Efecto ecuménico de la revolución cubana y la sustitución de importaciones

Venezuela, de la lucha armada a las guarimbas (II)

El triunfo de los guerrilleros cubanos, la ampliación de la guerra de Vietnam y hasta los lejanos ecos de La "Guerra Fría", en la cual inexorablemente quedamos envueltos, quizás por aquello de la "aldea global" de la que habló Mcluhan, pero también por vérsenos como piezas sobre el tablero de ajedrez de las grandes potencias,produjeron grandes impactos en la mente del venezolano.

Entonces, por las movidas de piezas sobre el tablero de un gobierno acorralado, sin apoyo popular, pero si con el del Departamento de Estado se nos metió en el conflicto global de lleno, como puntales o ejes trasplantados y nuestros dirigentes bailaron al son que puso el enemigo y factores envueltos en la guerra fría, en el aparato de sonido, o picó, para decirlo como Aristóbulo y los de nuestra generación, y echamos a un lado o "al basurero de la historia", para usar una frase entonces de moda, aquel cuadro que al inicio de este trabajo reproducimos.

Entonces la conflictividad nuestra, generada en lo inmediato por el proyecto asumido por el gobierno pasó a formar parte de un conflicto a mayor escala, en el cual aquella convocatoria, pasaba a un segundo plano, perdía vigencia, poder y hasta frescura.

La revolución cubana misma que empezó por una lucha contra una primitiva dictadura que, hasta por razones de asepsia y prestigio democrático, había entrado en conflictos con el Departamento de Estado, fue convertida en parte del conflicto global entre las grandes potencias. Es verdad, que en nuestro espacio, antes y ahora, los Estados Unidos nos han tenido como su espacio trasero donde han entrado y salido cómo y cuándo les venga en gana, pero se valieron de la guerra fría y "el horror al comunismo" para darle carácter moral a sus procederes.

Los revolucionarios de la "Sierra Maestra" y del "Escambray", pudieron armar sus fuerzas y desarrollar sus actividades, sin ayuda del ejército gringo a cuyos dirigentes les importó un bledo aquella confrontación, jugaron con su desenlace, pensando, por un ser acontecimiento inédito, aunque no mucho tiempo atrás habían trocado el curso del proceso democrático y progresista de Guatemala, que cualquiera que terminase venciendo no se convertiría en inconveniente alguno para ellos. De cualquier parte de América Latina, empezando por Venezuela, siempre en el centro para ayudar las causas nobles, empezaron a llegar ayudas para los guerrilleros barbudos y los organismos gringos, que hacen de policías y cuerpos represivos en el mundo, no interfirieron para nada aquella jornada generosa y solidaria. Hasta de Estados Unidos mismos llegaron ayudas y voces de aliento. Para ese momento, en cenáculos políticos, militares y empresariales, sólo se trataba de un intrépido grupo de jóvenes, incluso entre los cuales habían muchos procedentes de las clases pudientes, como los Castro mismos, que intentaban sacar del poder a un ejército podrido, conducido por corruptos, gánsteres y criminales descalificados, sin apoyo alguno en la sociedad, dentro de la propia Cuba y América Latina, para sustituirle por una democracia de esas que se pavonean pero juegan el mismo rol servil que ellos encanta y subyuga. Ya se encargarían ellos, buenos domadores, como estaban acostumbrados con sus patrañas, negocios y adulaciones de meter en cintura a aquellos atrevidos muchachos.

De modo que la llegada de los revolucionarios cubanos al poder, sin importar los detalles y el cuadro en el cual eso se dio, el desengaño de Fidel al intentar acercarse a Betancourt, en su visita a Venezuela, iniciándose prácticamente los gobiernos de ambos, introdujo un elemento si se quiere muy particular en la manera que los revolucionarios venezolanos abordarían la coyuntura y la forma de tomar el poder. Yo me atrevería a decir, con las mejores intenciones y con el uso más sano del lenguaje, que aquello pareció "contaminar" el discurso nacional al enfrentar la represión betancourista. La palabra quizás resulte un poco inapropiada y casi demasiado inadecuada, pero es la mejor que he ha hallado para exponer mi percepción con una sola.

