No hay peor cosa en el mundo de la vida como es el no tener identidad propia, no saber de dónde vienes, que eres, dónde estás, y hacia dónde voy con certeza. En fin, cuál es el verdadero propósito en la vida, ¿a qué viniste a este mundo? Son las preguntas del existencialismo, que pocas veces nos hacemos. Para no extenderme en la introducción, voy al grano de esta replica, y cito:
"Cuando Chávez estaba vivo, la frase (trampa) usada para confundir al pueblo era: "soy Bolivariano pero no soy Chavista". Y justamente con ese juego de palabras se pretendía dividir al pueblo seguidor del socialismo. Porque sin las ideas de Simón Bolívar, el proyecto de Chávez pierde su identidad de soberanía, independencia, inclusión social e igualdad"
Veo que no se entiende el proyecto auténtico del padre de la patria, el cual era y sigue siendo: la regeneración del ciudadano venezolano, que él lo consideraba débil para asumir las riendas de la nueva república. Nos advertía sobre las consecuencias de la corrupción, etc., etc., etc., léanse el Discurso de Angostura. ¿Qué tenemos hoy?
El padre de la patria nos habla de moral y luces, pero tenemos casi doscientos años errando en proyectos sobre moral y ética ciudadana. La prueba: la historia de la corrupción en Venezuela disponible en https://www.aporrea.org/contraloria/a240118.html.
¿Qué hizo Chávez al respecto? Nada, sólo proyectos: ética socialista, etc. Pero todo es la nada: la corrupción. Nadie se lo tomó en serio, como muchos otros proyectos en ese sentido. No conviene al poder. Formar en moral y ética es el medio para apropiarse de la identidad con propósito. ¿Pero le conviene a un gobierno cualquiera que los ciudadanos y ciudadanas tengan un mismo espíritu nacional activado?
Estimados y estimadas, aun los "revolucionarios" sufren dolores de parto, al igual que sus adversarios, esa la causa raíz del fracaso del proyecto https://www.aporrea.org/imprime/a242199.html. Pero también he expuesto retomar el camino bolivariano https://www.aporrea.org/actualidad/a242308.html. Chávez hizo lo que mejor pudo hacer.
Así pues, antes de erigirse como un hércules ideológico, busquemos fuerza en la correcta interpretación de la historia. Estamos para ayudarnos. Se trata de salir de la verdadera trampa: dolores de parto. Recordemos que en aquella época dorada, la única que hemos tenido, estaban Bolívar, Sucre, Páez, Mariño, Luisa Cáceres, Pedro Camejo, una grandísima lista de próceres.
Y téngalo por seguro: en aquel tiempo ninguno decía ser como Bolívar, si no que cada quién era como se entendía en el mundo, y sé logro el objetivo: la independencia política. Hoy, el objetivo es la regeneración del ciudadano venezolano. Así que saquémonos la idea del tribunal de Nüremberg, y caminemos seguros hacia la luz celestial de la perfección. El socialismo exige de altísimas virtudes.
"Sólo el pueblo virtuoso se salva"
