No vamos a ahondar en la sentencia emitida por el Tribunal Supremo de Justicia, ampliamente debatida; solo me atrevo a opinar sobre la diatriba presentada por el impase entre los poderes públicos, más allá de la posición jurídica debidamente sostenida y aclarada por el máximo Tribunal de la República, donde no se está en desconocimiento ni violentando ningún artículo de la Constitución, solo que si la Asamblea Nacional en desacato a una sentencia judicial, y manifestado reiteradamente que desconocen las decisiones emanadas del máximo Tribunal de la Republica, donde quedó bien claro ante la opinión pública que la conformación de la Directiva de la Asamblea fue conformada por un colectivo incompetente para tomar tal decisión, puesto que actuaron en la misma Diputados electos por Amazonas, cuya juramentación fue declarada invalida por denuncias contra el proceso electoral en esa dependencia federal, mal puede esa directiva estar dictando leyes o actuando en representación del pueblo.
Comparto en todos sus aspectos la posición esgrimida por el amigo Herman Escarrá, en el sentido de que "se evidencia que existe un juego simulado de poderes fácticos que intentan hacerse del poder".
La situación es muy delicada, porque luego de las declaraciones de la Fiscal General de la Republica, comenzaron los sectores opositores a realizar el llamado a tomar las calles y hasta se activó la propia OEA para actuar en consecuencia contra el gobierno Venezolano; pero inmediatamente salió al paso el Presidente Maduro, reuniendo el Consejo de Seguridad que analizo el tema, y de ipso facto se produjo la aclaratorio del Tribunal Supremo, evitando se desbordaran las aguas, y consiguiera la oposición su añorada intervención internacional.
Considero que las declaraciones de la Fiscal no debieron realizarse de manera pública, debido a la situación que estamos viviendo, porque estuvimos a punto de una intervención militar extranjera y el baño de sangre de muchos venezolanos; para eso existen las buenas relaciones entre los poderes públicos, además de la colaboración que se deben prestar por mandato constitucional.
Esta situación enmarca claramente en mi artículo de la pasada semana, referido a la "Teoría del Enjambre contra el Gobierno".
El Gobierno Nacional, nuestro Presidente y algunos que defendemos el proceso revolucionario por todos los medios a nuestro alcance estamos llevando golpe del bueno, porque pareciera somos piedras en el camino para algunos, pero "Las tormentas hacen que los arboles tengan raíces más profundas"; ¡que siga el ventarrón!.
