Nicolás Maduro, un dictador atípico

Nos encontramos sorprendidos por lo que leemos, escuchamos, vemos por los medios de información, ellos, masivos, y en nuestras sencillas conversas cuando, voz en cuello, se viene expresando que Nicolás Maduro Moros es un dictador. Reiteramos en constante repetición, cuando leemos, escuchamos, vemos y dialogamos con "seres humanos", quienes, suponemos, reflexionan, que tienen criterio humano-natural, quienes han conocido, vivido y, al menos, transmitido en clara explicación qué es un dictador y cómo ejerce su dictadura. So, es profundamente curioso como el Otro pontifica con esa desfachatez cuasi-intelectual aseverando que Maduro es un dictador, así de sencillo, básico e irreflexivo.

Visto lo visto, nos con nuestra acostumbrada ironía británica y cinismo criollo, nos atrevemos a exponer algunas realidades personales para, quizás, tratar de contribuir con no solo el argumento político-ideológico e histórico que expone, propone y asevera el Otro en referencia a ese señalamiento político-ideológico hacia Maduro Moros cuando se le indilga con brutal sencillez e ignorancia supina, el título de dictador cuasi estalinista.

En ese sencillo marco referencial sobre la base donde sustentaremos nuestros pareceres, en referencia a y sobre nuestras experiencias, en busca de tratar de demostrar que a Maduro Moros se le puede señalar de ser un político más obrero que político tradicional pero nunca jamás de titularlo como dictador.

Es, en ese marco referencial, que osamos transcribir, como primera propuesta, un pensamiento de don Rómulo Betancourt inscrito en ese famoso documento titulado como "El Plan de Barranquilla" donde expone que "…la repercusión de los movimientos insurgentes iniciados en América Latina al finalizar 1929 y continuados durante los años 30 y 31; la crisis económica; la creciente saturación del descontento en las masas; la anarquía agudizada entre los servidores del despotismo, ante la decrepitud del jefe del régimen y la imposibilidad de acordarse entre ellos para designarle sucesor, son factores concurrentes que nos autorizan a esperar un próximo y decisivo conflicto entre las masas populares de Venezuela y el gobierno de los Gómez…" (Carrera Damas, Germán. "Emergencia de un líder. Rómulo Betancourt y el Plan de Barranquilla". Plan de Barranquilla. Editorial Fundación Rómulo Betancourt.Caracas, 1994, pág. 85). Nada más alejado de la realidad venezolana.

Nos que hemos tenido la dicha de vivir en experiencia los avatares de dos dictaduras, Marcos Evangelista Pérez Jiménez y la de la España franquista; haber concordado con tres gobiernos verticales y "duros" en el ejercicio del Poder como son la República Popular China, la República China en Taiwan y el régimen imperante en la República de Corea del Sur; haber vivido y disfrutado la decadencia del imperio británico y conocido del "socialismo sueco" en el cenit de su gloriosa política social, honestamente, consideramos que el gobierno constitucional de Nicolás Maduro Moros no está ni cerca de ser una dictadura como tampoco de parecerse a un gobierno que se le pudiera titular de ser un gobierno socialista como serían los gobiernos de China y Cuba; nada más alejado de la realidad.

Ello no obsta para precisar que, ciertamente, el gobierno de Maduro Moros padece de serios y graves problemas estructurales no solo producto de los conflictos recurrentes que se han desarrollado y del cual es heredero legítimo desde aquel triunfo electoral del 98 de Hugo Rafael Chávez Frías sino, fundamentalmente y como causa principal, la decisión popular y necesaria de tener que realizar "cambios profundos y estructurales" del Estado denominado, ciertamente, como rentista por uno de los más serios analistas como lo es Asdrubal Batista.

Ello significa que mientras la sociedad venezolana no comprenda y tenga que aceptar esa obligante necesidad de, al menos, tener que "modernizar" al Estado venezolano en el marco de las realidades tanto nacionales como internacionales en el marco obligante de esas realidades significativas tanto del sistema capitalista como de la actual reingeniería de ese mismo sistema capitalista, cualquier epíteto que se le señale no solo a Maduro Moros como a todos los involucrados en el proceso actual y revolucionario venezolano, tendremos problemas para poder alcanzar las necesidades perentorias del diálogo nacional.

Pero es mucho más grave lo significativo de ese discurso acusatorio hacia la persona de Maduro Moros de ser un dictador aunque, curiosamente, no actúe como dictador, ni por asomo.

