Lo social, lo militar y lo cívico-militar en la revolución bolivariana

Dejemos en el tintero la soberbia, el cinismo, la hipocresía como, también, la cobardía y hablemos "claro y raspao", como diría aquel.

Es histórico, en Venezuela, que los políticos, los empresarios-y-comerciantes, la estructura eclesial, "…todos a una…", siempre, reiteramos, siempre, le "…han tocado la puerta…" a "lo militar", al estamento militar nacional, para solucionar sus objetivos personales, políticos, socio-económicos e ideológicos, en comandita, para así poder imponérselos a toda la sociedad venezolana, "…a troche y moche…", es decir, en total verticalidad absoluta, completamente y sin rechistar.

Es, en ese marco referencial, sobre el cual, según un muy serio analista de derechas, esos sub-conjuntos sociales se han comportado en lo referente a "lo militar", en la realidad histórica venezolana, desde aquellos tiempos pretéritos del siglo XIX, tan históricamente comentados, según las ideologías e intereses particulares de cada clase social y tiempos histórico-filosóficos, con referencia a los altibajos en escena histórica, cuales sufrieron, supuestamente, un importante cambio particular, interesante y muy cacareado con las decisiones tomadas en lo referente a "lo militar" por Rómulo Betancourt durante su gobierno inaugural para la Cuarta República.

En ese orden, permítasenos referirnos a unos curiosos momentos como hechos históricos que tienen que llevarnos a nuestra reflexión personal.

Se comentaba en tiempos de la "Cuarta" que en una supuesta ocasión don Rómulo Betancourt, estando reunido en el Despacho Presidencial, siempre con "su 38" al cinto, abofeteó a un muy alto grado militar por ser desobediente a los intereses del susodicho presidente Betancourt. Cierto o falso, ello refleja, en su sencillez comentada, no solo el comportamiento demostrativo de los objetivos político-económicos e ideológicos del sector político y capitalista venezolano de derechas hacia "lo militar", al estamento militar, inmediatamente posterior al derrocamiento del gobierno del General Marcos Evangelista Pérez Jiménez al tiempo de poder imponerle a "lo militar", al estamento militar, los nuevos paradigmas político-ideológicos de Washington en el marco referente de lo anti-comunista en un nuevo modelo de obediencia vertical que se expresaría, en un segundo escenario, en las órdenes impartidas a ese sector militar venezolano, a ese estamento militar, no solo aquello de "…dispare primero y averigüe después…" sino su total y absoluta obediencia a los paradigmas militares e ideológicos diseñados por el Pentágono.

De curiosidad, vista las realidades actuales, en Revolución Bolivariana, en referencia a los nuevos paradigmas militares que diseñara, discutiera, aprobara e implementara el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías como "lo militar", el estamento militar actual, ha elevado su dignidad, instrucción militar según las nuevas realidades internacionales, educación, estrategias y tácticas militares, capacidades correspondientes, mejoras de vida y profesionalidad, cooperación con la sociedad en toda su realidad social y su independencia en función de "lo histórico-ideológico" como en los paradigmas históricos de una nueva filosofía en rescate de los hechos históricos del pasado histórico venezolano en sus realidades actuales en curso necesario e inevitable.

Lo inmediato anterior, grosso modo, serían las realidades sobre las cuales se han expresado, históricamente, los sectores sociales, políticos, los empresarios y comerciantes y la estructura eclesial venezolana en sus relaciones con "lo militar" venezolano sin negar las presiones, dictámenes e influencias externas tanto en lo ideológico como en el diseño de lo militar según los paradigmas dictados por los intereses absolutos de lo militar norteamericano en y para Venezuela durante toda la Cuarta República.

Estas realidades, objetivamente, han sido realidades repetitivas que han marcado, demostrativamente, las respuestas de las sociedades venezolanas en sus diferentes tiempos históricos según los gobiernos y las ideologías impuestas tanto por Acción Democrática como por Copei en el marco de la obediencia a la Dependencia según las matrices provenientes e impuestas desde Washington en el marco de la "Doctrina Monroe" en su desarrollo en praxis de "lo anti-comunista" como, también, en "lo anti-militarista" como se conoció durante el proceso en las realidades en Centroamérica como bien lo pudiera exponer el Embajador Roy Chaderton Matos.