Pero para decirlo de otra manera y quizás como más me gusta y parece pertinente, la "Revolución Cubana", produjo en América Latina y particularmente en Venezuela un efecto ecuménico. La forma de lucha, que envolvía mucho de heroísmo, romanticismo y la "garantía" de llegar al poder con una fuerza militar propia inserta en el futuro proyecto de gobierno, pareció despejar todas las dudas. No importó aquel cuadro casi idílico que se tenía por delante el cual permitía al movimiento popular acceder al poder, quizás dentro de marco de alianzas amplio y concebido inteligentemente.

Vale aquí, de nuevo, para sugerir el cuadro de romántico y heroico que pintó ante los ojos de la juventud de América Latina la Revolución cubana, que el entonces célebre actor de películas de espadachines y viejos caballeros andantes, Errol Flyn, para hacerse publicidad, ya en una etapa decadente de su carrera, más por la pérdida de vigencia de las historias en las que participaba en el celuloide, con la anuencia del gobierno de su país, se pasó un breve tiempo entre aquellos guerrilleros, fingiendo de combatiente. Por supuesto, todo aquello fue acompañado de una propaganda intensa que más que él mismo, pues su caída ya era inevitable, promovió la gesta de los barbudos cubanos.

Por eso, casi al inicio del gobierno de Betancourt, la frustración que dejó el 23 de enero, los efectos del "Pacto de Punto Fijo" que excluyó a un factor determinante en la lucha que acababa de cerrarse contra la dictadura, las definiciones del nuevo gobierno y hasta el inocultable distanciamiento de este con respecto al de Cuba y acercamiento hacia EEUU, entre jóvenes de la izquierda comenzó a anidar el sueño de la lucha armada. Más cuando todos los días, los medios venían inundados de noticias sobre la guerra de Vietnam. Como resultado de todo eso, al margen de los partidos, comenzó a gestarse la lucha guerrillera y de esa manera nació aquello que llamaron el FUL, creo que Frente Unido de Liberación. Por cierto, entre los primeros que hablaron de eso y hasta estuvieron en prácticas dominicales de ese tipo, estuvieron unos cuantos jóvenes intelectuales que conozco de nombre y presencia, pero no viene al caso nombrarlos. Es decir, en Venezuela, la lucha armada de la segunda mitad del siglo XX tuvo sus precursores que nadie menciona y menos recuerda.

Como decimos los venezolanos coloquialmente, "el hambre se junta con la necesidad". El gobierno de Betancourt estaba determinado a abrirle más cabida a los capitales internacionales, particularmente en el área petrolera y mediante aquella forma que llamaron sustitución de importaciones. Ya el capital gringo andaba en busca de mano de obra barata y calificada que terminase en nuestros espacios las tareas finales en la elaboración de sus productos a más bajo costo. Para facilitar esos proyectos había que hacer ciertos ajustes, los que Betancourt adelantó mediante la llamada "Ley del Hambre", dejando "pendiente" los correspondientes al desmontaje de toda la organización obrera manejada por lo que solía llamar "los extremistas" y "filo comunistas", o lo que es lo mismo, desmontar la potencial resistencia toda. La lucha contra Pérez Jiménez había producido un enorme ascenso de masas, sobre todas en áreas estratégicas para el proyecto Betancourt-capital internacional, que se había convertido en una seria valla para esos fines, aunado al fenómeno de la "revolución Cubana" y el rumbo que esta estaba tomando. Las tareas "pendientes" de Betancourt, después de la "Ley del Hambre" incluían amansar aquella manada de potros salvajes y briosos que marchaban al frente del movimiento obrero y de lo que entonces Domingo Alberto Rangel Solía llamar el "lumpen proletario".

En "Venezuela Violenta", Orlando Araujo dice, cuando AD asciende al poder en 1945, "Llevada por un golpe militar, lejos de luchar por un cambio revolucionario, Rómulo Betancourt, suscribe con Nelson Rockefeller un acuerdo para establecer empresas industriales mixtas que amplíen los negocios de éste último hacia los sectores agrícola e industrial".*

Lo que quiere decir, que el Betancourt que asciende a la presidencia de Venezuela en 1999, y es visitado por Fidel Castro a los pocos días de aquél haber tomado posesión del cargo, ya tiene relaciones muy comprometidas y comprometedoras con el capital norteamericano. Tanto que no era extraño escuchar de boca de cualquier alto dirigente adeco de la derecha de ufanarse que su presidente era "muy amigo" del magnate gringo antes mencionado.

*Tomado del Capítulo X de "La era Betancourt, "Disparen primero y averigüen después". Eligio Damas. Blog de Eligio Damas, 21-06-2015



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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