Es evidente que la dialéctica implícita en lo significativo de "la verdad y la mentira" tal como lo propusiera José Vicente Rangel Vale en la introducción a su programa dominical del próximo pasado día 28 de mayo (2017) en el cual entrevistara a Vladimir Padrino López, Ministro de la Defensa de Venezuela, cuando el recurso de "la mentira" se sobrepone a la objetiva realidad significada en "la verdad", entonces se va imponiendo en el inconsciente colectivo, en este concreto caso, no solo nacional-venezolano sino también internacionalmente que Nicolás Maduro Moros es un dictador "de carta cabal". Tamaña y grosera manipulación ideológica.

Nada más alejado de la objetiva realidad conceptual y, repetimos, conceptual; pero al decir, repetir y reiterar que Maduro Moros es y actúa como un dictador, evidentemente, se trata de imponer una variable sico-ideológica adscrita a lo conceptual-contentivo de la simple definición del nazismo como praxis político-dictatorial como así nos lo demuestran, en simples páginas de "hechos históricos", la realidad europea y venezolana de aquella década referida por Betancourt de los años 30.

Nos, nos permitimos, seriamente, dudar que en la mesilla de noche de Nicolás Maduro Moros se encuentre el libro de "Mein Kampf" de Adolf Hitler; aunque, en contrario, si es un texto de lectura obligada para aquellos quienes, ideológicamente, tratan de imponerse con las falsas argumentaciones de recurrente utilización por el Otro al tildarlo de dictador.

En esa línea del discurso nos obligamos a interrogarnos, a nosotros mismos, sobre sí el llamado a una constituyente siendo ella necesaria, oportuna y obligante, nacionalmente, tal como lo expresara Maduro Moros al entregarle al pueblo su poder constituyente, al ser ello, el poder, constitucionalmente, como declarado detentador del Poder en su máximo significado conceptual-jurídico, nos obliga a reflexionar sí ello se pudiera considerar como una praxis dictatorial por parte de Nicolás Maduro Moros.

Demostración en el artículo 5to., de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cual reza: "…la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público…" (Idem, pág. 14) cualo se consolidad, jurídicamente, con el contenido del artículo 347, en su texto significativo y preciso que reza: "…el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario…" (Ibidem, pág. 374).

Es, en ese marco de referencia, que nos vamos a permitir proporcionar una corta bibliografía para aquellos que señalando a Nicolás Maduro Moros de dictador tenga a bien, gracias a su lectura, alcanzar los correspondientes niveles de conocimiento en la Teoría Política para así evitar, sencillamente, se les tilde de "conocimiento condicionado". Procedemos.

Bibliografía histórica.

-Heiden, Konrad. "Historia del Nazismo. Nacimiento del Tercer Reich". Ed. Claridad. BsAs, 1939, pp. 304.

-Herf, Jeffrey. "El enemigo judío. La propaganda nazi durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto". Debate. BsAs, 2008, pp. 413.

-Kraus, Karl. "La Tercera Noche de Walpurgis". Las Otras Voces. Guipúzcoa, 2010, pp. 560.

-Ludwig, Emil. "Tres Dictadores: Hitler, Mussolini y Stalin y un cuarto: Prusia". Acantilado. Barcelona, 2011, pp. 167.

-Mosse, George L. "La Nacionalización de la Masas. Simbolismo Político y Movimientos de Masas en Alemania desde las Guerras Napoleónicas al Tercer Reich". Siglo XXI Editores. BsAs, 2007, pp. 314.

-Overy, Richard J. "El camino hacia la guerra". Espasa. Madrid, 2009, pp. 229.

-Ryback, Timothy W. "Los libros del Gran Dictador. Las lecturas que moldearon la vida y la ideología del Adolf Hitler". Destino. Barcelona, 2010, pp. 380.

-Shirer, William. "Diario de Berlín. 1934-1941". Colombia, 2009, pp. 528.

Bibliografía teológica dedicada al uso y para la reflexión de la Conferencia Episcopal Venezolana.

-Arnobio de Sicca. "Adversus nationes. En pugna con los gentiles". BAC. Madrid, 2003, pp. 379.

-Taubes, Jacob. "La Teología Política de Pablo". Editorial Trotta. Madrid, 2007, pp. 207.

Bibliografía-novela.

-Perrault, Gilles. "La Orquesta Roja". Txalaparta. Navarra, 2013, pp. 648.

Elevando nuestras disculpas por tanta insistencia en aclarar el concepto "dictador" con las finalidades que el sector político, tal como lo expresara el General Vladimir Padrino López en el programa dominical, "José Vicente hoy", arriba en referencia, en "perfecta humildad", es decir, aceptando que el pecado original de Lucifer se sustentó en "la soberbia", acepten tener a bien sentarse en una simple mesa de negociaciones para "…poder discutir los problemas de Venezuela…", del Estado venezolano.



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Miguel Ángel Del Pozo


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