Los muros mentales de la humanidad

Existen dos grandes macro-grupos de trastornos mentales, las neurosis y las psicosis. La neurosis se refiere a trastornos mentales que distorsionan el pensamiento racional y el funcionamiento a nivel social, familiar y laboral adecuado de las personas. La psicosis es utilizada en la psicología para referirse a un estado mental descrito como una pérdida de contacto con la realidad, pueden presentarse alucinaciones o delirios y exhibirse tantos cambios en la personalidad como pensamiento desorganizado. Si introducimos y agitamos en un coctel lo anterior nos dará como resultado un retrato de la enfermedad mental que sigue caracterizando a los colonizadores y que continúan siendo común a los grupos hegemónicos que mantienen subyugadas a personas y a algunos pueblos del mundo en nombre de la libertad para controlar sus recursos, generando (entre otras cosas), muros mentales de contención en la humanidad, para no dejar ver la realidad cambiante de esta nueva era que reclama un nuevo modo de vida más humanista, de mayor libertad de la psiquis, sin esclavitudes ni controles de ningún tipo. El campo de batalla es ahora en la mente para controlar una sociedad y para aniquilar su capacidad cerebral de decidir. La ignorancia o la influencia negativa neoliberal han hecho mella en el pensamiento, por eso la oposición venezolana quedó estancada en esa concepción de cambiar todo lo que deba ser cambiado, actuando de manera irresponsable sobre los problemas del país; negándose a abrir los caminos de la nueva era que la humanidad reclama que se construya. Esa dominación enajena tanto al conquistador como al colonizado, ya que ese muro mental bloquea al primero y es difícil derrumbarlo y al segundo lo somete alejándolo de los cambios progresistas. Los muros mentales son un diagnóstico psicológico conocido como psicosis, son más peligrosos que los físicos, porque nos encierran a nosotros mismos dentro de nuestro particular y mezquino modo de ver y juzgar la realidad; de constatar lo que existe y lo que es ficticio, de ver y no reconocer absolutamente nada, cuando el odio y el miedo se posesionan y vencen la inteligencia y el diálogo, fabricado por las élites políticas, religiosas y económicas.

La libertad de pensamiento, la expresión clara de simpatizar con el proceso bolivariano y de defenderlo por la convicción humanista que éste representa ha fragmentado, confrontado y traspasado la intolerancia por parte de personajes de la derecha, como el "señor" José Francisco Rodríguez quien después de cada artículo que publico me insta a "jinetear al malecón de La Habana con mis camaradas cubanas". Una expresión clara de desprecio hacia la mujer, hacia quienes ejercen este tipo de trabajos, hacia Cuba y la ideología. Es el reflejo de las divisiones imaginarias que se nos implantaron; es una expresión violenta silenciosa que pretende aquietar y aniquilar mi pensamiento, ofendiendo a las damas jineteras cubanas porque cree que su oficio es ofensivo; pero segura estoy que mis camaradas cubanas jineteras tienen más libertad de pensamiento y menos muros mentales que el señor Rodríguez que lacera a la mujer; defienden a su país por un principio de valor y de dignidad más que él, que anhela una intervención militar en Venezuela; tienen mayor consciencia y amor que él. Este tipo de colonizadores son los artífices de los golpes de la inhumanidad, pertenecen a la parte oscura, han dividido a la humanidad para generar miedo, creando muros humanos como el racismo, la xenofobia, la misoginia, la soberbia, la pobreza, la violencia, la explotación, la discriminación; en fin, parecieran ser connaturales a lo humano el dolor y el odio, pero nadie nace odiando ni dividiendo, se nace con sabiduría pero ésta se aliena con los modelos impuestos por el hombre, con los contextos sociales que determinan la forma en que debemos pararnos delante de cada muro. Las fronteras dividen naciones pero no delimitan identidades, los muros podrán impedir físicamente los cruces materiales, pero no frenar las ideas. Sin embargo, para una mejor salud mental es recomendable que estos psicóticos se acompañen de una buena prescripción psicofarmacológica de algún psiquiatra y de una psicoterapia de la mano de un psicólogo. La diversidad es un hecho consustancial de la humanidad, pero ésta debe estar sostenida con base en valores y principios. Es hora de empezar a construir las ventanas del amor, de la dignidad, de la tolerancia y del respeto para crear al hombre nuevo. La mejor obra que puede realizar el hombre es cuando no usa la mente que son los muros de contención de esta civilización. La mente es abstracta, tiene a la humanidad bloqueada en cuanto a la herencia superior que hay en cada uno de nosotros sin haber indagado sobre nuestra razón total de nuestra creación superior. Existe un estado real que nosotros no hemos tocado: el despertar. Es el tiempo, es la hora.

(*)esmeraldagarcia2309@yahoo.com

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Esmeralda García Ramírez

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