Profesores Universitarios rinden homenaje a Simón Rodríguez en Los Teques

Formar ciudadanos por medio del saber

En las horas de la mañana del día sábado 28 de Octubre de 2017, profesores universitarios del municipio Guaicaipuro rindieron homenaje s Don Simón Rodríguez día de su natalicio en la Plaza El Rincón de la ciudad de Los Teques. El Orador de Orden fue el profesor universitario del IUT-FRP Héctor Yi Durán.

Jamás la historia de la América independentista ha sido tan injusta con uno de sus grandes personajes como lo fue con la obra del insigne educador y gran pensador americano don Simón Rodríguez. El relato de su vida, atrapado en el sobrenombre de El Maestro del Libertador, se destacó en la historia por el mérito de haber forjado el espíritu y las ideas de Bolívar, reduciendo a pasividad lo que fue realmente una activa relación de reciprocidad.

Pero Simón Narciso Jesús Rodríguez no nació para hacer de Bolívar el futuro Libertador de América; se hizo a sí mismo, más bien, para convertir en verdaderas repúblicas a los territorios conquistados por la libertad. El proyecto diseñado por Simón Rodríguez, basado en la colonización del continente por sus propios habitantes y en la formación de ciudadanos por medio del saber, lo dibuja como un gran pensador americano a quien, en virtud de su incesante lucha en favor de la educación popular, sería más justo recordar como el gran maestro de muchos. La originalidad de sus pensamientos, su sentido estricto de la honestidad, la trascendencia renovadora de sus ideas pedagógicas y sociales y la heterodoxia y excentricidad de sus métodos hablan de un hombre con sentido propio, ajeno al contexto de su época.

Pedagogo y escritor venezolano.

Nació en Caracas el 28 de octubre de 1769 (aunque también se afirma que fue en 1771); y murió en Amotape, Perú, 1854. Se dice que era hijo natural de Rosalía Rodríguez y de un hombre desconocido, de apellido Carreño.

El joven maestro

La larga carrera de Simón Rodríguez como educador, si es que así puede etiquetarse su incesante labor de "formar ciudadanos por medio del saber", se inicia oficialmente cuando el Cabildo de Caracas le otorga, en 1791, el permiso para ejercer de maestro de escuela de primeras letras en la única escuela pública de esa ciudad. Claro está que la formación autodidacta emprendida por Rodríguez desde muy joven habla de un inicio más temprano en su carrera y de un encuentro prematuro con la vocación del saber, la reflexión y el pensamiento.

Acto Conmemorativo

El acto conmemorativo comenzó a las 9:00 a.m. con el canto del Himno Nacional. Seguidamente los Profesores Universitarios entregaron un Afiche "CHÁVEZ CORAZÓN DEL PUEBLO" ante el busto de Simón Rodríguez a la vocera del Consejo Comunal El Rincón. Luego la profesora Zuleika Mayora leyó algunos paisajes de la vida de Simón Rodríguez, el maestro que formó para la libertad, para la justicia, para lo grande.

Carta de Simón Bolívar a Simón Rodríguez

El 19 de enero de 1824, el libertador Simón Bolívar envió una carta al gran maestro venezolano Simón Rodríguez, fecha en la que cumplían poco más de 18 años sin verse y Bolívar, quien tres años antes había logrado la gesta independentista en el histórico Campo de Carabobo, mantenía intactos los valores de libertad y justicia inculcados por este hombre que influyó en su formación académica, humana, política, filosófica. Y es que fueron esas primeras letras las que llevaron al libertador a empeñarse en esa idea emancipadora que no era nada sin la educación, la enseñanza, la formación.

Esta carta que Bolívar escribió en Pativilca, Perú, tenía claro lo que este eminente pensador, escritor y educador venezolano, reconocido como maestro de América, había significado en su vida, reflexión que es válida recordar este 15 de enero cuando se celebra el Día del Maestro, el día de quienes como Rodríguez se dedican al oficio de educar, con paciencia y tesón, a las nuevas generaciones.

Dando continuidad al Acto Conmemorativo, dicha Carta fue leída por el profesor Espartaco Martínez:

Al señor don Simón Rodríguez

¡Oh mi maestro! ¡Oh mi amigo! ¡Oh mi Robinson, Ud. en Colombia!

