y de la Administración Pública y no a las personas que por diversas razones, entre ellas el chantaje laboral, apoyan o aparentan apoyar a Maduro.