Que bajeza, que podredumbre la de estos "líderes" opositores, no sólo porque anuncian llenos de gozo -casi con bombos y platillos-, que Venezuela es el país más pobre de Latinoamérica por encima de Haití basado en una encuestadora nacional, sino porque quienes lo pregonan son esos mismos que llevan 18 años destruyendo la patria de Bolívar, primero para derrocar a ese Gigante que era el Comandante Hugo Chávez electo democráticamente, y ahora al presidente Nicolás Maduro que les ganó en muy buena lid.
Nadie niega en este proceso los errores cometidos, incluso, los revolucionarios, desde Chávez para abajo, se han caracterizado por asumir sus responsabilidades, aquí de este lado, no vale ese cobarde "yo no fui" que mantienen a flor de labios esos opositores irresponsables.
El presidente Maduro siempre anda en algo intentando solventar los graves problemas al pueblo, siempre anda en busca de alguna medida con la esperanza de hacer más llevadera la situación, pero los golpistas solo sabotean y apelan a la violencia; por eso me indigna escucharlos hablar de un país en ruinas cuando ellos son los principales causantes de la crisis económica.
Evaden su responsabilidad en un acto de cobardía sin precedentes, niegan sus viles acciones con una traición a la patria que no creo que exista en otros países. Son bandoleros que en otra parte estuvieran presos todos por atentar de manera canalla contra la integridad y el honor de la nación.
Pregonan que Venezuela es el país más pobre de América Latina obviando que ellos lo paralizaron, lo dejaron sin gasolina causando pérdidas y daños que los expertos vaticinaban recuperar en por lo menos 20 años. Pero Chávez es Chávez y supo amortiguar el impacto que ese desastre tendría en la población.
Ahora con el presidente Maduro esas criminales accione fueron redobladas; el convicto Leopoldo López anunció una operación golpista denominada "La Salida" que produjo 43 muertos y pasmosos destrozos a la infraestructura nacional incluyendo universidades, bibliotecas, vehículos, el ornato público, sus intenciones eran acabar con Venezuela.
Más allá de eso, emprendieron una guerra económica en la que comenzaron a esconderle los alimentos y las medicinas al pueblo, quisieron dominar a la gente con el hambre y la muerte; obviamente al dejar de comer o al quitarle los fármacos a un enfermo les están aligerando a las personas el camino a su última morada.
Paralelamente los opositores negaban su guerra económica, porque como dije al principio, son los expertos del "yo no fui", pero mientras más la negaban, más los descubría el Gobierno sacándole de los escondites las medicinas y los alimentos que muchas veces se vencían y se podrían en galpones u otras edificaciones.
No dejan de viajar al exterior a despotricar de Venezuela y su gobierno, a suplicar que nos invadan. A cambio de apoyo, de logística, de dinero, para seguir el golpe continuado contra Maduro, les ofrecen a los gringos el país en bandeja de plata.
Cobardes, no tengo otro calificativo para este tipo de "líderes" que después salen de santos diciendo que Venezuela es el país más pobre de Latinoamérica, como si ellos no fueran responsables directos de semejante tragedia.
Con Maduro victorioso ¡venceremos!