Ud. en Bogotá, y nada me ha dicho, nada me ha escrito. Sin duda es Ud. el

hombre más extraordinario del mundo; podría Ud. merecer otros epítetos

pero no quiero darlos por no ser descortés al saludar un huésped que viene

del Viejo Mundo a visitar el nuevo; sí a visitar su patria que ya no conoce,

que tenía olvidada, no en su corazón sino en su memoria. Nadie más que yo

sabe lo que Ud. quiere a nuestra adorada Colombia. ¿Se acuerda Ud. cuando

fuimos juntos al Monte Sacro en Roma a jurar sobre aquella tierra santa la

libertad de la patria? Ciertamente no habrá Ud. olvidado aquel día de eterna

gloria para nosotros; día que anticipó por decirlo así, un juramento profético

a la misma esperanza que no debíamos tener.

Ud. Maestro mío, que tanto debe haberme contemplado de cerca

aunque colocado a tan remota distancia. Con qué avidez habrá seguido Ud.

mis pasos; estos pasos dirigidos muy anticipadamente por Ud. mismo. Ud.

formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo

hermoso. Yo he seguido el sendero que Ud. me señaló. Ud. fue mi piloto

aunque sentado sobre una de las playas de Europa. No puede Ud. figurarse

cuán hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que Ud. me ha

dado; no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias

que Ud. me ha regalado. Siempre presentes a mis ojos intelectuales las he

seguido como guías infalibles. En fin, V. ha visto mi conducta; Vmd. ha

visto mis pensamientos escritos, mi alma pintada en el papel, y Vmd. no

habrá dejado de decirse: todo esto es mío, yo sembré esta planta, yo la regué,

yo la enderecé tierna, ahora robusta. Fuerte y fructífera, he aquí sus frutos;

ellos son míos, yo voy a saborearlos en el jardín que planté; voy a gozar de

la sombra de sus brazos amigos, porque mi derecho es imprescriptible,

privativo a todo.

Sí, mi amigo querido, Vmd. está con nosotros; mil veces dichoso el

día en que Vmd. pisó las playas de Colombia. Un sabio, un justo más,

corona la frente de la erguida cabeza de Colombia. Yo desespero por saber

qué designios, qué destino tiene Vmd.; sobre todo mi impaciencia es mortal

no pudiendo estrecharle en mis brazos; ya que no puedo yo volar hacia

Vmd., hágalo Vmd. hacia mí; no perderá V. nada; contemplará Vmd. con

encanto la inmensa Patria que tiene, labrada en la roca del despotismo por el

buril victorioso de los libertadores, de los hermanos de Vmd. No, no se

saciará la vista de Vmd. delante de los cuadros, de los colosos, de los

tesoros, de los secretos, de los prodigios que encierra y abarca esta sombría

Colombia. Venga Vmd. al Chimborazo: profane Vmd. con su planta atrevida

la escala de los titanes, la corona de la tierra, la almena inexpugnable del

universo nuevo. Desde tan alto tendrá V. la vista; y al observar el cielo y la

tierra, admirando el pasmo de la creación terrena, podrá decir: "dos

eternidades nos contemplan: la pasada y la que viene; y este trono de la

naturaleza, idéntico a su autor, será tan duradero, indestructible y eterno

como el Padre del Universo."

¿Desde dónde, pues, podrá decir Vmd. otro tanto tan erguidamente?

Amigo de la naturaleza, venga Vmd. a preguntarle su edad, su vida y

su esencia primitivas; Vmd. no ha visto en ese mundo caduco más que las

reliquias y los desechos de la próvida Madre. Allá está encorvado con el

peso de los años, de las enfermedades y del hálito pestífero de los hombres;

aquí está doncella, inmaculada, hermosa, adornada por la mano misma del

Creador. No, el tacto profano del hombre todavía no ha marchitado sus

divinos atractivos, sus gracias maravillosas, sus virtudes intactas.

Amigo, si tan irresistibles atractivos no impulsan a V. a un vuelo

rápido hacia mí, ocurriré a un apetito más fuerte. La amistad invoco.

