Pido perdón a Rafael Dudamel

Influenciado por el acontecer político redacté un artículo en donde afirmo que Rafael Dudamel se habría ablandado ante un puñado de dólares. Digo textualmente: "… es la muestra fehaciente de que muchas personas se aflojan por un puñado de dólares. Emisarios de la derecha viajaron a Corea del Sur para aflojar a Dudamel. Y lo consiguieron…". Claramente estoy insinuando que el DT recibió dinero para decir lo que dijo. Allí estuvo mi error. A mí no me consta que algún emisario de la derecha haya viajado con ese fin a Corea del Sur. Tampoco me consta que sus palabras hayan sido pronunciadas bajo presión. Tal vez lo hizo como lo han venido haciendo muchos venezolanos y venezolanos. Pero además, reconozco que Dudamel no es político, ni ha vivido de la política. Es un hombre que en sus 44 años de edad no ha hecho más que jugar y jugar fútbol, tanto dentro del país como fuera de nuestras fronteras. Su vida ha estado dedicada al deporte. Entonces, lo más justo es reconocer que me equivoqué. Que me apresuré a escribir y a afirmar una cosa de la que no tengo prueba alguna. Por tal razón no tengo ningún inconveniente en pedirle perdón a él y a su familia, como a mis lectores.

Entre los "Cuatro Acuerdos" del doctor Miguel Ruiz hay dos que son contundentes en eso de decir cosas. El primer acuerdo se refiere a que debemos ser impecable con nuestras palabras. En efecto, el manejo de la palabra es el manejo de un poder. Con ella podemos influir en cosas malas o buenas. Dice el doctor Ruiz: ""Cuando eres impecable con tus palabras, tu mente deja de ser un campo fértil para las palabras que surgen de la magia negra, pero sí lo es para las que surgen del amor. Puedes medir la impecabilidad de tus palabras a partir de tu nivel de autoestima. La cantidad de amor que sientes por ti es directamente proporcional a la calidad e integridad de tus palabras. Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes bien, eres feliz y estás en paz".

El tercer acuerdo tiene que ver con las suposiciones. Dice el doctor Ruiz que el ser humano tiende a hacer suposiciones sobre todo. "El problema —dice el autor— es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto…". Esta apreciación del escritor es un verdadero acierto, toda vez que nosotros nos acostumbramos a suponer que… esto y lo otro. Sin tener a la mano una prueba de lo que afirmamos. En el caso que trato, en estos momentos, yo supuse que el DT se había aflojado porque le habían ofrecido un puñado de dólares. Podría ser verdad, pero mi apreciación cae en el campo de la especulación.

Agregado:

Cuando me percaté de mi error ya había enviado mi artículo a Aporrea. Me sometí un tiempo de reflexión y llegué a la conclusión que debía pedir perdón a Rafael Dudamel por mi ligereza. Lo hago con toda sinceridad. No soy hombre de dos caras. Siempre he asumido mi responsabilidad no solo conmigo mismo, sino con los demás. Las especulaciones se aceptan en la política, ya que la misma se nutre de la especulación. Darwin dijo: "Sin la especulación no hay nueva observación".

Puerto Ordaz, 10 de junio de 2017.

 

 



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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