Pero es, en ese marco histórico, que "lo militar venezolano" no ha podido evitar al tiempo que se ha visto obligado obedecer y a tener que incorporarse, sine qua non, a los paradigmas impuestos por la burguesía criolla en el marco referente político-ideológico, socio-económico y religioso, según las diferentes presiones de diferentes tipos y maneras ejercidas sobre ese estamento militar según, evidentemente, no solo a cuál gobierno se encontraba dirigiendo la República en y desde Miraflores como, a partir de los paradigmas estructurados cuales, durante la "Cuarta República", se habían ejercido, a través de la Comisión de Defensa del Senado del Congreso de la República de Venezuela, sobre ascensos, beneficios y otras presiones sin protesta y con desparpajo de total irrespeto a "la conciencia histórica" de "lo militar venezolano" y la profesionalidad de los oficiales.

La "nueva doctrina militar chavista" se enmarca en el absoluto y necesario diseño a los nuevos paradigmas militares que se vienen desarrollando, globalmente, con las absolutas particularidades significativas de "lo histórico bolivariano" en su conceptualización política, ideológica, militar y filosófica con lo es y significa la en su expresión en praxis significativa la "unión cívico-militar" en curso actualmente a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Sí ello no se conoce, se estudia, se acepta, mal y equivocadamente no se podrá comprender, aceptar, el profundo significado conceptual de esa "unión cívico-militar" venezolana.

Es decir, cuando nos trasladamos al estudio de lo conceptual-invasión realizado por las tropas norteamericanas, fundamentalmente, pero sin negar las incorporaciones significativas de la OTAN, en los países de Iraq y Afganistán, podemos conocer como el estamento militar-invasor-norteamericano ha venido diseñando, desarrollando e implementando la tesis militar de lo social-eminente-y-necesario-justificativo sobre la población de dichos países aún en sus correspondientes espacios geográficos; es decir, tanto lo cultural e idioma, lo religioso-filosófico, las costumbres en toda su horizontalidad histórica, entre otras expresiones sico-sociales de las poblaciones iraquíes y afganas significan, sencillamente, la aplicación en praxis de tratar de alcanzar la "unión cívico-militar" entre esas poblaciones y pobladores conjuntamente con los ejércitos norteamericanos y los ejércitos locales bajo los paradigmas e instrucciones de lo militar estadounidense y de los ejércitos de la OTAN. Es decir, las fallas, los errores de la aplicación de esas políticas militares de corte socio-económico e ideológico sobre las poblaciones invadidas se deben a la objetiva realidad que aquellos que imponen dichos paradigmas "son invasores extranjeros y extraños" a lo social-sicológico de esas poblaciones por lo cual es de total naturalidad el efectivo rechazo de esas poblaciones iraquíes y afganas a las presencias de "lo norteamericano-estadounidense" y lo significativo de las diferentes nacionalidades que componen los estamentos militares de los países miembros de la OTAN.

Es cierto, evidente y de fácil demostración que el paradigma conceptual-ideológico de lo significativo referido a lo "anti-comunista" no se puede expresar menos imponer como justificación para la implementación de dichas tesis militares socio-ideológicas norteamericanas en dichas sociedades invadidas sino se trata de exponer y expandir la idea del "terrorismo", la democracia y los derechos humanos especialmente para el sector femenino.

Es, en ese marco de referencia comparativa, que el Cardenal Urosa Sabino reitera el "carácter comunista" de la "unión cívico-militar" cuyo paradigma ha sido asumido e internalizado socio-sicológicamente por las clases medias, medias-altas, altas y populares-mayameras en el actual proceso contra-revolucionario en curso en Venezuela.


 



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Miguel Ángel Del Pozo


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