Presente V. esta carta al Vicepresidente: pídale Vmd. dinero de mi

parte, y venga Vmd. a encontrarme.

Pativilca, 19 de enero de 1824

BOLÍVAR.

Educación para todos

El pensamiento del maestro Simón Rodríguez fue retomado por el también maestro venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien siempre promovió un sistema educativo nacional que permitiera brindar oportunidades iguales a todos los ciudadanos.

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Muy emocionado, el docente Espartaco Martínez declamó un Poema de su propia inspiración titulado:

"Simón Rodríguez padre del genio de América"

I

¡Simón Rodríguez, padre del genio de América!, padre de las ideas de independencia,

Padre del inventamos o erramos, padre del socialismo utópico, padre de lo hermoso, padre de lo grande, padre de libertadores, padre que aconseja a sus hijos de la patria, el hombres no están en el mundo para entre destruirse, sino para entre ayudarse, en fin; padre de la solidaridad infinita de los pueblos que aclaman libertad, que claman justicia que clamar un déjenos pensar, déjenos pensar con cabeza propia, pero pensar.

II

¡Gran genio eres tú!, que crearte la escolaridad, que creaste un lugar para soñar, ese lugar es la América original, con sus instituciones original, con su forma de enseñar original, sin buscar modelos que pretendan hegemonizar, ideas que no nos identifican de verdad, y que no des dejan pensar con cabeza propia nuestras libertad.

¡Gran genio eres tú!, gran padre de Bolívar y de su gesta para emancipar, para lograr lo que el prometió delante de usted, delante de Dios, en aquel lugar que nunca como venezolanos debemos olvidar, es el juramento de monte sacros, donde aquel 1805, se gestó la proclama de libertad, de libertad a su patria sin descansar.

III

¡Gran genio eres tú!, porque al pisar la noche de enemigos que no quieres que la patria progresar, colocaste tus conocimientos como luz de claridad, para los que amamos la paz, la paz, la paz, sepamos a donde llegar y los que viven en la oscuranas se encandilen con tu luz de claridad.

Le distes a Bolívar un sueño de libertad, un sueño en que impulsar todo esos bellos sentimientos que el libertador expreso al saber de ti, porque tú fuiste para él un padre de verdad, por eso nuca estarás solo, serás como vela encendida en un altar, serás para nosotros siempre padre, genio y libertad.

Maestros son la columna vertebral

El pensamiento de Rodríguez es rememorado este 28 de Enero cuando más de 500.000 maestros del país conmemoran su día.

Comisión de Profesores Universitarios de Los Altos Mirandinos

Profesores Universitarios de Los Altos Mirandinos se organizan para contribuir con la transformación educación universitaria y la construcción del Socialismo del Siglo XXI. Cada uno aportando desde su trinchera. Como decía el maestro Simón Rodríguez: "O Inventamos o Erramos".

Son muchas las Instituciones de Educación Universitaria y Centros Tecnológicos que se encuentran en el eje de Los Altos Mirandinos: IUT-FRP, UBA, UNA, UNEFA, UPTAMCA, UPEL, IUTA, UBV, UCAB, IUT-RBF, UVH, IVIC, INTEVEP, MISIÓN SUCRE y otras.

Estos profesores han hecho propuestas al actual Gobernador del Estado Bolivariano de Miranda, Héctor Rodríguez en los cuatros ejes de desarrollo, basados en el Plan de la Patria, a saber: en Seguridad, en Economía, en lo Social y en lo Territorial.

Se invita a todos los trabajadores (profesores, administrativos, obreros), estudiantes y comunidad del sector universitario de Los Altos Mirandinos que se integren a los debates y reuniones que se efectúan todos los miércoles en la sede del PSUV a las 2:00 p.m. en la ciudad de Los Teques.

La Clausura del Evento

La ciudadana y vocera del Consejo Comunal El Rincón, la luchadora social Carmen Rivero, UBCH de la comunidad SILKA, pronunció el discurso de clausura de este Acto Conmemorativo e invitó a toda la comunidad de este sector seguir en la lucha de este proceso revolucionario y cumplir con el legado del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.




 



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Héctor Yi Durán

Ing. Luchador Social

 hectoryi@gmail.com

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